El próximo destino pueden ser los Tribunales Federales. De República Dominicana a Turquía, de los Emiratos Árabes a Brasil y de Chile a Panamá, Andrés “Pillín” Bracamonte registra cuarenta y seis viajes por el mundo en un período de diez años, según la requisitoria de tres fiscales federales que reclaman la investigación del jefe de la barrabrava de Rosario Central por lavado de dinero y también por la posible comisión de delitos en relación al narcotráfico.
El pedido comprende también a Carlos Vergara, el ex dirigente de la Seccional Rosario de la Unión Obrera de la Construcción, otro viajero por el mundo: “desde enero de 2013 a la actualidad, registró un total de 46 cruces migratorios con procedencia y/o destino a Brasil, España, México, Perú, Uruguay, Estados Unidos, Venezuela, Panamá, Turquía, Chile y Cuba”, según el pedido de los fiscales Federico Reynares Solari, Matías Scilabra y Juan Argibay Molina.
“El objeto de la investigación será corroborar la hipótesis de que tanto Bracamonte como Vergara han obtenido beneficios producto de una organización ilegal vinculada a diversas extorsiones a personas del rubro de la construcción”, puntualizaron los fiscales. La Justicia Federal cuenta además con una investigación originada a partir de la denuncia de un testigo de identidad reservada “que daba cuenta que Bracamonte sería quien movía la droga en zona norte de Rosario a través de 15 taxis en forma de delivery”.
Bracamonte y Vergara fueron detenidos el 29 de noviembre de 2023 como presuntos integrantes de una asociación ilícita investigada por el Ministerio Público de la Acusación. De las noticias relevadas se constató que en los allanamientos llevados a cabo por el Ministerio Público de la Acusación en el domicilio de Bracamonte ubicado en el barrio privado Los Álamos de Ibarlucea, la Agencia de Control Policial secuestró 6 millones de pesos en el domicilio de “Pillín” y en el de Vergara otros 39 millones de pesos además de 18.300 dólares.
Los fiscales subrayan además “la gran cantidad de vehículos que adquirió Vergara, sus familiares y grupo de allegados desde el año 2013 a la actualidad”, al punto que el dirigente sindical “resultó estar autorizado a conducir un total de nueve vehículos”. También describen un “parque automotor” como propiedad de Bracamonte, donde destacan vehículos de alta gama y consideran “cuanto menos llamativo” el desfasaje entre los patrimonios y las actividades declaradas ante el fisco.
Bracamonte declara dedicarse a la venta al por menor de indumentaria deportiva y está registrado ante ese organismo en la categoría F del monotributo, cuya facturación máxima bruta anual fue a enero de 2024 de 8.020.660 pesos. A la vez se presenta como empleado de la firma ATE Servicios Integrantes, considerada una pantalla.
Desde enero de 2013, Bracamonte “registró un total de 46 cruces migratorios con procedencia y/o destino a Brasil, Paraguay, República Dominicana, México, España, Perú, Uruguay, Emiratos Árabes Unidos, Colombia, Panamá, Turquía, Chile y Cuba”. En cambio, no fueron identificados bienes inmuebles a su nombre y su último domicilio conocido es en el Country Los Álamos, Ibarlucea.
“Conforme lo dispuesto por la propia Corte Suprema de Justicia de la Nación, el delito de lavado de activos es un delito autónomo, contra el sistema financiero nacional, que compete a la justicia federal y, por tanto, se encuentra dentro del ámbito de competencia de esta Procuraduría”, dicen los fiscales Reynares Solari, Scilabra y Argibay Molina. Mientras tanto el próximo destino de Bracamonte se juega entre la justicia provincial y la federal.