Las palabras de los excombatientes se fusionan con un viento ensordecedor. Ellos hablan, recuerdan y reviven cada instante de hace 40 años. La inmensidad del mar, las olas en la costa, la aridez, los arbustos y la mirada inaugural al llegar por primera vez a ese territorio que conocían gracias a los relatos de sus maestras en el colegio. En las imágenes no hay batallas ni combates. Sí, las aves autóctonas, los pingüinos, las gaviotas, los techos de las casas de Puerto Argentino y el cementerio de Darwin donde están los combatientes argentinos que murieron en 1982. “600 KM” es un proyecto narrativo inmersivo que procura que los espectadores viajen hasta las islas Malvinas a través de un recorrido sensorial. Siete minutos de imágenes, voces y sonidos en una pantalla gigante que acercan a la audiencia, por unos instantes, hasta los acantilados de Gran Malvina y Soledad.
El 1° de abril, desde las 17.30 hasta la medianoche, en el Parque Nacional a la Bandera se presentará el proyecto “600 KM”, realizado por la Dirección de Comunicación Multimedia de la Universidad Nacional de Rosario en asociación con Megafón de la Universidad Nacional de Lanús. Será durante la vigilia por la conmemoración del cuadragésimo aniversario de la gesta de Malvinas. La instalación inmersiva apunta a experimentar con los sentidos, busca que los espectadores se involucren en un viaje emocional íntimo y conmovedor. Un viaje que pretende acortar distancias y acercar la historia.
La propuesta sumergirá a los participantes en un entorno envolvente a gran escala, ya que habrá una pantalla curva de cuatro metros de altura y 17 de extensión donde se proyectarán imágenes de Malvinas en alta definición junto a una experiencia auditiva espacial donde se combinan el viento patagónico, los sonidos de la fauna del archipiélago, los relatos de los excombatientes y la cadencia constante de las olas del Atlántico Sur.
“El rector Franco Bartolacci nos solicitó a fines del año pasado que realizáramos una producción para la conmemoración de los 40 años de Malvinas. Como había muchas actividades de la universidad, incluso propuestas de ficción, pensamos en realizar una intervención en el espacio. De ahí surgió la idea de hacer una instalación multimedia y que fuese inmersiva. Lo que diseñamos fue este proyecto que funciona como una contraposición: por un lado, las imágenes de Malvinas y por otro, los testimonios de los excombatientes. Son dos capas de relato. Buscamos salirnos de las imágenes de la guerra y recuperar los sonidos y las voces de los protagonistas”, describe Fernando Irigaray, director de Comunicación Multimedia de la UNR.
Las narrativas inmersivas de no ficción son actualmente un escenario de exploración e innovación que van ganando terreno en la mixtura de los géneros periodísticos y documentales tradicionales. Además, buscan que el relato sea una experiencia en sí misma para la audiencia. Por ello, en el marco del aniversario de la guerra de Malvinas, las enormes pantallas que se levantarán a la vera del río Paraná en conjugación con una composición sonora, pretenden acercar a las nuevas generaciones a un momento de proximidad y cercanía mientras se proyecte el corto que dura siete minutos. Para poder vivenciar la experiencia, durante toda la vigilia ingresarán grupos de cinco personas en donde cada uno tendrá un auricular.
Las narrativas inmersivas de no ficción son actualmente un escenario de exploración e innovación que van ganando terreno en la mixtura de los géneros periodísticos y documentales tradicionales
“El diseño de una pantalla curva de cuatro metros de altura por 17 de largo apunta a que la audiencia esté, de algún modo, adentro de la historia. El sonido es espacial, va a tener relación con el entorno visual y con la música original compuesta especialmente para esta pieza audiovisual. El video es corto, ya que el objetivo es que haya mucha rotación”, agrega Irigaray.


Las imágenes son un recorrido por el archipiélago de las Malvinas donde se visualiza cómo es el presente de las islas. La realización audiovisual es de corte paisajístico, en el corto aparece la isla Gran Malvina, la isla Soledad y hay imágenes aéreas de los islotes satélites. “Recuerdo que al llegar el frío me cortaba la cara”, dice uno de los excombatientes. La contraposición de las imágenes actuales con las voces de los protagonistas de la guerra genera un efecto de proximidad que permite acercarse a lo vivido sin caer en golpes bajos.
—Hay algo de singular en el proyecto porque se retoma una pantalla colectiva como la del cine, pero a la vez existe algo de intimidad porque los grupos serán pequeños. ¿Esa es una particularidad de esta narrativa inmersiva?
—Es necesario salir de lo virtual y estar presente en el territorio acompañando a los excombatientes en la vigilia. Y, como esto estará enmarcado en otras actividades, algo que nos pareció fundamental fue el desarrollo de la banda sonora. Para poder apreciar el paisaje sonoro necesitamos tener auriculares, ya que en el afuera y en este contexto es posible que se pierdan algunos detalles. Es diferente si este planteo lo hiciéramos en un lugar cerrado, más allá que por estas horas se evalúa dejarlo fijo en un espacio de la Universidad, o bien hacerlo rotativo durante todo el año.

Instantes, relatos, canciones, vivencias, cartas e historias de vida son el puente que conecta cada uno de las partes de la pieza audiovisual. “600 KM” puede ser un relato sobre el dolor y la herida que provoca el recuerdo de Malvinas, pero también es una historia de esperanza. “Se trata de sentir Malvinas en el cuerpo para hacerlas presentes en nuestros pensamientos y nuestras emociones, para construir memoria colectiva y, fundamentalmente, para reafirmar nuestro legítimo reclamo de soberanía”, sostiene Irigaray.
La apuesta por la creación de narrativas inmersivas también le otorga a sus productores la posibilidad de generar nuevos escenarios de creación en los que no solo se expande el relato sino también las posibilidades técnicas. Las historias dejan de tener una linealidad y la estructura compuesta por un inicio, un desarrollo y un final se transforma en interacciones con el espectador. Por ello, este será un primer paso para el proyecto ya que el relato contará con expansiones y con conexión con otros formatos.
“Esto fue pensado como una instalación de apropiación en el espacio. Como el acto de conmemoración no empieza ni termina ahora, sino que se extiende durante todo el año, seguramente el material que tenemos de las entrevistas —que es muy emotivo— se transformará en una producción de pódcast. En este caso, nos definimos por lo inmersivo, ya que es una narrativa experiencial, en donde la gente quedará envuelta entre las imágenes y los sonidos en un lugar emblemático, frente al cenotafio y durante el desarrollo de un acto histórico”, anticipa el director de “600 KM”.
El relato no es de corte informativo. Los testimonios son recuerdos que reflejan distintos momentos: la llegada a las islas, las bajas temperaturas, los primeros instantes de la recuperación, la batalla de Pradera del Ganso, el hundimiento del Belgrano, el regreso al país y la necesidad de mantener viva la memoria. En esta primera etapa se entrevistaron a integrantes del Centro de ex Soldados Combatientes en Malvinas Rosario, entre ellos a Raúl Gómez, Claudino Chamorro, Julio Más, Fernando Vitale y Mauricio Yaco.



Según Irigaray, la Universidad tiene la obligación de trabajar sobre el concepto de memoria histórica. “Es necesario honrar a esa generación que fue llevada a un combate desigual. La Universidad es un actor principal para poder recuperar esas historias. Hay un montón de heridas en la sociedad y eso se puede ir curando con la recuperación de la memoria. Muchos de los conscriptos de los que fueron a Malvinas fueron ocultos durante mucho tiempo. Fueron olvidados, y nunca se terminó de saldar esa deuda. El recuerdo es para ellos, no merecen el olvido”.
—En uno de los testimonios, un excombatiente dice que mientras haya un joven con la camiseta de Malvinas, la memoria continúa. ¿Este trabajo funciona como un puente generacional?
—Es un granito de arena que dejamos para las nuevas generaciones. Como aparecieron los HIJOS, aparece la Generación Malvinas. Es la única manera de mantener la memoria. Es necesario que otros tomen la posta, retomar la antorcha de la memoria para que no se vuelvan a repetir estas cuestiones. Incluso cuando a nivel global estamos asistiendo a un momento de olvido, de confusión, de muchas mentiras. Es necesario hacer este ejercicio: retomar la palabra y ampliarla.
Quiénes hicieron “600 KM”
Dirección: Fernando Irigaray. Producción: Gisela Moreno. Idea y Guión: Anahí Lovato. Postproducción: Juan Pablo Miozzo. Música y Posproducción sonora: Iván Tarabelli. Voz en off: Guillermo Peñalves. Entrevistas: Patricio Irisarri y Fernando Irigaray. Edición entrevistas: Anahí Lovato y Patricio Irisarri. Imágenes: Megafón UNLa y Observatorio Malvinas Universidad Nacional de Lanús (UNLa). Diseño Visual: Joaquín Paronzini. Rector: Franco Bartolacci. Vicerrector: Héctor Darío Masía. Secretario General: Guillermo Montero. Coordinador de Comunicación: Gonzalo García.

Autor
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Autor de "Ni tan héroes, ni tan locos, ni tan solitarios" (2016, Casagrande) y "El sutil poder del silencio" (2019, Casagrande). En Twitter: @mjuanro.
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