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Política

Clara García: “La decisión de competir como frente fue correcta y permitió que el socialismo esté en pie” 

Clara García es una de las grandes ganadoras de la elección provincial. Cuando todos la daban como candidata a la gobernación, sorprendió con su anuncio de que competiría en Diputados, donde ya adelantaba una disputa con el gobernador Omar Perotti que tendría, incluso, tintes personales. Luego, en las PASO, le arrebató el primer lugar en la lista a José Corral en un recuento muy ajustado. Ahora, en las generales, cosechó más de 570 mil votos, resultó primera en la categoría y ganó 28 bancas para Unidos —la mayoría que en la historia reciente venían quedando en manos del gobierno saliente—. Esta vez, Perotti quedó a casi 90 mil votos de distancia. 

El Partido Socialista, que con los fallecimientos de Hermes Binner y Miguel Lifschitz perdía a dos de sus grandes representantes, encuentra en la figura de Clara García un lugar donde apoyarse para reconstruir el espacio. Todo indica que presidirá la Cámara de Diputados, aunque adelantó que será “respetuosa del voto de los colegas”. Asegura que Unidos para Cambiar Santa Fe es una “alianza de gobierno” que va más allá de lo electoral y avizoró un “excelente gobierno” de Maximiliano Pullaro a partir de diciembre. 

Asimismo, consideró que el gobierno de Omar Perotti “falló en todo” y adelantó que se encontrarán con una “provincia estancada”. También volvió a reprochar al gobernador por las declaraciones realizadas en su discurso de asunción contra Miguel Lifschitz —su pareja hasta el momento de su muerte—. En aquella jornada de diciembre de 2019 el gobernador habló en la Legislatura de cortar los vínculos de la política con el delito. Y en el socialismo aún lo recuerdan: “Siento que a Miguel la vida se le truncó como para que las cosas, por peso propio, se pusieran en su lugar. Bueno, quizás me tocó a mí que eso ocurriera”, reflexiona. 

En el día en que Lifschitz cumpliría años, Suma Política mantuvo un mano a mano con Clara García, que lo recordó de forma especial. “Todos me dicen que seguro Miguel estaría muy contento por el triunfo. Yo les respondo que si estuviera acá ya nos estaría exigiendo algo nuevo, porque él no se detenía, ni siquiera en la celebración, sino que siempre estaba mirando para adelante”. 

—¿Cómo analiza el resultado de las generales? 

—Fueron resultados te diría que históricos. Maximiliano Pullaro en la categoría de gobernador superó el millón de votos. En mi caso, logramos superar al propio gobernador en ejercicio. Haber teñido del color político de Unidos la Cámara de Senadores, después de tantos años de supremacía justicialista, demuestra que somos un frente con mucha fortaleza política. Así que tenemos por delante un desafío enorme, que en mi caso es apuntalar y apoyar los proyectos de Maximiliano Pullaro en la Cámara de Diputados, y estamos seguros de que va a poder llevar adelante un gran gobierno para esta gran provincia. 

—Un par de meses atrás era puesto cantado para competir por la gobernación. ¿Qué veían en el equipo, que la llevó a postularse en Diputados? 

—Yo había recorrido toda la provincia desde septiembre de 2021, cuando fue mi candidatura a senadora. Esa presencia reforzó un conocimiento y una llegada que yo había desarrollado previamente junto a Miguel. Ahora, cuando fue la hora de definir las candidaturas, como en todo equipo, uno tiene que parar la pelota y mirar cuál es el mejor rol de cada uno de los jugadores, no solamente puertas adentro del equipo, sino en las circunstancias. Y en todos estos años yo había sido la diputada más estudiosa de los temas de la provincia y quien se había plantado ante las cuestiones que consideramos muy malas de Omar Perotti. Soy de quienes más conocen qué hizo, qué no hizo, y lo tengo fundamentado. Y alzábamos la voz en todos los debates parlamentarios y también en la prensa. Por eso sentimos que efectivamente yo podía ganarle a Perotti. Y fue una estrategia efectivamente correcta.

—¿Hubo algo de desafío personal en esa disputa?

—Primero es una decisión política. Yo soy una persona que pertenezco a un partido desde hace mucho tiempo y me muevo con comodidad cuando las decisiones son colectivas. Ahora, sin dudas que la manera en que Perotti se manejó con Miguel en lo público no fue la correcta, desde aquel discurso de asunción, donde tuvo palabras tan duras, tan incorrectas, y obviamente incomprobables, porque no eran verdad. Y siento que a Miguel la vida se le truncó como para que las cosas, por peso propio, se pusieran en su lugar. Bueno, quizás me tocó a mí que eso ocurriera. 

—¿Cuáles fueron las claves del triunfo?

—Creo que viene por dos lados. Primero porque la gente valora muy mal el gobierno de Perotti, no solo en la eficiencia de su gestión, sino también en una mala relación entre el gobierno, la Legislatura, las instituciones, los municipios y las comunas. Había un quiebre muy fuerte. Pero además, porque la gente vio en Unidos un equipo sólido, un proyecto serio, con posturas y programas de gobierno ante todos los temas. Esta trayectoria de haber dado la cara, de haber llegado a todos los lugares, haber respondido aún las preguntas más incómodas, también nos dio un plus. Y creo que el hecho de que seamos varios partidos que tenemos nuestras diferencias, pero que habíamos elegido la generosidad de compartir un proyecto político, fue percibido por la gente.  

—Se va a dar algo inédito ahora que es un gobierno no peronista gobernando con mayoría en ambas cámaras. ¿Qué posibilidades abre esto?

—La comodidad para avanzar de una manera más fluida en las transformaciones. Ahora, yo estoy segura que vamos a gobernar, primero no solo para el millón y pico que nos votó, sino para toda Santa Fe. Y en la Cámara de Diputados voy a hacer los mayores esfuerzos para tender puentes y no utilizar de manera automática estos 28 votos como si fueran un trámite de “levantamanos”, sino dialogar con las minorías y enriquecer los proyectos con sus posturas también. 

—¿Y para el frente Unidos? ¿Qué futuro ve?

Veo una alianza de gobierno, no solo una alianza electoral, porque así nos lo propusimos desde el comienzo. Aquellos meses en que parecía que se demoraba la constitución del frente, para mí fueron muy útiles porque permitieron encontrar los puntos de acuerdo. A mí me parece que eso tiene mucho valor porque en ese momento dijimos que quien fuera que gane la interna tenía una hoja de ruta a seguir. Por supuesto que el gobernador le dará su impronta, pero hay acuerdos. Así que yo avizoro un excelente gobierno. 

—Con los resultados puestos, ¿entiende que las críticas que aparecían de algunos sectores hacia el socialismo por integrar esta alianza quedan zanjadas?

—Hemos tenido un gran apoyo de la gente. Por supuesto que nunca hay unanimidad, y que también entiendo y no he dejado de analizar las críticas. Y nosotros como Partido Socialista, después de las ausencias tan duras que habíamos tenido, estábamos en la disyuntiva de, o quedarnos simplemente como partido testimonial en el relato teórico de la política, o incorporarnos a un espacio de gestión, que fue lo que hicimos. Pero nosotros nos incorporamos a este espacio defendiendo nuestra identidad, con candidatos propios, socialistas en todas las categorías y en toda la provincia. Y así fue. Y eso nos permitió hoy estar en pie, tener 14 diputados socialistas dentro de los 28 de la lista, tener un senador provincial como es Paco Garibaldi en el departamento La Capital, y tener gran cantidad de intendentes, presidentes comunales y concejales, a lo largo de toda la provincia. Así que sí, entiendo, que la decisión de competir como frente fue correcta y permitió que el socialismo esté en pie. 

—¿Qué ejes se propone trabajar desde la Cámara de Diputados?

—Quizás más que hablar de los proyectos, es el nuevo perfil que esperamos para la Cámara de Diputados, que haya una muy fluida relación con el propio gobernador. Él ha planteado dos temáticas muy fuertes: la urgencia de los temas que tienen que ver con la inseguridad y también la importancia de la educación pública. Así que es muy probable que haya leyes en ese sentido. De hecho, ya anunció la ley de narcomenudeo, que implica asumir desde el compromiso provincial la persecución y el juzgamiento a través de la policía y de los fiscales provinciales el delito de la venta a pequeña escala, que es lo que está trayendo tanta violencia, sobre todo en los territorios urbanos y en nuestras barriadas. 

—¿Esta nueva composición de la Legislatura abre la posibilidad de una reforma de la Constitución? 

—Pullaro dijo que como gobernador va a estar enfocado en los temas de gestión urgente. Pero que si las cámaras entienden que hay acuerdo, quizás se pueda avanzar un poco más adelante. Todos sentimos que tener una constitución de hace tantos años, con privilegios que no compartimos y con nuevos derechos que no están contemplados, pueden ser muy importantes. Pero tomo este orden de prioridades que se fija. 

—¿Va a presidir la Cámara de Diputados?

—Ha sido tradición que quien encabeza la bancada mayoritaria así lo sea. Pero por supuesto seré respetuosa del voto de los colegas. 

—¿Qué balance hace del gobierno de Perotti?

—Es muy malo. Falló en todo. Tuvo promesas vacías para las cuales no tenía programas, ni equipos, ni proyectos, ni decisión de invertir. Tuvo por otro lado una escasa cantidad de trabajo, uno no veía ni a sus ministros ni a sus secretarios presentes ni en la provincia, ni en las instituciones, ni en los medios. Un gobierno ausente. A Rosario la dejaron muy sola y así avanzó la violencia. Así que creo que vamos a encontrarnos con una provincia estancada, varios pasos más atrás de la que lo dejamos. 

—Hoy sería el cumpleaños de Miguel Lifschitz, ¿qué le viene a la cabeza en este contexto tan particular?

—Por un lado decir que no necesitamos el almanaque para pensar en él, porque está siempre presente. En mí, en quienes lo quisimos, en quienes hemos sido sus equipos. Sin dudas que el día de su cumpleaños tiene un recuerdo muy especial. Y todos me dicen que seguro Miguel estaría muy contento por el triunfo. Yo lo que les respondo es que si estuviera acá ya nos estaría exigiendo algo nuevo, porque él no se detenía, ni siquiera en la celebración, sino que siempre estaba mirando para adelante, hacia un desafío nuevo. Eso creo que nos estaría diciendo. 

—Pullaro muchas veces dijo durante la campaña que había aprendido del mejor, con relación a Lifschitz. ¿Qué le pasaba cuando lo escuchaba en esos términos?

—Recuerdo esa relación de muchísimo respeto y trabajo. Dos personas que honraron la política, cada cual en su partido. Los vi en los momentos buenos y en los duros, que fueron muchos más, porque el tema de la inseguridad y la violencia les trajo momentos complejos, situaciones duras, momentos de dolor que compartieron y sé que Maximiliano Pullaro ha tomado muchas de esas características. Esto de empezar muy temprano a la mañana y terminar muy tarde a la noche, esto de estar presente y dando la cara cuando los momentos son duros, lo de formar equipos sólidos, no quedarse en la individualidad sino hacer de la gestión pública un trabajo colectivo. Así que creo que hay varias de sus grandes virtudes que Maximiliano ha aprendido de Miguel.

Otros tiempos, con Miguel Lifschitz

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