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Sociedad

Cómo se prepara el LIF para producir y vender Misoprostol a otras provincias

Cómo se prepara el LIF para producir y vender Misoprostol a otras provincias



Ignacio Pellizzón


El 30 de diciembre del 2020 el Senado de la Nación convirtió en ley el Acceso a la Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE), en una histórica sesión que fue seguida por miles de manifestantes y colectivos de mujeres de todo el país y en la cual también se sancionó el Plan de los 1.000 días de cuidado integral de la salud durante el embarazo y la primera infancia.

De esta manera, la Cámara que hace tres años frenó la misma iniciativa por 38 votos contra 31, le dio esta vez verde a una ley que prioriza el derecho de la mujer a decidir sobre su cuerpo por sobre las objeciones basadas en preceptos como la defensa de la vida desde la concepción.

Recientemente la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) autorizó al laboratorio público de la provincia —el Laboratorio Industrial Farmacéutico (LIF)— a producir y comercializar Misoprostol, el medicamento que se utiliza para la interrupción voluntaria del embarazo. Esto implica que el LIF podría proveer el fármaco a menos de la mitad de su valor de mercado y garantizar el abastecimiento en todas las provincias argentinas.

Suma Política dialogó en exclusiva con Analía San Román, una de las integrantes del Directorio del LIF —son cuatro personas: dos varones y dos mujeres respetando la paridad de género—, sobre cuáles son los planes de producción de Misoprostol con ley en mano, si existe la posibilidad de distribuir los comprimidos a otras provincias e inclusive exportar a otros países, entre otras posibilidades que se abren.



El LIF obtuvo recientemente la aprobación de la Anmat, ¿qué significa y por qué es una buena noticia?

—Exacto. Obtuvimos el certificado de producto por parte de Anmat. Significa que vamos poder garantizar una distribución federal a través de todo el país de Misoprostol. Hasta hoy teníamos el producto inscripto en la Dirección de Farmacia de la provincia de Santa Fe y la distribución es gratuita en el territorio. Ahora, con la aprobación de Anmat, podemos garantizar la accesibilidad en todo el país a través del Ministerio de Salud de la Nación, por medio de licitación o contratación, según consideren ellos, para comprar el Misoprostol del LIF y que lo distribuyan.

¿Cuál es el volumen de producción actual del LIF?

—Hasta el momento veníamos produciendo un total de tres lotes, es decir, 300 mil comprimidos. Con esto abastecíamos a la provincia de Santa Fe y, también, hemos realizado convenios interministeriales con la provincia de Buenos Aires para enviarles producción.

La demanda, en realidad, como la ley (de Acceso a la Interrupción Voluntaria del Embarazo) es reciente, creemos que va a ir creciendo. Pero sí estamos en condiciones de abastecer a todo el país y cubrir la demanda.

En el LIF, durante 2020, se produjeron 100 mil millones de comprimidos y acá te hablo solamente de lotes de 100 mil de Misoprostol, lo cual ya es un montón, porque la demanda está en ascenso. Entonces no va a haber problemas en acompañar el crecimiento. Hoy no hay datos precisos de cuánto será la demanda, pero sí que estamos en condiciones de poder satisfacer esa necesidad.

¿El LIF es el único laboratorio estatal de Argentina que produce Misopostrol?

—Sí. Es el único laboratorio público de producción de medicamentos que produce Misoprostol y que, además, ahora, cuenta con certificado de Anmat. Es un sello de calidad muy importante. Es lo que te permite la distribución a nivel país.

Nosotros asumimos la gestión en enero del 2020. El gobernador (Omar Perotti) nos pidió que reforzáramos las producciones en el LIF, porque había muchos comprimidos que se hacían afuera, es decir producciones asociadas.

Por ejemplo, en el caso del Misoprostol, se había hecho un lote con una producción asociada fuera del LIF. Nosotros lo que hicimos fue realizar la transferencia tecnológica para que la producción pueda hacerse íntegramente en el LIF. También iniciamos la gestión del certificado de Anmat y con orgullo lo pudimos conseguir.

Con ley en mano, ¿implica que va a haber nuevas inversiones por parte de la Provincia en este sentido?

—Nosotros ya invertimos en una tableteadora que aumentaría la producción hasta cinco veces. Después en cuanto a personal, el equipo que tenemos es suficiente. En el caso de que se requiera, se irá contratando. No es algo que nos preocupe. Es algo que se resuelve. En cuanto a equipamiento, este año iremos haciendo inversiones acordes a las necesidades. Hoy hay unas 140 personas trabajando en el LIF.

¿El LIF distribuirá Misoprostol a obras sociales y prepagas?

—El Misoprostol que nosotros fabricamos es para distribución hospitalaria únicamente. En el caso, por ejemplo, de la obra social de la provincia de Santa Fe (Iapos) no habría problemas en abastecer.

En el caso de otras provincias, estamos viendo. Somos una sociedad del Estado y abastecemos al sistema de Salud Pública provincial o nacional. Entonces, las obras sociales tienen un gris en este aspecto. Lo que sí, a farmacias no podemos distribuirles, porque no nos dedicamos a la comercialización del producto. Estamos analizando las variables. Quizás en convenio con la provincia sí podríamos abastecer obras sociales, pero no sabemos todavía.

A prepagas no abastecemos porque nuestro compromiso es con el acceso a la salud pública. Hay un laboratorio privado, “Domínguez”, que es el que cubriría estos nichos.

¿Cómo sigue la producción hoy en día y qué proyección de inversión económica hay para este año?

—En breve sacaremos otro lote que será auditado por Anmat para obtener el certificado de comercialización y ahí termina el trámite. Al momento, no se sabe la inversión que habrá destinada para la producción de Misoprostol en este 2021.

Por ahora, otra inversión no sería necesaria. Porque una cosa es el Paracetamol y otra el Misoprostol. En el primero hacen falta 60 millones de compromisos, mientras que en el Misoprostol con 200 mil unidades ya es un montón, porque no es el mismo consumo. No es algo tan masivo. Si bien es esencial según la Organización Mundial de la Salud (OMS), no es de consumo masivo.

¿El LIF podría exportar a otros países su Misoprostol?

—Por ahora no hay ofertas. Todo es muy reciente. Pero sí estamos interesados, porque nos gustaría participar de licitaciones internacionales. Es un producto que nos interesa exportar. A partir del certificado de Anmat nos da esta posibilidad.

¿Hay competencia internacional en cuanto a producción?

—Desconozco que haya laboratorios públicos en el resto de Latinoamérica para competir.



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