Disculpas y a otra cosa. Con una breve aclaración sobre lo sucedido, el Concejo de Rosario dio por cerrada la polémica generada por el “like” del concejal Marcelo Megna en redes sociales, donde se avalaba el atentado contra la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner. El pedido para evaluar la actuación del edil por parte del interbloque peronista no logró prosperar en la comisión de Labor Parlamentaria y tampoco fue presentado sobre tablas en el recinto. Algo similar ocurrió la semana pasada con Amalia Granata en la Legislatura santafesina, donde el peronismo no consiguió los acuerdos suficientes para avanzar en su remoción.
La agenda fue desdibujando el tema. El enojo que había desde distintos sectores políticos de la ciudad contra aquellos dirigentes que, lejos de solidarizarse, descreyeron o se burlaron del ataque contra la vicepresidenta, finalmente no se tradujo en acciones concretas. En una sesión copada por el reclamo de acciones para prevenir los incendios en los humedales que llenan de humo a la ciudad, y el aumento de la tarifas de los taxis, no hubo demasiado margen para abordar la polémica.
Apenas unos pocos minutos sobre el final de la sesión le bastaron a Megna para dar por cerrado el tema. El concejal de la Unión Cívica Radical (UCR) pidió la palabra y en un breve discurso aclaró que de ningún modo está de acuerdo con el intento de magnicidio. También destacó que durante su carrera había trabajado en tareas solidarias junto a diversos espacios políticos. “La violencia no está en mi esencia”, remarcó.
Durante la alocución se dio un hecho anecdótico: el discurso de Megna no salió por el streaming de YouTube donde se suelen transmitir todas las sesiones, que justo se cortó cuando estaba por comenzar a hablar el concejal del radicalismo y volvió durante las palabras finales. El hecho despertó suspicacias en algunos ediles del peronismo, pero fueron rápidamente desalentadas: la transmisión tuvo cortes y se fue tildando en distintos momentos de la sesión.
Negociaciones
El “Me gusta” de Megna en sus redes había despertado el enojo de distintos concejales del PJ, que de inmediato presentaron un proyecto de resolución pidiendo una sesión especial que evalúe si su accionar era meritorio de algún tipo de sanción. La iniciativa fue presentada este miércoles en la reunión de Labor Parlamentaria pero terminaron primando las negociaciones y el diálogo entre los bloques.
Desde Juntos por el Cambio propusieron que Megna ingrese una nota con un pedido de disculpas. Pero desde el peronismo querían una manifestación explícita de defensa de la democracia y los derechos humanos. Por eso se terminó acordando que haya una intervención sobre el final de la sesión. Ese acuerdo desactivó la posibilidad de que la resolución sea presentada sobre tablas y que los concejales tengan que sentar postura a favor o en contra de evaluar la conducta de su par.
Durante la reunión de Labor Parlamentaria el concejal del radicalismo manifestó su arrepentimiento por lo sucedido y ratificó lo que había dicho con anterioridad: que puso un “like” a la publicación sin prestar demasiada atención de las consecuencias que eso podía traer. Y eso volvió a abrir el debate sobre el uso responsable de redes sociales en los funcionarios públicos.
“Yo planteé que el tema de las redes sociales no era una cosa tan inocua como otros manifestaban”, explicó la concejala Marina Magnani. “De hecho hay gente imputada penalmente por comentarios en redes sociales, como pasó con los pibes que pusieron cosas contra Mauricio Macri. Entonces digo que no minimicemos estas cosas. No le quitemos importancia”, agregó.
Magnani fue la impulsora de la resolución que buscaba evaluar la conducta de Megna, argumentando que su accionar configuraba una violación a la Ley de Ética Pública, la Ley de Partidos Políticos, la Ley Orgánica de Municipalidades, el reglamento interno del propio Concejo y la Constitución Nacional. Y por eso reclamaba sanciones más duras como descuento de sus haberes, suspensión en el cargo y cursos de formación en derechos humanos.
Con el pedido de disculpas, se le pone punto final a la novela. “La rectificación en público es más de lo que se logró en el caso de Amalia Granata. Institucionalmente muchísimo mejor de lo que pasó en otros cuerpos legislativos”, evaluó Magnani.
El caso Granata
Misma suerte corrió el proyecto de remoción presentado contra Amalia Granata en la Legislatura de la provincia de Santa Fe. Desde el primer momento la diputada provincial sostuvo en sus redes sociales que el atentado fue una puesta en escena por parte del propio kirchnerismo. “Todo armado, qué pantomima. Ya no saben qué hacer para victimizarla y para que suba en las encuestas”, escribió en sus redes sociales la misma noche del atentado.
Ante esas declaraciones, el jefe del bloque justicialista en la Cámara de Diputados de la provincia, Leandro Busatto, impulsó un pedido remoción contra Granata por sus dichos “antidemocráticos”. Pero lejos de cambiar de postura, la legisladora fue más allá: “No me busquen, porque miren que voy a empezar a hablar de todos sus chanchurrios”, dijo en declaraciones a Radio Mitre.
La semana pasada se trató el tema en la comisión de Labor Parlamentaria pero el peronismo no consiguió los votos necesarios para avanzar en su remoción y el caso finalmente quedó en la nada. Durante esa reunión Granata pidió disculpas por las declaraciones radiales; sin embargo, en redes sociales sigue manteniendo su postura de que el atentado no fue real.
Autor
-
Periodista. Licenciado en Periodismo (UNR). Conductor y productor en radio Aire Libre (91.3). En Twitter: @NachoCagliero