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Política

La “politización de la farándula” en Santa Fe: un síntoma de época

La presentación y cierre de listas de cara a las elecciones para la reforma constitucional y para autoridades municipales tanto en Rosario como en Santa Fe se encontraron (otra vez) con figuras de la televisión encabezando listas para un cargo público. El fenómeno tuvo un importante crecimiento en los últimos comicios y parece ser una tendencia que ya está establecida en la provincia.

No importa el campamento político, todos han mirado hacia las pantallas en búsqueda de un rostro conocido que más que representar una idea o la cinchada por el poder de determinados valores o proyectos, atraiga la mayor cantidad de votos posibles.

Los pensadores de la política vernácula están de acuerdo en remarcar que esta estrategia para armar las listas de candidatos tuvo su primer gran estallido durante la década menemista con la inyección de figuras provenientes del deporte, de la televisión, de la música o con apellidos de gran simpatía popular.


Nombres con rating


Los periodistas que saldrán a las urnas el próximo 13 de abril son Juan Pedro Aleart, el joven conductor del informativo De 12 a 14 en El Tres, que competirá por La Libertad Avanza, y el ex columnista deportivo Pablo Gavira (también ex empleado de Televisión Litoral) que llevará el estandarte de la lista evangélica de Una Nueva Oportunidad (UNO). Además, el conductor del programa “Moda en Off” Oscar Fernández Fini se postuló para edil rosarino por la lista Fuerza Hermanos, compuesta por las rémoras de la Coalición Cívica.



En la ciudad de Santa Fe, la conductora del noticiero del mediodía de Telefé Santa Fe, María del Carmen Luengo, competirá en las internas de Unidos para Cambiar Santa Fe para una de las bancas a concejal de la capital provincial. De ese mismo canal proviene la candidata libertaria, Ana Cantiani, cronista de espectáculos. A su vez, el periodista deportivo Adrián Brodsky será quien encabezará la lista para concejales del peronista Marcelo Lewandowski (también surgido del periodismo deportivo).

Con lo cual, la lista de nombres de comunicadores que pasaron a tener un cargo público es la siguiente: los justicialistas Lisandro Cavatorta, Marcelo Lewandowski, Norma López, María Fernanda Rey, la pañuelo celeste Amalia Granata y los oficialistas Ana Laura Martínez, Carlos Cardozo, Flavia Padín, Susana Rueda, Gustavo Rezzoaglio, Ciro Seisas, Carolina Losada y Miguel Tessandori. Solo por nombrar a quienes aparecen en la lista de los últimos años. El contador va en favor de Telefé en tanto semillero de funcionarios. 

No obstante, cabe destacar que hubo nombres que danzaron entre los pasillos del Palacio de los Leones, entre las oficinas del Vasallo, en las esquinas de la Gobernación. En los últimos meses se supo que el partido de la rosa roja buscó tentar a Leo Farhat, conductor del noticiero del canal de las tres pelotas, mientras que el medio La Política Online publicó que la propia Karina Milei buscó convencer a Nacho Russo, director del Grupo Boing, para integrar una lista para La Libertad Avanza. Ambos declinaron sus propuestas.


Cuestión de imagen


La Encuesta de Consumos Culturales realizada por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) en 2023 estableció que el 69 % de la población sigue mirando televisión por cable (no así televisión por aire), mientras que los programas informativos y deportivos son los más elegidos por la población, junto con las películas y los programas de entretenimiento.

Si se observa que el 56 % de los encuestados tienen entre 18 y 49 años, esto bien podría relativizarse. Sin embargo, es un hecho probado que el consumo de programas periodísticos ha bajado enormemente en los últimos años, nominalmente, aunque en proporción siguen siendo los más vistos.

Es por esto que el empresario y ex conductor de CQC Mario Pergolini sostuvo, en diálogo con el periodista Reynaldo Sietecase en la señal Ahora Play, que “los medios de comunicación no van a poder construir personalidades nuevas, a la televisión le va a costar mucho poder construir una nueva personalidad”, y aventuró: “No creo que los próximos presidentes del mundo vayan a salir de los partidos políticos”.

“Hay una cuestión que tiene que ver, en el marco de esta crisis de representatividad, con el tema de la cultura de la imagen. Quizás en los años 90, las figuras que tenían mayor popularidad eran cantantes, ex deportistas, entre otros. Ahí está jugando el tema de la visibilidad, de la imagen”, sostuvo Aníbal Torres, integrante del Observatorio de Política Electoral de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), en recuerdo de las candidaturas del cantante Ramón “Palito” Ortega, el corredor de Fórmula 1 Carlos “Lole” Reutemann y el ex piloto de motonáutica Daniel Scioli para la gobernación de Tucumán, Santa Fe y Buenos Aires respectivamente, durante el gobierno de Carlos Menem.

Desde esa perspectiva, Torres advirtió a Suma Política que la figura de los periodistas que encabezan segmentos populares de los programas de medios de comunicación toman relevancia a la hora de buscar nombres que sean de público conocimiento en las masas: “Son personas que están mucho tiempo frente a cámara, que tienen presencia en redes sociales. Los casos que tenemos en Santa Fe de este fenómeno no es casual que sean periodistas, sobre todo periodistas oriundos de la televisión. O sea, no es casual que sean personas que estaban muy familiarizadas con la construcción de una imagen”.

Hay un detalle que no es menor y que habla de la importancia de la imagen a la hora de elegir a los posibles objetivos del coqueteo de las escuderías políticas: durante el menemismo, salvo por el tardío caso de Lidia Elsa Satragno (la conductora televisiva más conocida como “Pinky”) que fue por la Alianza en 1999 por la intendencia de La Matanza, los outsiders convocados para desprofesionalizar la política provenían de diferentes actividades. Los últimos años, los nombres destacados que saltaron de la pantalla chica al escaño fueron casi exclusivamente periodistas y comunicadores.

Es en este sentido que puede entenderse la advertencia de Pergolini: si la búsqueda de alfiles para encabezar listas para cargos legislativos continuara hurgando en los medios de comunicación, fundamentalmente audiovisuales, las redes sociales y los canales de streaming no tardarán en llegar a los radares.

Por su lado, el consultor y director del posgrado en Comunicación Política de la UNR Lucio Guberman no quiso quedarse con la definición de “farandulización” a secas, ya que “me suena muy televisivo y ahora tenés mucha participación de las redes sociales, aunque todavía no hay candidatos puramente inventados en las redes pero cada vez influyen más”, y puso en duda el diagnóstico de una “crisis de representación” en la provincia.

“Lo que generó la boleta única es una potenciación de esas caras conocidas respecto de los aparatos políticos”, no obstante el instrumento político no termina de explicar esta explosión de caras conocidas en las elecciones: Lewandowski y Losada fueron electos por el sistema de boleta sábana, mientras que el expediente Ortega-Reutemann-Scioli requiere otro tipo de análisis.



Crisis de representación


“Estamos ante una crisis de representación no solamente de los dirigentes sino también de los propios espacios políticos en cuanto a la pérdida de representatividad de lo que desde los valores, de los ideales, de las plataformas por así decirlo, que se le atribuían a cada marca o etiqueta, como se le suele decir en el ámbito electoral”, afirmó Torres.

En este sentido, el integrante del observatorio universitario apuntó que los partidos políticos tradicionales “quizás no expresan lo que expresaban antes” y que la atracción de los votantes dejó de pasar principalmente por el carril de la identificación ideológica para transitar en el del reconocimiento o proyección sobre personalidades que le son más cercanas.

Para Guberman la situación es más matizada: “Lo que tenés son candidatos del deporte y del periodismo, sobre todo en Rosario, pero la lista más grande, la del oficialismo provincial y la municipal en Rosario, están encabezadas por políticos. Nada menos que el gobernador de la provincia Pullaro y (Carolina) Labayru, que es una funcionaria del Ejecutivo municipal de Rosario”, explicó. Según el consultor, es probable “que Aleart saque más votos por La Libertad Avanza que el oficialismo y demás”, pero sostuvo que “las dos ofertas van a ser competitivas”.

No obstante, el estudioso apuntó que ya es posible hablar de la “politización de la farándula”, y ejemplificó con el caso de Amalia Granata, quien “arrancó en esa liga farandulesca y ya lleva varias elecciones. Se va convirtiendo en una profesional de la política, criticando, negociando, moviéndose hasta en el ámbito del Poder Judicial para hacer política, empieza a haber complejidades de algunos actores de la farándula para jugar al juego político”.

Para el comunicador y conductor del programa de streaming Cabaret Voltaire, Mauricio Vera, la convocatoria de periodistas e integrantes de la farándula a la batalla por la representación popular tiene origen en la “búsqueda de los partidos políticos de conseguir votos lo más fácilmente posible, tener una figura que ya sea conocida y que la gente por ahí pueda llegar a querer votar”, lo cual se suma al hecho de que los partidos políticos “no están teniendo la capacidad de generar eso mismo por otros medios desde hace mucho tiempo. No es que el peronismo o el radicalismo en este momento tienen cuadros políticos que lleven adelante alguna política pública, se hagan conocidos por eso y la gente los quiera votar. Existe algo de falta de imaginación política de fondo”.

En este mismo sentido, el joven agregó que los partidos políticos tradicionales buscan referentes “lo más barato posible, no por plata sino por cantidad de esfuerzo, cantidad de tiempo, cantidad de trabajo y que no pueden generar los propios. Son cada vez menos los militantes que se convierten en políticos profesionales y por eso acuden a personajes que sean lo más conocidos posible”.

“Hay un cambio en la comunicación política, entre falta de resultados descollantes de las gestiones tanto presentes como pasadas y un contexto de heterogeneidad en el origen de los candidatos. No lo plantearía simplemente como crisis”, reflexionó Guberman en diálogo con este medio, y argumentó que “la política viene por debajo de la expectativa de la gente, por debajo de la demanda de la población desde hace muchos años. Los medios incentivaron, remarcaron, resaltaron ese desfasaje. Entonces no es raro que después personajes de los medios o que los medios trataron bien, como campeones deportivos o los mismos periodistas, tengan más facilitada la aprobación de la opinión pública que los provenientes de la política, que está señalada como permanente fracaso”.


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