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Política

Recalculando: las razones del “retoque” de Javkin al fuerte ajuste del transporte

Pablo Javkin tomó nota en persona, en sus redes sociales, de los rechazos que iba generado el plan de adecuación del transporte urbano. En sus cuentas el intendente recibió numerosas críticas de usuarios, vecinales e instituciones que le advertían sobre el impacto negativo de sacar líneas históricas de circulación y la fusión de otras tantas por el desplome en la venta de pasajes. Y resolvió dar una marcha atrás parcial para evitar el costo político de una catarata de cuestionamientos diarios en los medios y las redes por una movilidad fracturada, barrios desconectados, frecuencias eternas y problemas de seguridad. 

Lo hizo bancando a sus equipos técnicos, a su secretaria de Transporte, Eva Jokanovich y con un nuevo mensaje destinado a sus adversarios internos del socialismo. 

“Muchas veces la gente conoce el sistema y puede aportar más que los equipos técnicos. Por supuesto esto es imposible de hacer sin la calidad de los equipos técnicos, pero escuchar evita el error. Este es un camino que en materia de transporte es bueno recorrer porque parte de los problemas que tenemos es por no haber hecho este proceso”, disparó en alusión a decisiones que tomó la gestión anterior entre cuatro paredes, sin contacto con la calle.

Cuando este cronista le preguntó si esa afirmación era una crítica solapada a las gestiones de Mónica Fein en la Intendencia, Javkin no retrocedió: “Bueno, teníamos un sistema de transporte diseñado para 650 mil pasajeros y claramente teníamos 450 mil. Eso como estaba pensado no se podía implementar”, otro palo al socialismo por haber calculado un esquema con 30 por ciento más de usuarios de los que había en tiempos de normalidad pre pandémica. Un sistema ambicioso, con redes troncales, estaciones de transferencia y frecuencias propias de una urbe nórdica.

En el Palacio de los Leones son conscientes de que el lunes Javkin empieza a jugar un partido donde será protagonista y no un personaje auxiliar. Las restricciones y regulaciones de la pandemia le dieron al intendente un fuerte respaldo de gran parte de la ciudad a su gestión. Pero el tema lo excedía, eran más bien competencias nacionales y provinciales. Ahora se juega en su cancha y la responsabilidad será exclusiva de su gestión.



¿Alguien se equivocó al lanzar un plan que tuvo que ser cambiado antes de implementarse por los rechazos que generó?, preguntó Suma Política en la Municipalidad. “Acá había que levantar un muerto y salir a la cancha a atajar los penales. Si primero abríamos el diálogo sin nada en concreto era todo muy abstracto, íbamos a un escenario de asamblea permanente y no se tomaban medidas urgentes como lo requiere el momento”, respondieron.

Altas fuentes municipales confiaron que Javkin pondera el trabajo de Jokanovich a quien considera una experta con territorio. Y la diferencia de sus antecesores en la materia. Tanto que el día que anunció los cambios al plan la sentó a su lado y tras dar un mensaje político dejó en manos de su funcionaria los detalles: modificaciones para favorecer a los barrios Tablada, Saladillo, Hostal del Sol y Pichincha. Y en agenda Echesortu.

“Cuando presentamos la propuesta de adecuación, esperamos quince días para la implementación y es lógico que cuando uno toma una medida de esta magnitud y obligado por una circunstancia, queden cuestiones a resolver. La decisión de tomarnos un tiempo entre que la propuesta se difunde y se implementa permite estas cosas y evitamos el error”, reforzó el jefe comunal.

Javkin sostuvo que la readecuación del sistema fue “una medida no elegida. Fue una decisión que había que tomar para que el servicio subsista. Después de diez meses de un sistema de transporte en emergencia, con todos los problemas financieros que tuvo, mi primera obligación es que funcione. Prefiero asumir el costo de una readecuación pero que mejoren las frecuencias. Si no nunca vamos a recuperar la cantidad de pasajeros”.

Respecto a los plazos, la emergencia que aprobó el Concejo le dio facultad a la Intendencia para extenderlo hasta dos años, o hasta que se recupere el 90 por ciento de los boletos que se vendían a comienzos de marzo de 2020. 

En la gestión local esperan levantar las restricciones lo antes posible. “Dependerá de la vuelta a la presencialidad de las clases en las escuelas, las facultades, de cómo siga el home office, de cómo evolucione la pandemia y la cantidad de casos que tengamos a diario”, resaltaron.



Los taxistas, ganadores ante la crisis


Los cambios en el transporte y la menor cantidad de colectivos en la calle favorecieron a los taxistas que en pleno verano notan una suba en la demanda, a contramano de veranos anteriores. Pero no todas son buenas para el sector: los costos no paran de subir y a 45 días del último aumento de valores que aprobó el Concejo el atraso tarifario según el Ente de la Movilidad ya llega al 40 por ciento.

Mientras el sistema de colectivos apenas recuperó el 35 por ciento de los pasajeros que tenía la primera semana de marzo de 2020, antes de las restricciones por la pandemia, los taxis de la ciudad hicieron a fines de diciembre el 90 por ciento de los viajes que hacían antes de la cuarentena.

Desde la Cámara de Titulares de Taxis de Rosario (Catiltar), Marcelo Díaz admitió que se nota un “importante repunte” en la cantidad de viajes que se están realizando en pleno enero, que históricamente era un mes para el olvido para los tacheros. Pero “los cambios en el transporte” y la poca cantidad de rosarinos que se fue de vacaciones fuera de la ciudad producto de la pandemia y la crisis, redundó en un pequeño veranito para el rubro.

Según datos oficiales, el 12 de marzo de 2020 se hicieron 82.732 viajes en taxis. A fin de marzo fueron apenas 13.700. Y el 30 de diciembre subió a 73.008. La semana pasada el promedio fue de 62 mil despachos.

La apuesta del sector es seguir sumando pasajeros. Y confían que el sistema de transporte que debutará el lunes al menos en una primera instancia los beneficiará.

Mientras, según el último estudio del Ente de la Movilidad la tarifa está 40% atrasada: la bajada de bandera debería costar 114 pesos frente a los 81 pesos actuales. Y el GNC sigue subiendo a un ritmo cada vez más vertiginoso: pasó de 23,49 pesos el metro cúbico en enero de 2020, a los 32 pesos en la actualidad, una suba de casi el 50 por ciento en un año.

Igual los referentes del sector por ahora no piensan pedir un ajuste tarifario, aunque ya lo agendan para gestionar en el Concejo tras el receso legislativo de verano.


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