Despacio, enredada y con la cuota de incertidumbre que trae desde el primer día, la ley Bases en el Senado se consumió la primera semana de sesiones informativas a cargo de funcionarios del gobierno nacional, y pasó a la segunda: ahora será el turno de más de 30 instituciones de la producción y el trabajo a las que propuso dar la palabra el bloque de Unión por la Patria (UxP) y que el oficialismo libertario y su aliado permanente, el PRO, no tuvieron el volumen político necesario para evitar.
Por ahora no se configura el ganador neto en una pulseada histórica y que podría ser clave en la suerte temprana del proyecto político de Javier Milei. El oficialismo conserva chances de conseguir al menos la aprobación en general, pero peligran los tiempos políticos con que el presidente Milei imaginó su relanzamiento político, con el Pacto de Mayo (el 25, en Córdoba). El final de esta durísima tensión legislativa podría resolverse con ganadores y perdedores parciales: el gobierno podría celebrar una aprobación “en general” de la ley, aunque limada y vaciada en varios de sus capítulos, que luego pasarían otra vez por la revisión de Diputados. La oposición se encamina a conseguir, al menos, dilación en el tiempo, y recorte de parte de sus contenidos más resistidos.
Será clave la profundidad de los cambios parciales, el voto artículo por artículo (así se hará en el Senado) y si los opositores consiguen o no, en alianza táctica con sectores del radicalismo y partidos provinciales, imponer mayorías muy amplias en temas como el rechazo a las privatizaciones de empresas públicas.
En esa hipótesis, la ratificación posterior de Diputados, si busca insistir con la versión original, pasaría a necesitar unos números que no tuvo cuando se expresó la media sanción. Los capítulos del Régimen de Incentivos a las Grandes Inversiones (RIGI), que superen los 200 millones de dólares; la potestad para privatizar, intervenir y liquidar decenas de empresas y organismos públicos; la mayoría de los artículos sobre la liberalización en la explotación de los recursos naturales y, entre varios otros, la restitución del impuesto a la Ganancias para los trabajadores asalariados, generaron un rechazo explícito de más de la mitad de los senadores durante las casi 20 horas de sesiones del plenario tripartito de comisiones, que trabajó martes, miércoles y un rato por la mañana el último jueves.
El oficialismo no quiso, no supo o no pudo atropellar con la firma de un dictamen de mayoría tal cual llegó de Diputados con la media sanción. No cuenta, por ahora, con el número de firmas, y, obligado, le concedió a la oposición los beneficios políticos de la dilación a través de interminables sesiones informativas. Tampoco la oposición cuenta por ahora con las firmas necesarias para impulsar un dictamen de rechazo y llevarlo rápidamente al recinto. Se trata de un empate, con media docena de senadores más difíciles de atrapar (en su definición política) que un jabón mojado que se escapa de las manos durante la ducha.
Ya desde el primer día de sesiones del plenario de Legislación General, Presupuesto y Hacienda, y Asuntos Constitucionales, quedó manifiesta la coincidencia discursiva, incluso táctica, para decidir incorporar nuevos invitados, entre los opositores peronistas y al menos un sector del bloque de la UCR (Martín Lousteau), y también legisladores de todos los partidos de las provincias patagónicos. Con todo, salvo los 33 de Unión por la Patria (UxP), en el resto de los senadores no aparece, por ahora, de manera nítida, la confirmación de al menos otros cuatro votos de rechazo frontal a la ley Bases, que sumados constituirían el número de la mayoría absoluta: 37.
El ministro Guillermo Francos, que estuvo presente y expuso en el Salón Azul (bajo la mítica cúpula mayor del Palacio), dijo este viernes que confía en que la ley conseguirá 38 votos en general, a la vez que aceptó que habrá cambios y volverá a Diputados. Con todo, los tiempos resultan ajustadísimos para el oficialismo; debería lograr tener firmado el dictamen de mayoría el próximo jueves 16 de mayo, para llevarlo el 23 de mayo al recinto y conseguir la aprobación. Y que el presidente lo pueda exhibir el 25 en Córdoba como un éxito político.
En el campamento peronista los cálculos son distintos. Según creen, todavía cuentan con varias cartas para jugar y estirar los tiempos del tratamiento de la ley. Y que para el 25 de mayo Milei no tenga la ley Bases para mostrar en la puesta en escena del “Pacto de Mayo”. El peronismo cree que tiene chances de volcar la votación hacia la negativa en general, pero si no fuera así, al menos introducir cambios profundos y postergar “al menos hasta el 30 de mayo” la sesión en el recinto.
Un senador peronista le dijo a Suma Política: “Diputados estuvo como cuatro meses dando vueltas con la ley Bases, ¿por qué creen que a los senadores nos van a llevar puestos en dos semanas?, no estarían entendiendo cómo funcionan las cosas”.
De los tres senadores santafesinos, solo el de UxP, Marcelo Lewandowski, siguió de manera activa las jornadas del plenario de comisiones y promete otro tanto para la semana que viene. Según le expresó a este medio, el rosarino cursó una invitación entre otras entidades a la Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina (Adimra), que sería incluida entre los expositores en el Salón Azul del Senado la próxima semana.
En su intervención en el plenario, expresó: “Cuando miro el combo de hacia dónde vamos, veo que sacan los recursos y el desarrollo interno no lo veo”, y continuó; “Si Milei admira a Trump, ¿qué hizo Trump?, bajó el costo de la energía. En la Argentina tenemos una caída de la actividad industrial del 21,2 por ciento interanual, con actividades que cayeron más del 50 por ciento”, fustigó Lewandowski. Sobre el programa de incentivos RIGI, el senador de Rosario dijo que “atenta contra la producción nacional, tiene un trato preferencial para los importados que compiten con nuestros productos”.
A su turno la senadora aliada del oficialismo Carolina Losada tuvo un fugaz paso por el plenario, pero no se expresó. El restante senador, Eduardo Galaretto, tampoco tuvo participación en el plenario.
