Frente a la severa crisis que atraviesa el centro de Rosario, el municipio tiene en carpeta un paquete de propuestas con el que apuntará a reforzar la experiencia “del aquí y ahora”, un diferencial de la zona que la tecnología no logrará cambiar. Algunas iniciativas ya están en el Concejo y otras llegarán en las próximas semanas, en base a un trabajo que vienen liderando dos de las integrantes más jóvenes del Gabinete: Agustina González Cid (Planeamiento) y Eva Jokanovich (Movilidad).
La tesis que sostiene el plan oficial es que la crisis no se explica sólo por las esquirlas de la pandemia, sino que se inscribe en un fenómeno más amplio, en el que la tecnología viene impulsando cambios drásticos en las actividades que históricamente marcaron el pulso vital del centro. Desde la masividad del teletrabajo hasta la explosión del comercio electrónico, pasando por el home banking o las apps de delivery, la nueva normalidad llegó para quedarse. Frente a ello, el objetivo es adaptar los usos de la zona a los tiempos que corren.
“No es que el centro tenga que morir. Tiene que cambiar a los momentos en los que estamos viviendo”, afirma González Cid, una de las debutantes en el primer equipo de la Intendencia durante la actual gestión. Detrás de esa definición hay algunas propuestas, que pronto comenzarán a generar debate en el Concejo. Una de ellas es permitir que los inmuebles patrimoniales de la peatonal Córdoba permitan nuevos usos comerciales en las plantas intermedias, por ejemplo un bar sobre una terraza a media altura.
La joven arquitecta está trabajando las modificaciones en el marco de la Comisión Asesora que funciona dentro de Planeamiento, a la que asisten referentes privados del mundo de la construcción, tanto a través de los colegios profesionales como de las cámaras sectoriales. De esas reuniones ya se despacharon los proyectos para modificar el régimen normativo para las calles Maipú (desde Pellegrini a Urquiza) y San Juan (desde Maipú a Entre Ríos).
Por estas semanas, la Comisión Asesora ultima los detalles de una ordenanza que afectará directamente a las dos arterias más tradicionales del comercio rosarino: las peatonales Córdoba y San Martín. Allí se propondrán nuevos cambios al Código Urbano, con la meta de incentivar la construcción de departamentos —lo que a su vez, permitiría el objetivo de fondo: acercar más gente al centro—. Edificios de hasta diez pisos (hoy el límite es ocho), plantas bajas más altas y punto final a la obligatoriedad de incluir cocheras formarán parte del menú de propuestas.
“Pretendemos que en algunos puntos, el basamento copie la altura del edificio patrimonial para conservar la fachada y después se recedan cinco metros, lo que permitirá generar terrazas a media altura, donde pueda funcionar un área gastronómica o un gimnasio, por ejemplo”, ejemplifica González Cid, quien sostiene que los rosarinos podrán redescubrir sus edificios históricos, que hoy sólo ven a ras del suelo. Con el mismo espíritu, se buscará extender una cuadra hacia el norte la peatonal San Martín, para conectarla con el hotel Savoy.
A pedido de los privados, también se incluirá la posibilidad de sumar playas privadas de estacionamiento para bicicletas, promoviendo más lugares para guardar este tipo de vehículos. Hoy la normativa contempla la obligatoriedad de construir estos espacios pero para uso exclusivo de sus residentes: la idea es que ahora puedan ser utilizados por terceros.

Un andar más amable
El capítulo movilidad también forma parte importante de las reformas. Desde esa Secretaría confirmaron que estudian modificaciones para lograr un centro “más calmo”, con intersecciones más seguras y donde tanto el peatón como el ciclista se sientan más bienvenidos. Esto se cristaliza a través de una batería de propuestas, que incluye reducción de velocidades, generación de zonas calmas y ampliación de veredas. En particular respecto al último punto, aclararon que no se realizarán obras como las de la última gestión Fein, que generaron mucho malestar en los comerciantes.
En esa misma línea, destacaron las modificaciones introducidas en los proyectos para Maipú y San Juan, donde se planten veredas más verdes, para aquellos emprendimientos donde se gane espacio público por un mayor retiro. Un ejemplo puede verse en la esquina noroeste de San Juan y Baron de Mauá, donde recientemente se refaccionó el local en el que funcionaba una talabartería.
También dentro de este apartado debe consignarse que durante la última visita del presidente Alberto Fernández se firmó un convenio por 187 millones de pesos, titulado “Red de Vías Seguras para Ciclistas”, que entre otros aspectos plantea reparaciones a las ciclovías existentes en el centro.
Plan especial para estacionamientos
Otra de las novedades que presenta el plan Javkin tiene que ver con la transformación de las playas de estacionamiento. La Intendencia sostiene que estos grandes lotes, que sólo alojan autos, están subutilizados, por lo que planteó una serie de incentivos para su reconversión a través de nuevos desarrollos inmobiliarios.
El proyecto en cuestión, que ya ingresó formalmente al Concejo, propone crear un régimen especial al que sólo ingresarían lotes con una superficie mínima de 1.000 metros cuadrados dentro del área determinada por Mendoza, Urquiza, Paraguay y Laprida. Allí podrán levantarse “paseos comerciales de alto impacto urbanístico e intervenciones urbanísticas innovadoras que induzcan la construcción de nuevos espacios públicos”, los cuales podrán tener mayor superficie edificable (hasta un 10% más) y alturas especiales (hasta 60 metros).
El texto posee una cláusula especial que está destinada a generar polémica, porque le pone plazos a los ediles para tratar los proyectos. En su artículo 5 indica que “con el fin de agilizar las transformaciones (…), la propuesta será tratada (…) dentro del plazo de cinco sesiones ordinarias”. Según pudo conocer este medio, su inclusión se debió a que algunos privados señalaron que les da “temor” que se repita lo sucedido con el emprendimiento de Aldo Lattuca, cuando pasó casi un año entre su ingreso al Concejo y su aprobación en el recinto.
