La investigación fiscal contra el ex director regional de la ex AFIP en Santa Fe y Rosario Carlos Vaudagna se inicia a partir de un teléfono del funcionario que denota actividad económica ilícita de su parte y también de su grupo familiar primario. Los indicios marcan una actividad de lavado de activos y otros delitos que eran antagónicos con el comportamiento funcional esperado de un responsable del máximo organismo recaudador, la ahora denominada Arca (Agencia de Recaudación y Control Aduanero).
En las imputaciones contra Vaudagna que se llevan adelante en seis fiscalías federales diferentes aparecen claves de un accionar ilegal que adoptan la forma de un patrón. El hecho fijado como precedente para el lavado de activos se relaciona con la empresa Vicentin SAIC ya que Vaudagna justifica con una falsa escritura de un bien propio un depósito de 211 mil dólares encontrado en la caja de seguridad de un hijo de Omar Scarel, ex presidente y síndico de la agroexportadora.
Según el fiscal federal de Reconquista Roberto Salum, que pidió la indagatoria, Vaudagna, con complicidad de otros funcionarios en algunos casos, utilizaba su cargo, la estructura material y sus influencias a cambio de dinero, favores y bienes. “No se concibe que esta estructura delictiva lo sea a título gratuito y de hecho la clandestinidad en la que se desarrolló y el crecimiento patrimonial del imputado y sus testaferros así lo demuestra”, remarcó en su planteo.
Hay al menos seis testimonios claves del propio Vaudagna que exhiben para el fiscal Salum que el funcionario de la ex AFIP había comprado dos mutuales, que se encontraban constituidas pero inactivas. A esas mutuales las utilizaba para facturarle a personas físicas o jurídicas por servicios profesionales que les prestaba, lo que era incompatible con su función pública.
Aquí se detallan las acciones más significativas que fueron descriptas al juez federal de Reconquista en suplencia Ricardo Mihanovich que el 20 de noviembre pasado acepta las medidas solicitadas de allanar a 18 personas del entorno del jefe de la AFIP y congelar sus cuentas.
• Vaudagna le dice a Raúl B., socio de la Mutual Prestaciones Farmacéuticas de Santa Fe, las actividades para las que concibe a esa mutual. “Muchas veces los directivos principalmente están pasados de gastos personales, les podemos dar el CUIT de la mutual para que a través de ella canalicen las erogaciones que no pueden justificar. Hoy tenemos formalmente perfecta la mutual, ya lleva como 15 años impecable, tenemos que seguir de ese modo, pero dándole volumen de prestaciones. Cuando se genere caja, también tenemos que pensar en aportar al proyecto inmobiliario buena parte de ese resultado”. El proyecto inmobiliario, según el fiscal, es un desarrollo en la ciudad de Santa Fe llamado Terrazas de Ayres.
• Comunicación con el abogado estadounidense Michael Merino, de Fort Laudardale, para gestionar prestaciones privadas al titular del sindicato del Turf a nivel nacional y presidente de la obra social de la misma actividad (OSPAT). “Dr. Merino nuevamente lo molesto para avanzar con el cambio de beneficiaria del fideicomiso de Carlos Felice, como así también para armar tres fideicomisos irrevocables a favor de sus hijos. Le ruego que los trabaje en forma urgente. Saludos”
• Comunicación con Andrea T., de OSPAT, a quien le reclama cheques. Se genera un malentendido con la interlocutora a raíz de dos entidades, por lo que Vaudagna le hace una aclaración. “Tesoro, Prestaciones Santa Fe es la mutual con la que yo facturo… El sanatorio de Santa Fe con el que tenemos contrato es Mutual Abril…”
• Comunicación con su sobrino Facundo G. al que se atribuye actuar como testaferro de Vaudagna, de fecha 5/11/2019. “Facu, como te decía la otra vez en casa, la fábrica de quesos que estuvo muy mal manejada cuatro o cinco años, hace dos que la maneja gente de una mutual y yo la controlo… Así pudimos sacarla adelante y nos está yendo muy bien, veremos qué depara el futuro de Argentina porque lo que se avisó de la economía no es nada bueno… El tema es que la mitad de Yimi (se refiere a un abogado) la compraron inversores conocidos míos, y la otra mitad que tenía yo, pero no a mi nombre, porque no puedo por mi trabajo, la voy a poner una parte a nombre de José y la otra a nombre tuyo… Para perfeccionar eso necesitaría que te contactes con la escribana que te paso el contacto y pases a firmar las escrituras de compra… Entiendo que no te perjudica en absoluto por supuesto, figuraría a tu nombre un 5 % de la SA. Que tiene un valor de venta de 100.000 pesos porque está concursada y con patrimonio contable negativo. Más allá que yo figuro como garante en los contratos, lo que dice que vos ponés para comprar el 5 % son $ 5.000”.
• Comunicación del 20/5/21 de Vaudagna sobre operaciones con la empresa tabacalera For Men SA de Santa Fe, a la que le estarían facturando asesoramiento. De los chats surge que aparentemente los movimientos de dinero se triangularían por una mutual. Hay comprobantes de transferencias desde S&C Asesoramiento Comercial SRL —con sede en CABA, que factura a For men SA— hacia la cuenta de la Asociación Mutual de Prestaciones Santa Fe, que es de Vaudagna, en el Banco Bica. Dice Vaudagna el 20/5/21 en un texto: “Me dice la gente de For Men que no tienen problemas con hacer más facturas y más chicas… solo tenemos que decirle el monto y las fechas.”
• Referencias constantes a Diego M., que se encarga de los negocios agropecuarios de Vaudagna, pero además forma parte del directorio de la mutual Prestaciones Santa Fe. Diego M. mantiene a Vaudagna informado sobre compras de inmuebles rurales en distintos lugares. En este sentido para los investigadores es relevante un chat del 11/09/2019, con el contacto agendado como Carlos Bermúdez, en el que Vaudagna le pasa el contacto de Diego M. y dice: “Es mi socio”. Bermúdez le contesta: “Yo no le digo que es tu socio le digo que es el dueño”. Con Diego M., Vaudagna habla de trueques entre algunos campos de Corrientes y uno de la localidad de Gancedo en Chaco, de compra y venta de hacienda, intercambian cheques por valores altos y se consultan si facturan o no. En un chat del 11/05/2018 con un contacto agendado como Marcelo M., escribe Vaudagna: “Marcelo mañana va para Buenos Aires mi socio, si no es molestia quería llamarte para mantener una reunión por el loteo de Gral Rodriguez y el campo. Abrazo. Carlos”. Marcelo M. responde: “Perfecto que me llame” y Vaudagna replica: “Ok se llama Diego M. abrazo.”

Ingresos millonarios
Para el equipo de fiscales federales esto es un revelador muestrario de que Vaudagna asesoraba y gerenciaba a empresas y particulares mientras ostentaba roles de conducción en delegaciones de la AFIP de las más importantes del país. El fiscal federal Salum particularmente remarca que por estas prestaciones obtuvo ingresos millonarios. Y que con estos ingresos fue diversificando su actividad como inversor hacia diferentes rubros: el campo de la salud, desarrollos inmobiliarios, turismo y seguros.
Aparece como significativa para la fiscalía el control de Vaudagna de la mutual Prestaciones de Santa Fe que recibe acreditaciones constantes desde entidades que él asesoraba. Por ejemplo Ospat, la obra social del personal del Turf, que el 22 de agosto de 2023 realiza una transferencia desde una cuenta abierta en el año 2020 por 1.200.000 pesos. Eso fue tres años después de que Vaudagna, establece el fiscal, compró la mutual, comenzó a gestionarla e hizo ingresar a personas de su grupo familiar y social a la comisión directiva.
En las comunicaciones de Vaudagna, por sus dichos, se sabe que es dueño de la mutual. Pero luego eso se verifica por la documentación remitida al INAES que es el ente de control de mutuales. Allí se advierte que a partir de agosto de 2017, cuando la adquiere, se incorporan a la comisión varias personas vinculadas. Entre ellas Marisa G., su esposa, como segunda vocal titular. En tanto que dos de sus prestanombres (Marisel B. y Víctor C.) integran la Junta Fiscalizadora.
Entre sus asesorados se destaca el sindicalista Carlos Felice, del gremio del Turf y presidente de Ospat, a quien Vaudagna le gestiona según la presunción del fiscal federal Salum la apertura de cuentas en paraísos fiscales y varios fideicomisos a través del ya aludido abogado Michael Merino. Vaudagna se coloca como protector del fideicomiso de Felice, gestiona la desvinculación de ese fondo de la esposa del sindicalista ya que están en proceso de divorcio, también procura la inscripción de tres hijos de este en ellos. Los fideicomisos a los que aluden están en las Islas Cook (Oceanía) y en Nevada, EEUU.
A Vaudagna se lo investiga también por una relación sugestiva e impropia con el juez federal de Rosario Marcelo Bailaque, quien está bajo investigación disciplinaria en el Consejo de la Magistratura de la Nación. Ambos están bajo sospecha de haber intervenido sobre casos de contribuyentes en presunta infracción penal económica, para obtener favorecimiento en el manejo de los trámites penales. Especialmente apuntan a una causa que Bailaque no delegó en los fiscales sobre un ex directivo de la aseguradora San Cristóbal, Claudio Iglesias, denunciado ante la AFIP. En audiencia se ventilaron las pruebas de una estrecha y curiosa relación entre Bailaque y Vaudagna extraídas del celular del último. El contenido demuestra encuentros semanales entre ellos “a comer y a tomar café”. Y una especial intensidad de mensajes cuando Iglesias fue denunciado y se inició el trámite en su contra.
El círculo rojo
Los hechos de Vaudagna son una constelación que toca a personas influyentes del campo político, empresarial, sindical. Aparecen altos directivos del Grupo Sancor Seguros, Grupo Rosenbusch de seguros, menciones a un empresario del área de salud de Rafaela, profesionales de renombre y un abogado al que la fiscalía vincula con el vaciamiento del Banco de Santa Fe como ex directivo. Y están estos delitos presuntos bajo un doble conflicto de competencia. Por empezar entre fiscales provinciales de Delitos Económicos de Rosario y el fiscal federal de Reconquista que reclaman jurisdicción. El caso está actualmente a espera de dictamen de la Procuración de la Corte Nacional. El máximo tribunal, donde el caso ya llamó fuerte la atención, debe dirimir después quién intervendrá.
El segundo conflicto es el que hizo que repentinamente por los hechos de Vaudagna el juez federal de Rosario Gastón Salmain se declarara competente para intervenir cuando está interviniendo el juez federal Mihanovich en suplencia en Reconquista. Este último es el que ordenó los allanamientos al entorno de Vaudagna hace tres meses. Siete fiscales federales —cuatro titulares y tres auxiliares— impugnaron la competencia de Salmain porque tiene relaciones probadas con Vaudagna y señalan que eso es motivo para dudar de su imparcialidad.
Por esto último, el fiscal federal Salum busca imputarle a Vaudagna los delitos de encubrimiento, incumplimiento de los deberes de funcionario público y lavado de activos agravado por su habitualidad y por haber sido cometido en ejercicio de sus funciones públicas. Debe esperar, para ello, la definición de la competencia.

Los dedos marcados
El acto que en 2021 motivó el secuestro del celular de Vaudagna por fiscales provinciales se mantiene como algo desconcertante. Vaudagna se presentó para decir que el dinero secuestrado en una caja de seguridad del ex presidente de Vicentin Omar Scarel era suyo. Ocurre que antes Scarel habló con un abogado que le recomendó encontrar un modo de justificar ese dinero. Lo hizo Vaudagna a través de una escritura para intentar blanquear ese dinero en efectivo.
Ese salvataje pretendido de Vaudagna al titular de una firma sospechada de un default fraudulento le valió una muy extraña salida judicial, una probation por falsificación de escritura cuando la persecución según el fiscal federal de Reconquista debió ser por lavado de dinero. Que además no entiende por qué se la impulsó cuando él ya estaba investigando al grupo de Vicentin por lavado.
El hecho de que en el teléfono de Vaudagna secuestrado en el MPA hubiera un enorme caudal de hechos delictivos que ahora investigan fiscales federales es motivo de un sumario de la auditoría de gestión del MPA y del fiscal provincial José Luis Caterina para determinar si hubo algún tipo de omisión por el hecho de que esas acciones no hubieran sido denunciadas.
Es verdad que el MPA entregó ese teléfono a los fiscales federales que lo solicitaron. También que en la pesquisa de auditoría se posan los ojos en otras situaciones no impulsadas más allá del contenido del teléfono. Por ejemplo la participación del abogado que asesoró a Omar Scarel que de una manera grosera le sugiere hacer algo para justificar los 200 mil dólares de la caja de seguridad de su hijo Gastón. “Si vos no tenés respaldo de esa guita lamentablemente te tengo que decir que te la van a secuestrar”, le dice el abogado Sergio Pavicich. “¿Y qué respaldo podría tener?”, le pregunta Scarel. “Un contrato de compra venta por el supuesto precio que vos cobraste o una seña que recibiste”.
Efectivamente esa coartada apareció y el que la aportó fue Vaudagna. Llegó a la fiscalía provincial de Rosario con una escritura certificada por la escribana Juliana Ingaramo, donde él mismo aparece entregando la suma de 250 mil dólares en efectivo a Gastón Scarel, como presidente de SV Servicios Inmobiliarios, autorizándolo para “comercializar” ese dinero en un inmueble rural de la provincia del Chaco. Terminó con una probation por falsedad de escritura y una multa de un millón de pesos. El fiscal que cerró esa salida alternativa, Mariano Ríos, renunció a su cargo en junio pasado, tras una suspensión por otros motivos de la Legislatura provincial.
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