Aunque se lo presente como de carácter institucional, este viernes 30 de agosto tendrá lugar una inédita protesta de jueces de toda la provincia de Santa Fe, que se concentrarán en los Tribunales de Rosario para exponer su descontento y preocupación sobre varios asuntos de la agenda del gobierno de Maximiliano Pullaro.
Tan inusual es que se titula “Primer encuentro provincial de la Magistratura y la Función Judicial”, y si bien es convocado por el Colegio de Magistrados y Funcionarios de la provincia, tiene el aval de las más altas autoridades del Poder Judicial.
Encabezan la lista “temas de urgente actualidad” para los integrantes del sector, como la inminente reforma del sistema previsional de Santa Fe que los tiene entre los más afectados; le sigue el histórico porcentaje de vacantes judiciales, que orilla el 25 por ciento de los cargos, y un ajustado presupuesto que, aseguran, pone en peligro no solo la continuidad de algunas obras sino también el normal funcionamiento de la Justicia.
También se debatirá sobre la reforma de la Constitución y el nuevo sistema de selección de magistrados y funcionarios, y los organizadores prometen la presencia de reconocidos expositores.
La concentración está convocada para las 16 y reunirá a jueces que provendrán de todos los distritos y circunscripciones judiciales de la provincia, incluidos representantes de Reconquista, Rafaela, Santa Fe, San Lorenzo y Venado Tuerto. Se hará en el tercer piso del edificio de Tribunales de Rosario, en el Salón de Actos, al lado de los despachos de los ministros de la Corte.
La coyuntura y la renovación de la Corte
La intención del gobierno provincial de renovar la mayoría de los integrantes de la Corte Suprema de Justicia quedó así enmarcada en una discusión que involucra otros temas de coyuntura, por lo que se afirma que por ahora pasó a un lugar más postergado en la lista de urgencias en la relación del Ejecutivo con la Justicia.
La reunión-protesta que se realizará este viernes en Rosario se producirá apenas una semana después de un encuentro formal pedido por la Corte al gobierno, que se realizó en Santa Fe y al que asistieron el ministro de Justicia y Seguridad, Pablo Cococcioni, y el secretario de Justicia, Santiago Mascheroni. Se trató de una “visita cordial”, en la que estuvieron presentes los seis ministros de la Corte.
En ese encuentro se hizo sentir la ausencia del ministro de Gobierno, Fabián Bastía, que se había anunciado iba a concurrir como autoridad política del gobierno. Se justificó sin demasiadas explicaciones el faltazo por cuestiones de último momento, vinculadas a las negociaciones de la paritaria estatal.
No cayó bien el argumento entre los cortesanos, que tampoco pudieron resolver otras cuestiones que no eran de las áreas de incumbencia de los funcionarios que participaron de la hora y media de reunión. Sobre todo, los asuntos vinculados a los temas presupuestarios.
Pedirán hablar con Economía
Según pudo saber Suma Política, en el seno de la Corte evalúan solicitar una nueva reunión al gobierno, pero esta vez para hablar directamente con el ministro de Economía, Pablo Olivares.
En ámbitos judiciales de Santa Fe sostienen que el actual gobernador tomó injerencia en el Poder Judicial antes de hacerse cargo del Ejecutivo, cuando después de ganar las elecciones y antes de jurar en el cargo, le pidió al ex gobernador Omar Perotti que retire los 39 pliegos que había enviado para cubrir vacantes.
En la apertura del actual año judicial, en marzo pasado, el presidente de la Corte Rafael Gutiérrez ya incluyó un reclamo por 54 cargos judiciales que siguen vacantes. El proyecto de reforma previsional y sus pronósticos de ajuste en los beneficios que tiene actualmente el Poder Judicial elevaron la cantidad de trámites de jubilaciones al doble de las que se venían dando, lo que implica que ya están vacantes la cuarta parte de los magistrados judiciales, un porcentaje que puede subir al 30 por ciento en los próximos meses. Calculan en 70 las vacantes a nivel de magistrados al mes de agosto y estiman que podrían subir a más de 80 para fin de año.
A esta demora en la designación de funcionarios se suma un centenar de decretos a los que le falta el aval del Ejecutivo y que afecta a quienes se presentaron a concursos y deben ser aceptados como ingresantes o que tienen promociones o ascensos en el escalafón pendientes de firma.
La escasez de partidas para el Poder Judicial pondría en riesgo la continuidad de algunas obras ya iniciadas, y también afectaría gastos de funcionamiento mínimos como los que se refieren a distintos servicios, según voceros del sector.
Refuerzo de partidas para sueldos
Esta semana, el gobierno provincial debió enviar un refuerzo de partidas de más de 20 mil millones para la Corte y de poco más de cinco mil millones para cada una de las Cámaras que componen la Legislatura, además de una habilitación de nuevas partidas para otros organismos públicos, según lo disponen tres decretos. El dato fue revelado por la periodista Ivana Fux en Radio Dos.
“Eso es sólo para hacer frente al pago de salarios”, dijeron en respuesta a las especulaciones que se dispararon tras conocerse la noticia. Al parecer los presupuestos estimados en 2023 se quedaron cortos ante la realidad que marcó índices inflacionarios por encima de los previstos y una paritaria provincial que no estaba en los cálculos, y que incluyó en la despedida del gobierno de Perotti el restablecimiento de la cláusula gatillo.
“El presupuesto para los ítems salariales ya se agotó en julio”, confirmaron desde el Ejecutivo, por lo que es posible que sea necesario en los meses venideros repetir este tipo de refuerzos de partidas para poder pagar los sueldos actualizados en los tres poderes.
A pesar de eso, en el Poder Judicial consideran que también los gastos de funcionamiento están agotados, por lo que decidieron pasar a la acción con una protesta institucional para que se cubran las vacantes y se ajusten los fondos presupuestarios para seguir adelante con las obras en marcha.
Podría interpretarse el encuentro de este viernes en Rosario como una clara señal de que la reunión de hace una semana no fue tan “positiva” como se comentó, aunque se haya dado dentro de lo que se llama “buenos términos”.
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