No necesitó sentarse a la mesa junto al presidente y los otros cuatro gobernadores radicales para saber que el almuerzo de este martes en Casa Rosada no dará para grandes anuncios. “Es muy difícil el diálogo” y “no estamos cerca de un acuerdo por la deuda que Nación tiene con Santa Fe”, fueron las frases con las que el gobernador Maximiliano Pullaro le bajó las expectativas al encuentro, convocado por el presidente para buscar apoyos para el presupuesto nacional 2025.
El lunes, Milei seguía todavía en los estudios del canal Ciudad Magazine, donde lo entrevistaba su novia Yuyito González, cuando el gobernador se disponía a un diálogo abierto con los periodistas en Santa Fe y le daba contexto a una convocatoria que recibió el viernes pasado y que no estuvo precedida por la mejor previa.
El fin de semana la principal referente en la provincia de La Libertad Avanza, Romina Diez, lo había comparado con Gildo Insfrán, el dirigente peronista que es gobernador de Formosa desde 1995. Fue cuando le preguntaron por la idea de darle a Pullaro la posibilidad de aspirar a la reelección, si se aprueba una reforma de la Constitución provincial.
El gobernador ninguneó esa chicana política, pero al enterarse hizo una corrección simple: “Insfrán lleva 30 años en el poder y nosotros apenas once meses. Fue una comparación un poquito exagerada”, contestó.
Así como Pullaro dijo que no registró esa provocación, que por estar enfocado en la gestión no tiene “tiempo mental” para ocuparse del armado político, de la misma manera es probable que Milei llegue al almuerzo de este martes sin enterarse de las indirectas que el gobernador pareció dedicarle, en esa muestra de dudoso alineamiento, que mezcla adhesión a los objetivos del gobierno nacional con, cada tanto, una crítica, un quiebre, una oposición puntual.
Desde que asumió Pullaro viene cumpliendo a rajatabla con ese trabajoso equilibrio: no aplaude todo lo que le ofrecen, no se pone el traje de oficialista, pero siempre deja en claro que tampoco es opositor. Procura no caer del lado del kirchnerismo y de otras expresiones de similar semblante político.
En ese balanceo, algunas veces no puede evitar la crítica. Pasó siempre que alguna medida —y fueron varias— afectó los intereses de Santa Fe. Eso se ve claramente cuando repite ahora que el ajuste que hizo el gobierno nacional repercutió principalmente en las provincias, que tuvieron que hacerse cargo de los recortes.
Tampoco esquiva ser frontal cuando el presidente se desborda con expresiones de escasa institucionalidad. Ayer fue una de esas veces. Pullaro criticó las insinuaciones que hizo Milei contra el titular del radicalismo nacional Martín Lousteau, a raíz del ataque a la oficina de la sede de la UCR. El presidente sembró dudas sobre ese suceso.
“No me parecieron prudentes las críticas del presidente. Uno puede tener diferencias políticas pero el respeto institucional es fundamental”, expresó bastante medido Pulllaro. “La única manera en que Argentina podrá salir adelante es cuando todos entendamos que nadie es dueño de la verdad completa”. Es el estilo de críticas que el gobernador suele ensayar para no romper relaciones políticas, pero también para marcar un camino propio de exhibir sus ideas.
Como si se tratara de un mensaje cifrado, se encargó de que no quedaran dudas de lo que hablaba: “Si Argentina no hubiese tenido tantas diferencias, estaría liderando el cambio que tiene que venir en el mundo. Para eso hay que gobernar bien Argentina, no hay que agredirse, hay que escucharse, hay que prestarse atención, hay que pensar en conjunto”, dijo mostrando el ejemplo del frente que hay en Santa Fe, donde conviven la centroizquierda con la centroderecha.
“En Unidos tenemos diferencias grandes, pero se saldan con diálogo. Eso es lo que tenemos que hacer en Argentina”, reiteró poniendo en el escenario nacional ese modelo.
Pullaro mantiene así un perfil hacia adentro del radicalismo, con un mensaje casi opositor, mientras que en el plano de la gestión de gobierno parece más alineado, aunque tiene claro que ni él ni el resto de los gobernadores podrán llevarse del todo bien con Milei a pesar de lo mucho que se esfuercen. La razón es simple: lo que necesitan las provincias altera la columna vertebral que es por ahora el déficit cero.
En la agenda de temas para el encuentro de hoy, el gobernador anotó varios puntos: no declinar el planteo ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación por la deuda a la Caja de Jubilaciones, reclamar por el incumplimiento del pacto fiscal, reiterar los numerosos planteos para que se reparen las rutas nacionales (un tema ya acordado con Nación, pero que no se cumple), y debatir el destino de los recursos provenientes del impuesto a los combustibles, después que se anularon los subsidios al transporte público. En este tema exhibió el respaldo de los 19 diputados nacionales y los tres senadores por Santa Fe. Con menos perspectiva se apuntó hablar de la hidrovía y del canje de bienes que ofrece el Estado nacional para achicar alguna deuda pública, sobre cuyo saldo todavía ni siquiera pudieron ponerse de acuerdo.
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Periodista. Licenciado en Comunicación Social de la UNR. Ex jefe de Redacción de La Capital. Twitter: @DanielAbba_
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