La preocupación por los cambios en el régimen previsional de jubilaciones y moratorias que vienen con la Ley Bases —aún en debate en el Senado— crece con el paso de los días. De aprobarse la nueva legislación nacional, cientos de miles de personas quedarán afuera de una jubilación que les es inminente y en la mayoría de los casos no podrán alcanzarla en los próximos años. El escenario se oscurece más para las mujeres: se estima que por las ocupaciones que mayoritariamente han tenido las que están llegando ahora a la edad de jubilarse, sólo una de cada diez podrá hacerlo. La abogada previsionalista Paola Santos aseguró a Suma Política que la situación es “caótica y desesperante”. Rita Colli, secretaria general del Sindicato de Amas de Casa de la provincia, coincidió con el análisis y aseguró que entre las consultas que recibe el gremio, el de la jubilación “es un tema muy recurrente, que genera mucha angustia y mucho miedo”.
Los cambios que propone la Ley Bases son drásticos e inmediatos para aquellas personas que están a punto de jubilarse. Si el Senado aprueba el proyecto tal como llegó desde la Cámara de Diputados, quienes no tengan los años de aporte necesarios sólo podrán acceder a la Pensión Universal para el Adulto Mayor (PUAM) a los 65 años. La pensión, que no es una jubilación, implica cobrar el 80 por ciento del haber mínimo más allá de los años aportados y se accede demostrando una situación de vulnerabilidad social.
La iniciativa deroga la moratoria previsional que rige desde principios de 2023 mediante la Ley 27705, que tiene vigencia hasta marzo y que da continuidad a los esquemas de moratoria que rigen desde hace casi dos décadas. De esta manera, quienes lleguen a la edad jubilatoria pero no cuenten con los 30 años de aportes necesarios a Anses ya no podrán comprar los años faltantes para cobrar los haberes correspondientes. La medida afecta sobre todo a las mujeres mayores: las estadísticas indican que 9 de cada 10 quedarán fuera del sistema previsional.
Según explicó en su cuenta de X Mercedes DAlessandro, economista y ex Directora Nacional de Economía, Igualdad y Género en el Ministerio de Economía de la Nación, las desigualdades en el mercado laboral producen que solo el 11 por ciento de las mujeres de entre 55 y 59 años cuenten con más de 20 años de aportes. Esto es, que sólo una de cada diez prontas a jubilarse está en condiciones de hacerlo.
El núcleo de estas desigualdades están en las tareas de cuidado o el trabajo reproductivo, es decir, aquel que sostiene la vida. Las mujeres se ocupan del 75 por ciento de estos trabajos: criar, cocinar, limpiar, cuidar, amamantar, gestar. El tiempo que implican estos trabajos deriva en tasas más bajas de actividad, formalidad, menores salarios y mayores niveles de desocupación.
“Lo que tenemos que saber es que las mujeres de 60 años que se van a jubilar son de una generación que se ha dedicado específicamente al cuidado de los hijos y a trabajos en su mayoría no registrados. Si desaparece este plan de pagos, obliga a subir la edad jubilatoria y a que el día de mañana estas mujeres puedan sólo adquirir la PUAM”, explicó la abogada previsionalista Paola Santos. Desde 2021, Anses reconoce a las mujeres las tareas de cuidado, computando un año de aportes por hijo, dos años de aportes por hijo adoptado, un año adicional por hijo con discapacidad y dos años en caso de que haya sido beneficiario de la Asignación Universal por Hijo por al menos 12 meses.
Rita Colli, secretaria general del Sindicato de Amas de Casa de la provincia de Santa Fe y secretaria nacional adjunta del mismo sindicato, consideró que todas las modificaciones al sistema que están en juego “conspiran contra la posibilidad de que las personas puedan acceder a la jubilación”. La mujer puso en la mesa los números y aseguró que más de la mitad de las jubilaciones que están vigentes en Argentina se consiguieron a través de alguna moratoria.
“Antes de que empezaran a funcionar las moratorias, unas 300 mil personas con edad y aportes para jubilarse presentaban sus expedientes en Anses. De ese total, sólo 50 mil llegaban a conseguir la jubilación. En el camino intervenian distintas causas. Todo cambió sustancialmente con la llegada de las moratorias”, explicó Colli. La sindicalista estimó, en base a cálculos y cierta proyección en el tiempo, que unas 800 mil personas quedarían en el camino de su jubilación si se aprueba la Ley Bases tal como llegó al Senado. La provincia de Santa Fe representa aproximadamente un 10 por ciento de ese número. Es decir, que unos 80 mil santafesinos y santafesinas —en su mayoría, ellas— no van a poder jubilarse.
Santos dice que en los tribunales y despachos se respira un ambiente caótico, que la desesperación asfixia. El asesoramiento es atado con alambres, “día a día”. Y en Anses los turnos se siguen dando para ingresar expedientes. La abogada sostiene, sin embargo,que una vez que se derogue la ley, se corta cualquier trámite en este sentido. El destino de todos estos expedientes es la judicialización.
“Esto va en contra de la mujer de clase media sobre todo”, analizó la abogada. “Son personas que saben que si se deroga esta ley no van a tener posibilidad de nada, por más que paguen. El impacto es profundamente negativo. Porque, ¿qué hacemos con este grupo etario? Ya es difícil encontrar trabajo formal para una persona joven. ¿Quién va a contratar a una mujer de 60 años? Entonces estas mujeres quedan totalmente fuera del sistema, sin cobertura económica y sin cobertura de salud”.
Rita Colli sostiene que el impacto de estas derogaciones será “nefasto”. “No solamente por el ingreso económico que se privará a millones de personas, sino por lo que ese impacto genera en la economía en general. Las mujeres que se jubilan no van a introducirse en el mercado de la especulación financiera, consumen bienes y servicios de estricta necesidad para el sostenimiento de la vida. No compran criptomonedas, compran comida y zapatillas para los nietos, y por lo general lo hacen en comercios de cercanía”, describió la sindicalista.
También apuntó al empobrecimiento de la calidad de vida: las moratorias implicaban la inclusión en el acceso a la salud a través de PAMI, y la inserción en un sistema de socialización de lo que implica ser un jubilado. “Son una serie de circunstancias que hacen que la vida sea invivible directamente”.
Un reemplazo que no es tal
La Ley Bases propone la creación de un sistema llamado “Prestación de Retiro Proporcional (PRP)” como reemplazo a las moratorias vigentes. Para acceder a la prestación, las personas tienen que tener 65 años o más; acreditar un mínimo de 10 años de aportes previsionales, y no haber renunciado voluntariamente a un empleo en los últimos 36 meses previos al cumplimiento de la edad jubilatoria.