Este jueves, en medio de una ola de calor que arrastra varios días con la temperatura tocando los 40 grados, Rosario sufrió su primer gran corte de luz del verano. Cerca de las dos de la tarde, casi el 80 por ciento de la población quedó sin energía eléctrica por la sobrecarga de tres transformadores en la Estación Rosario Oeste. El corte afectó a la mayoría de los barrios de la ciudad, pero también a otras localidades de la región como Roldán, Pérez, Zavalla y Cañada de Gómez. En algunos lugares, incluso, se denunciaron dificultades para el bombeo de agua potable por parte de Aguas Santafesinas (ASSA). Una hora después el servicio estaba restablecido en la mayoría de los sectores de la ciudad. Por la tarde, desde la sede de la Empresa Provincial de Energía (EPE), su nueva directora, Anahí Rodríguez, llamó a una conferencia de prensa para brindar las explicaciones de lo sucedido: “Sufrimos la afectación del servicio de energía eléctrica en Rosario y el sur provincial a raíz de una situación que se produce en Nación, precisamente en Transener”.
Rodeada por los micrófonos de los medios locales y regionales, Rodríguez explicó que la EPE depende del esquema de producción nacional desde el cual se transporta la energía y reclamó a Transener “hacer las inversiones que correspondan” para optimizar el servicio. “No tenemos manera de anticiparnos, nosotros no sabíamos que íbamos a tener esta afectación de suministro”, sostuvo. “La situación que vivimos hoy en la provincia de Santa Fe habla de un sistema de interconexión que tiene debilidades y que necesita repensarse porque la dependencia del gobierno nacional respecto del transporte y de la energía eléctrica que nosotros consumimos es altísima”, denunció.
El pase de facturas a Nación tuvo su réplica: desde Transener señalaron que la EPE no disminuyó a tiempo la carga eléctrica de su red, como se había solicitado, para evitar que el servicio colapsara. “Hemos advertido en reiteradas ocasiones a la EPE sobre la necesidad de implementar automatismos que permitan evitar este tipo de situaciones”, advirtió la firma en un comunicado. Pero Rodríguez argumentó que el aviso llegó tarde. “Nos mandaron una alerta para que comenzáramos a reducir los niveles de demanda en un período de 3 ó 4 minutos”, explicó y agregó: “Estábamos muy por debajo de picos de otros años en la misma fecha y quedamos tan sorprendidos como toda la ciudadanía”.
La conferencia fue una prueba de fuego para Rodríguez. No solo por la magnitud del corte, sino por ser su primera intervención pública luego de asumir como presidenta de la EPE. Su designación en el cargo fue anunciada por el gobierno provincial, tras la salida de Hugo Marcucci “por motivos personales”. La mujer llega a la empresa de energía luego de estar un año al frente del directorio de Aguas Santafesinas, donde tomó decisiones de peso: suspendió los nuevos ingresos y promociones, extremó los controles sobre las horas extras y generó un ahorro que supera los 20.000 millones de pesos. Desde el gobierno deslizan que esa misma mano de hierro y eficiencia buscan implementar en la EPE.

Militancia y gestión
Rodríguez tiene 45 años y nació en Cafferata, un pueblo ubicado en el sudoeste santafesino, a pocos kilómetros del límite con Córdoba. Desde esa pequeña localidad de 3.500 habitantes en el departamento General López se mudó para estudiar Ciencias Políticas en la Universidad Nacional de Rosario (UNR). Luego completaría sus estudios cursando la carrera de abogacía. Su vinculación con el Partido Socialista tiene un responsable: Hermes Binner. “Por él empezó mi militancia en el socialismo. Fue mi referente a lo largo de todos estos años”, confesó a Suma Política. “Su trabajo, su convicción, su transparencia y su mirada colectiva me hicieron participar en el partido”, añadió.
La militancia en el partido la llevó a desarrollar roles de asistencia técnica en diversas reparticiones, hasta comenzar a trabajar como asesora del bloque de diputados socialistas, en la Legislatura provincial. En 2018, la Legislatura aprobó su pliego para pasar a integrar el directorio del Ente Regulador de los Servicios Sanitarios (Enress), donde trabajó hasta 2022. Con la asunción de Maximiliano Pullaro en la Casa Gris, fue elegida para pasar a ocupar el otro lado del mostrador: Aguas Santafesinas. Tras un año en el cargo, su objetivo ahora es “poner en orden” a la Empresa Provincial de Energía.
“Cuando asume una tarea la lleva adelante con mucha responsabilidad. Tiene el perfil de una persona comprometida que es muy firme en sus decisiones, porque cuando hay que tomarlas ya analizó y sobreestudió el tema”, deslizaron desde su entorno de trabajo. “Eso la llevó a hacer un gran trabajo en Enress, en Aguas y ahora en la EPE. Son espacios que tienen una mirada muy sindicalizada y tal vez, en algún punto, también machistas. Pero demostró que es una mujer de convicciones firmes y segura de las decisiones que toma”, añadieron.
Una compañera de sus años de militancia la recuerda como “un animal político” capaz de tener una mirada amplia de los temas: “Sabe cuándo estar firme y cuándo sentarse a dialogar. Tiene capacidad para llegar a consensos. Es una persona que siempre fue muy ordenadora en todos los ámbitos donde estuvo. Pero también tiene un perfil técnico porque continuamente se forma. Estudia los temas y eso la hace una gran gestora, que es fundamental para los lugares que está ocupando”.

Primero Aguas
Rodríguez entró a Aguas Santafesinas con los tapones de punta, denunciando públicamente “la desidia y el descontrol” que llevaron a la empresa a un estado crítico y deficitario. Una de las principales preocupaciones de los directivos fue el atraso tarifario: la empresa apenas lograba cubrir el 10 % de sus costos operativos por tarifas, lo que generó una gran dependencia del Tesoro provincial para sostener el funcionamiento. A eso se le sumaban alrededor de 13 mil reclamos de usuarios pendientes en toda la provincia —unos 7 mil en Rosario—, más de 700 fugas de agua en la vía pública y una desinversión muy fuerte en todo lo vinculado a la señalética y los insumos necesarios para las tareas de reparación y mantenimiento.
Hoy en día —aseguran— el panorama es otro. En el gobierno se golpean el pecho mostrando algunos números: una disminución del 35 por ciento en los cargos gerenciales que, acompañado de despidos y el recorte en los ingresos de personal, más la suspensión de promociones, derivaron en una reducción de la masa salarial por casi 9.000 millones de pesos. También mejoraron los números de ausentismo: del 7,35 por ciento en julio de 2023 al 4,73 por ciento, un año después. Las nuevas autoridades también destacaron la baja en los costos de teléfonos celulares y combustibles, que permitieron gastar unos 200 millones de pesos menos. Con las medidas adoptadas, el ahorro estimado ronda los 20.000 millones de pesos en un año de gestión.
“Empezamos un proceso de refundación de la empresa y a mejorar el servicio en vía pública con objetivos claros: hacer más eficiente la empresa y revincularnos con los usuarios que estaban enojados y molestos con la conducción de Aguas Santafesinas, con justa razón. El personal de aguas no tenía las herramientas para asistir a los usuarios cuando nosotros llegamos y esto era un desorden total”, detalló Rodríguez. “Empezamos a sanear la empresa, dejando de gastar ineficientemente los recursos públicos y comenzando un proceso de mucho control sobre el personal”, añadió.
Uno de los objetivos trazados al inicio de la gestión fue la modificación del régimen tarifario, luego de casi 30 años sin revisar el esquema de costos del servicio. Un régimen que había sido pensado para una empresa privada y que en el medio pasó a estar en manos del Estado. Bajo el paraguas de una ley de emergencia sobre la empresa, ASSA implementó un aumento del 450 % en el precio del agua durante 2024 y está solicitando aplicar tres aumentos más del 10 % a lo largo del 2025. Ese ajuste generó críticas de la oposición. En sus redes sociales, la diputada Lucila De Ponti advirtió que en las localidades donde el servicio lo prestan cooperativas que compran el agua mayorista a ASSA los aumentos habían rondado el 4.000 %.
Están llegando boletas de @AguasSantaFe con aumentos impagables, muy por encima de la inflación o del aumento de los ingresos, superando el 450%. En las localidades donde el servicio lo prestan cooperativas que compran el agua mayorista a ASSA el aumento alcanza un 3960%. pic.twitter.com/jy3Q2tajMN
— Lucila De Ponti (@ludeponti) June 24, 2024
“Con un mensaje del gobernador logramos que la Legislatura nos habilitara a comenzar ese cambio de régimen tarifario que estamos llevando adelante, que implica traer justicia sobre las tarifas de agua en todos los sentidos”, evaluó Rodríguez. “Llegamos al resultado que, lo mismo que nosotros le pedimos a los ciudadanos en tarifas lo hicimos en reducción de costos operativos en aguas santafesinas. Fue el mismo esfuerzo. Eso implicó poner el ojo sobre las horas extras, sobre las guardias, sobre la utilización de vehículos, sobre la compra de combustible y sobre toda la estructuras de la empresa”, añadió.
El ajuste —sobre todo en el área personal— no pasó inadvertido en el gremio de Obras Sanitarias. En noviembre, una protesta en la sede de Rosario que buscaba denunciar los despidos arbitrarios por parte de la empresa, terminó en disturbios y debió intervenir la policía. Uno de los manifestantes resultó herido, al igual que dos empleados de seguridad que buscaban evitar el ingreso de los integrantes del gremio a la sede. Previo a esa situación, Rodríguez había cuestionado la influencia del gremio denunciando una “cogestión” en la conducción de la empresa.
Frente a las cámaras de televisión, Silvio Barrionuevo, titular del gremio de Obras Sanitarias, cuestionó el accionar de las autoridades de Aguas. “Se despidieron dos compañeros en octubre y te dicen que si sos de un sindicato peronista no tenés lugar en la empresa. Eso es una persecución laboral”, sostuvo. Además, el gremialista relativizó la baja del gasto por parte de la empresa: “Se jactan de reducir en casi 9 mil millones la masa salarial en sueldos de trabajadores activos, mientras cuentan con 70 jerárquicos que cobran más de 4 millones de pesos”. Pero Rodríguez no se quedó atrás: “No hacemos persecución, ponemos orden y eso genera resistencias”.
Luego de los incidentes, la empresa tomó medidas y despidió a los empleados que fueron identificados como responsables de los destrozos en el lugar y que en el gobierno calcularon por 15 millones de pesos. Por esa decisión, el gobierno también denunció una serie de amenazas hacia directivos y personal jerárquico, que también incluyeron a Rodríguez. La denuncia fue oficializada a finales de diciembre en el Ministerio Público de la Acusación, reclamando que se investigue el origen de las intimidaciones.
Ahora la EPE
Con la nueva designación de Rodríguez, el objetivo del gobierno es el mismo: lograr la eficiencia de la EPE. Según entienden, parte de esa tarea se hizo durante 2024 con algunas medidas que también generaron la reacción del gremio. A principios de octubre, desde la Casa Gris pidieron revisar la política de ingresos de los trabajadores a la empresa, dando de baja las denominadas bolsas de trabajo —con un presunto control del sindicato sobre los ingresos— para pasar a un mecanismo de concursos públicos, priorizando la idoneidad del aspirante a la hora de cubrir el puesto.
En el marco de un “plan de austeridad” también se pusieron en revisión algunos beneficios con los que contaban los trabajadores de la empresa, como el bono por eficiencia, así como también bonificaciones en el consumo de energía y gas. Desde el gremio de Luz y Fuerza se pronunciaron en duros términos contra las decisiones del gobierno y hablaron de “exacerbaciones” que tenían como objetivo “demonizar a los trabajadores” que se desenvuelven en una actividad riesgosa. “Son conquistas gremiales de los trabajadores”, aseguró Alberto Botto, titular del gremio en Rosario. “Somos un gremio de diálogo y siempre estamos dispuestos a charlar las problemáticas que se plantean sobre la empresa”, sostuvo.
Con esos cortocircuitos como trasfondo, desde el gremio celebraron el cambio de autoridades en la firma. “Lamentablemente no consideramos que la gestión de Marcucci haya sido buena” cuestionó el dirigente remarcando la falta de diálogo con el gremio. “Esperemos que, a través de esta nueva presidenta, que nos hemos enterado obviamente por los medios de comunicación sobre su designación, ya que no hemos tenido ningún tipo de contacto, logremos ese espacio de diálogo tan necesario, porque estamos en democracia. Entonces, si no hay diálogo, estamos complicados”, manifestó.
En cuanto a los desafíos que presenta su desembarco en la EPE, Rodríguez sostiene que habrá “una continuidad y profundización” de los cambios que ya se hicieron en la empresa. “Nosotros tenemos un mandato claro de Pullaro que tiene que ver con conducir y controlar con orden y eficiencia las empresas públicas. Tenemos plena conciencia de que administramos recursos públicos que deben ser bien administrados y puestos a disposición de los usuarios a través de inversiones en todo lo que nosotros ahorramos”, explicó. “De esa manera logramos en Aguas Santafesinas un proceso de inversión y de obra pública sin precedentes. Acá la intención es la misma”, añadió.
Por último, la dirigente reconoció que se encuentra en una situación particular: si bien ya asumió al mando de la EPE, su salida de Aguas Santafesinas recién se concretará el 28 de enero, cuando se realice la asamblea donde se pondrá a consideración su renuncia a la presidencia del directorio y se designe a su reemplazo, Renata Ghilotti. Ese virtual “doble comando” además se da en medio del verano, una temporada que siempre genera complicaciones en ambas entidades por la alta demanda de energía. Por lo pronto, adelantó que su gestión seguirá un rumbo similar que en ASSA.
“Nos encontramos con empresas co-conducidas en los últimos años con los sindicatos. Con una injerencia muy grande respecto a la toma de decisiones en diversas áreas. Se han arrogado facultades que son propias de la conducción de la empresa, como el ingreso del personal y el otorgamiento de beneficios. Un desorden absoluto que sólo puede ordenarse con control y trabajo permanente”, expresó y agregó: “Lo que hicimos fue generar equidad hacia adentro con reglas de juego que son claras para todos. El que no las cumple, se atiene a las consecuencias que son legales como desvinculaciones, despidos y con sanciones como las que hubo y hay”.

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Periodista. Licenciado en Periodismo (UNR). Conductor y productor en radio Aire Libre (91.3). En Twitter: @NachoCagliero
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