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Política

Quién ingresará primero a la Corte, el problema de los despachos y una nueva rotación para la presidencia

¿Quiénes serán los dos que ingresarán primero y quien será el último en sumarse a la Corte Suprema de Justicia de Santa Fe? ¿Cómo se distribuirán los despachos en el tercer piso de los Tribunales de Rosario? ¿Cuál será el nuevo criterio que reemplazará la tradicional rotación norte-sur para definir cada año la presidencia del cuerpo? Estos son sólo algunos de los asuntos candentes ante el recambio de la cabeza del tribunal judicial.

Ya se sabe que en la segunda quincena de febrero (el 13 o a más tardar el 20) la Asamblea Legislativa aprobará los pliegos de los tres nuevos integrantes de la Corte Suprema de Justicia de Santa Fe. Lo que no estaba claro era el orden de ingreso, que ahora se puede confirmar, aunque la diferencia entre los dos primeros y el tercero finalmente será de un mes.

Desde diciembre existe una vacante ante la renuncia de Mario Netri y en noviembre la Legislatura aprobó una poltrona más, la séptima, para poner fin a cuarenta años de una Corte integrada con número par. Esas dos primeras vacantes serán ocupadas en un orden que será establecido por el gobierno provincial.

El primero en ingresar, podría decirse que por Netri, será otro rosarino, el ex fiscal general del MPA Jorge Baclini. Y en segundo término se sumará Margarita Zabalza, a diferencia de lo que podría suponerse que sería el reemplazo natural de la única mujer que tenía la Corte, María Angelica Gastaldi, que anunció su retiro para una fecha especial: el 2 de abril.

Con ese panorama, el último en ocupar una poltrona de los tres ministros que los legisladores aprobarán a mediados de febrero será el santafesino Rubén Weder, que deberá esperar hasta la salida de Gastaldi, aproximadamente un mes después de ser aceptada su designación.



El problema de los despachos


Pasa en todos los ámbitos. Cada vez que alguien se retira o ingresa uno nuevo, se desata una guerra de despachos. Suele ocurrir en el Congreso de la Nación, en la Legislatura santafesina y en el Concejo Municipal de Rosario.

En la Corte el problema va a quedar acotado, porque no son tantos, pero el recambio que promovió el Poder Ejecutivo ya da lugar a algunas inquietudes.

La primera cuestión será temporal. Y es que en el tercer piso de los Tribunales de Rosario, donde están los despachos que pertenecen a la Corte, originariamente había un espacio que preveía alojar a tres ministros.

Después de la asunción de Daniel Erbetta, en el 2008, tuvieron que recortarle un lugar a los relatores para crear un cuarto despacho, que se sumó a los que ya ocupaban Netri, Falistocco y Gastaldi.

Ahora, por un mes, cuando se sume Baclini y Gastaldi todavía no se haya ido, serán cinco en un espacio que cobijaba al principio a tres y últimamente a cuatro. Como Netri ya se fue a fines de noviembre, parte del problema estará resuelto. Habrá que ver cómo se organizan durante el mes en el que convivirán más de los que eran.

“Los pondremos en el subsuelo”, bromean en medio de la feria los judiciales. Y aprovechan para pasarle factura al gobierno: “Hasta en eso somos baratos”.

A quién le toca cada despacho será un asunto que podría generar algunas rispideces o tal vez ninguna. La actual Corte siempre se jactó de no tener los grandes despachos que existen en otras provincias. En el tercer piso de Tribunales de Rosario la Corte posee dos ingresos, dos secretarias atienden a los cuatro ministros, funciona una sala de reuniones, también las oficinas que pertenecen al área de Gobierno de la Corte y el sector de boxes de la Relatoría.


La futura elección del presidente


El otro tema que promete cambiar con el ingreso de los nuevos ministros es el procedimiento para la elección del presidente de la Corte. Actualmente existe una rotación norte-sur, que se ideó hace unos diez años para poner orden a una situación que había generado roces y provocó varias designaciones sin unanimidad.

El tema viene desde hace más de veinte años cuando las presidencias se repartían entre Roberto Falistocco y Rafael Gutiérrez. Al ingresar a la Corte Daniel Erbetta apuntó a modificar esa situación, sin demasiado éxito al principio.

Fueron los años en los que el presidente se definía sin consenso total, con votaciones divididas: 5 a 1 un año, 4 a 2 otro, y hasta 3 a 3 con un desempate de Gutiérrez incluido.

Para darle una salida a esa situación fue que se propuso que fuera por primera vez presidenta una mujer, Gastaldi. Para evitar otra confrontación, la ex diputada logró ser reelecta y fue así presidenta dos años consecutivos. Le tocaba este año, pero antes anunció su jubilación.

Después de eso se ideó el acuerdo norte-sur, que estableció un año para cada sector territorial, y los ministros de cada zona se repartían como les parecía el turno presidencial. En ambas zonas hubo un cortesano que pidió excluirse de la obligación: Netri por el sur y Spuler por el norte.

El resultado fue que cada dos años Gutiérrez asumiera la presidencia y los tres de Rosario debieran rotar, con lo que estaban destinados a esperar seis años para poder repetir la presidencia. Los números son claros: Gutiérrez ya tuvo 13 presidencias y Erbetta sólo dos en 17 años.

Ahora se impondrá al menos una discusión con los nuevos integrantes para establecer otro criterio. Erbetta ya adelantó que va a proponer que la presidencia de la Corte sea como una carga pública, es decir que no se pueda negar nadie a ejercerla y que sea rotativa anualmente.

Con el correr del año habrá que ver cómo se configuran las alianzas o quiénes votan más seguido junto a quién, para poder leer qué esquemas de opinión interna se forman. Los analistas judiciales apuestan a un 4 a 3, habrá que ver para qué lado. 

También deberá observarse cómo sigue la presión del Ejecutivo para que los tres ministros que superan los 75 años y siguen en funciones dejen el cargo, aunque pareciera que si hubiera un mecanismo distinto a esperar la renuncia ya se habría utilizado.


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