Aunque no iba a tomar una definición concreta, como sería adherir a alguna candidatura para presidente de Juntos por el Cambio, y sí delegar en un comité la resolución de su política de alianzas, el congreso nacional del Partido Socialista convocado en Rosario postergó cualquier decisión por falta de quórum de sus delegados.
Es que al no alcanzar el número suficiente de miembros, unos 270, la sesión se realizó igualmente pero no quedó facultada para tomar decisiones. La definición llegará en los próximos 15 días.
El congreso fue así más noticia por lo que no pudo hacer que por su falta de definiciones. El sector opositor Bases calificó de un “hecho inédito y sin precedentes en la historia institucional del PS” que no se pudiera votar la política de alianzas por falta de quorum.
Quienes no participaron del congreso fueron no sólo los delegados de esa corriente, que a nivel provincial ya forma parte de un frente distinto al que aprobó por mayoría el socialismo santafesino.
También estuvo ausente el espacio que responde al ex gobernador Antonio Bonfatti, que encabezará una lista a diputado provincial que competirá con la oficialista que lleva a Clara García. Lo mismo hicieron los congresales de Capital Federal que lidera el dirigente Roy Cortina.
El congreso fue conducido por la titular del PS a nivel nacional y candidata a gobernadora de Santa Fe, Mónica Fein, y se realizó en la facultad de Arquitectura, en La Siberia.
“Esto demuestra la falta de acompañamiento de los congresales de todo el país ante la propuesta de las autoridades partidarias de integrar una alianza con expresiones políticas de derecha”, explicaron referentes de Bases, que ya habían expresado una oposición similar durante el congreso de la Federación Santa Fe.
Sin embargo, y aunque nadie lo vaya a admitir en público, para el oficialismo partidario más que un problema la falta de quórum fue una solución. Incluso nadie descarta que algunos de los delegados que se ausentaron lo hayan hecho con la anuencia de la conducción socialista.
El PS, en definitiva, lo que hizo fue comprar tiempo. Y logró lo que necesitaba: postergar una decisión sobre las alianzas nacionales.
La agitada interna en Juntos por el Cambio, con una batalla descarnada entre Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich, llevó a que muchos dirigentes socialistas crean que es mejor esperar a que se calmen las aguas antes de tomar decisiones políticas que después pueden volverse en su contra.
No obstante, la falta de quórum fue real. Y en eso se apoya Bases. “Rechazamos que nuestro partido se incorpore a una alianza de derecha en el país, ya sea a través de sectores del peronismo conservador, de Juntos por el Cambio o de las agrupaciones que se autodenominan libertarias. Estas expresiones demuestran cada vez más abiertamente su negación del rol del Estado y de la posibilidad de construir una sociedad más justa e igualitaria”, afirmaron desde ese espacio opositor.
Al Congreso convocado en Rosario se acreditaron 197 delegados, muy por debajo del mínimo exigido para sesionar. Ante la falta de quórum, el Congreso quedó sin efecto.
La propuesta de Bases y de Convergencia Socialista es conformar una coalición “con organizaciones políticas de izquierda democrática y progresistas, comprometidas con los intereses del pueblo y la Nación Argentina, como único camino posible para construir una alternativa a las expresiones reaccionarias y anti derechos”.
En la provincia, un congreso del PS aprobó por amplia mayoría sumarse al frente opositor al peronismo denominado “Unidos para cambiar Santa Fe”. Sobre las definiciones que podría tomar el PS a nivel nacional algunos sectores internos cuestionan que no hubo el mismo debate que sí se realizó en la provincia.
La presidenta del partido, Mónica Fein, mantuvo reuniones con varios dirigentes que se proponen competir a nivel nacional, una de ellas con el gobernador cordobés Juan Schiaretti, que no oculta sus intenciones de acompañar la candidatura de Horacio Rodríguez Larreta.
En 2019, Miguel Lifschitz trabajó detrás de una candidatura del economista Roberto Lavagna, mientras que en anteriores elecciones el socialismo compitió detrás de un postulante propio, como fue Hermes Binner.

