Un gol de media cancha es la experiencia que vivirán dos jóvenes, un rosarino y una santafesina —entre unos veinte argentinos— en el Mundial de Qatar. Viajarán hasta allá para trabajar como voluntarios en la asistencia de periodistas que irán a cubrir el evento. Son parte del selecto grupo de los dos mil voluntarios extranjeros que se dedicarán a distintos roles en los estadios y espacios del Mundial, junto a otros dieciocho mil voluntarios qataríes.
El rosarino Francisco Maini Cuneo, de 22 años, terminó de estudiar Administración de Empresas y se dedica a su profesión. Pero su pasión está puesta en el fútbol. Junto a un hermano hace años iniciaron una escuelita para niños de entre 4 y 10 años, donde él es profe. “Siempre fui muy futbolero tanto yo como mi familia: en mi casa somos cinco hermanos varones, se mira fútbol, se habla de fútbol, entrenamos a chicos, así que no puedo creer esto que me está pasando”, dijo Francisco a Suma Política. Además, es jugador de futsal.
“Estoy en shock todavía, siempre soñé con ir a un mundial y ahora poder ir a ayudar con un granito de arena —aunque sea muy chiquito—, a que se haga realidad, me pone muy contento”, consideró el joven, sobre la experiencia que se avecina.
“Todavía no pude concentrarme ni meterme en lo que es el viaje en sí porque estoy con mucho trabajo, pero ya quiero empezar a ver la agenda, conocer un poco sobre cuál va a ser mi rol allá. Me afectaron al media center, para la asistencia a periodistas, por lo que tendré que ayudar a instalarlos, guiarlos y asesorarlos en todo lo que necesiten. Aún no sé si voy a estar asignado a un estadio, a un partido, a las conferencias de prensa o dónde. Ahora comienzan los entrenamientos específicos de mi función, así que me enteraré en estos días”, explicó.
Francisco se enteró por los diarios acerca de la convocatoria a este voluntariado de la FIFA y, como los requisitos eran básicos (tener más de 18 años, saber Inglés y el pasaporte al día), “me anoté a ver si tenía suerte, y la tuve”, sostuvo el joven. “Los voluntarios tenemos que llegar antes del 18 de noviembre, yo arribaré el 17, y me vuelvo dos días después de la final en diciembre”, agregó.
Francisco consideró que la experiencia que se le presenta será “increíble” y “única”. “Todavía no caigo pero familiares y amigos me hacen dar cuenta de que es una locura”, dijo. Y, sobre el proceso de selección, indicó que además del formulario tuvo que mandar un currículum y responder cuestionarios. Luego, en una segunda instancia, debió pasar simulacros de distintas situaciones que se presentaban, entre ellas, saber qué entrada a un partido era falsa o verdadera. También tuvo una entrevista en inglés y recién dos meses después le llegó la oferta laboral.
“Me ofrecieron el puesto, tuve un Facebook Live donde presentaron el uniforme que vamos a usar y ahora estoy esperando el entrenamiento específico de mi puesto, junto a otros afectados al media center”, dijo Francisco, feliz porque ya casi está en la cancha.
Vivir a pleno la experiencia
Por su parte, la santafesina Florencia Morere, licenciada en Comunicación Social, también viajará a Qatar. “Se presentaron ocho millones de personas de las cuales se entrevistaron a sesenta mil y, al final, quedamos seleccionados los dos mil extranjeros para ser voluntarios”, detalló. En su caso, se enteró de la convocatoria a través de un allegado de Italia, vinculado al ambiente del fútbol.
“Aún no caigo, y supongo que la ficha me va a caer cuando ponga un pie allá”, dijo Florencia, con relación a la que estima será una “oportunidad única”.
La santafesina se dedica a prensa y comunicación general y de eventos, y en Qatar ya tiene asignado un estadio (el 974 de la ciudad de Doha) en el cual va a estar trabajando como apoyo y asistencia a los periodistas de todo el mundo que cubran los diferentes partidos que se jueguen allí. “El rol que me dieron es dedicarme básicamente a lo que hago, ser un poco productora del detrás de escena; así que para mí va a ser como el summum de mi carrera”, adujo, y completó: “Es ponerle el moño a un crecimiento personal y profesional muy grande”.
En su caso, ya atravesó varias instancias de formación de parte de la organización del Mundial. Hizo cursos de manejo de situaciones de discriminación, de higiene y seguridad, sobre discapacidad, derechos humanos, bullying. “Fue un proceso largo, de un año y medio más o menos”, dijo.
Culturalmente, al ser un país muy diferente y con una marcada profesión de fe islámica, Florencia estimaba que les iban a encomendar condiciones estrictas de comportamiento a los extranjeros. No obstante, “no nos hicieron ninguna especificación oficial porque se entiende que en un evento tan cosmopolita van a ser flexibles en varias cuestiones”.
“Más que nada tendré que aggiornarme a una cultura distinta, algo que uno siempre tiene en cuenta cuando viaja al exterior. Por ejemplo, en cuanto a la indumentaria, usar remeras cubriendo los hombros, polleras no muy cortas”, manifestó la comunicadora, quien también tiene pensado ir a conocer lugares cercanos, como las pirámides de Egipto. “Voy con la cabeza abierta para vivir a pleno toda la experiencia”, cerró.
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Comunicadora en Diario El Litoral. Área Metropolitana - Educación. En Twitter: @marielagoy
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