Connect with us

Hi, what are you looking for?

Política

Cristina en el CCK: Los Beatles, la banda y el bastón

La definición precisa de un mediodía vibrante para el kirchnerismo la dio Javier (Javi) López, presidente de la EuroLat (euro diputado español), que antecedió en el uso de la palabra a Cristina Kirchner en el CCK: “Me siento el telonero de Los Beatles”, concedió para la sonrisa de la presidenta del Senado, y el regocijo de la platea. Siete años después de inaugurado, Cristina Fernández de Kirchner volvió al Centro Cultural que lleva el nombre de su marido fallecido, y dio su primer discurso desde la “Ballena azul”-la sala principal del ex Correo Central de Buenos Aires-, en el que apuntó contra la desigualdad planetaria, que “la pandemia acentuó trágicamente”. Fue con motivo de una reunión de la EuroLat, La Asamblea Parlamentaria Europea-Latinoamericana, que reúne a 150 representantes de ambos continentes. 

La vicepresidenta, que no hizo menciones explícitas al profundo debate interno que atraviesa al frente político gobernante, sin embargo reiteró su tesis sobre la necesidad de reforzar la actividad de los Estados en detrimento del mercado: “Las desigualdades no nacen de un orden ‘natural’, son producto de decisiones políticas o de falta de decisiones políticas”, frase que podría interpretarse en clave local. Justo en el día en que el Indec anunció el índice de inflación mensual más alto en dos décadas y sus graves consecuencias sobre los ingresos de los asalariados. 

“La gran discusión que se va a dar es si este proceso capitalista lo conducen las leyes del mercado o las leyes de los Estados. Es la clave para abordar seriamente el problema de la desigualdad, salvo que sea sólo un ejercicio dialéctico, discursivo”, profundizó. 

El Estado de bienestar, dominante en el mundo capitalista de la post guerra, y el neoliberalismo, que emergió luego de la caída de la Unión Soviética, para la jefa del Senado argentino son construcciones políticas, y no modelos económicos.   

El Estado de bienestar, un esquema político preventivo del capitalismo para evitar el avance del comunismo, “se crea como un instrumento donde el Estado tenía gran incidencia sobre las personas; la vida, la educación, la salud, el trabajo y la vivienda, más allá de los méritos individuales de cada individuo”. Y por esa razón, el período de menor desigualdad fue entre 1945 y la caída del Muro de Berlín, en 1989, cuando se empieza a desmoronar el Estado de bienestar. 

Cristina analizó que en aquella década de los 90 se creó otro sentido común: “Ahora sos absolutamente libre, si tenés trabajo es porque tenés méritos y si no tenés es porque no te lo merecés, o no trabajás lo suficiente. Otro tanto si no tenés vivienda o si tus hijos no pueden estudiar”. 

Siempre según el análisis de la líder del movimiento nacional y popular, el sentido común que nació en los 90, el credo neoliberal, aún campea en muchas sociedades. Pero la pandemia vino a derribar esa lógica, y a reinstalar la idea del Estado protector de las mayorías. 

“¿Qué habría sucedido si los Estados no hubieran intervenido, construyendo hospitales, negociando con el mercado (los laboratorios) la vacunas para sobrevivir?”, se preguntó ante un auditorio exultante, que explotó en oleadas de aplausos, una y otra vez. 

“Que sigan afirmando que el Estado no es importante en la vida de las personas, o es un necio o un cínico, que los hay de los dos”, disparó, presumiblemente, a la oposición de Juntos por el Cambio (JxC) y a los ascendentes sectores ultra liberales. 

“Nuestros tres poderes (incluido el Poder judicial cooptado tantas veces por los factores económicos), ¿cuánto representan del poder real?”, se preguntó. Y tras cartón, la frase que más dio que hablar en el mediodía del CCK: “Que te pongan una banda y te den un bastón es un poquito de poder, no es el poder. Ni te cuento, si además no se hacen las cosas que hay que hacer, pero dejémoslo ahí”, dijo para dejar inconclusa una frase que podría interpretarse aludió al presidente Alberto Fernández. 

La ex presidenta, como en otras oportunidades, volvió sobre un debate que entiende pendiente: ¿dónde reside el poder real? “Está fuera de nuestras instituciones, en los mercados, monopolios, oligopolios, el poder financiero internacional, que no figuran en nuestras constituciones. Y cuando el pueblo vota y elige, no juzga a esos poderes, juzga a quienes están sentados en las bancas”. Y planteó el desafío: “La gente se termina enojando con la política. Hay que repensar las instituciones. La pandemia vino a saldar esa discusión, no es posible que el Estado sirva para resolver una pandemia, pero cuando tiene que tomar otras decisiones de la política económica sea un estorbo”. 

Recordó, a su vez, que durante la pandemia el sector privado recibió todo tipo de ayudas -financiera, fiscales-. Sin embargo, ante la tragedia de la guerra, “el mercado (alimentos) nos contesta son mis ganancias, los demás que revienten”. “Así no vale. Si cuando vos nos necesitaste te pagamos salarios, te perdonamos créditos e impuestos, ahora que te necesitamos (el pueblo, no el Estado) me parece…”. 

Antes de terminar, y luego de media hora de discurso, la principal referente del peronismo trajo a la memoria el 13 de abril de 2016, fecha en que miles de militantes la acompañaron a su primera convocatoria a declarar como imputada en los tribunales federales de Comodoro Py. “Tenemos que abordar el tema del partido judicial como instrumento contra los gobiernos nacionales y populares. Debemos pasar, como decía un líder que no era de mi partido (Hipólito Yrigoyen), a las efectividades conducentes”.  

Facebook comentarios

Autor

Click to comment

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

También te puede interesar