Desde el instante en que salió a la cancha hizo ruido. Con un slogan que pedía dejar de “discutir boludeces”, Federico Lifschitz sacudió la modorra política y fue uno de los primeros en anunciar su candidatura a concejal de Rosario. Con militancia dentro del socialismo, pero sin responder a líneas internas, el hijo del exgobernador Miguel Lifschitz irrumpió en el tablero político de la ciudad dando el salto a la competencia electoral.
Tiene 31 años y cursó Administración de Empresas. A los 17 años comenzó a militar en la zona sur de la ciudad y hoy coordina los 22 centros socialistas. Reivindica la alianza política con el PRO y respaldará la candidatura de Maximiliano Pullaro, cuando todos descontaban que acompañaría a la candidata del Partido Socialista, que se presume será Clara García. “Nuestra mirada es la de un grupo de socialistas que entendemos que es necesario fortalecer vínculos con aquel sector del radicalismo que compartió la gestión de Miguel Lifschitz”, explicó.
En una charla a fondo con Suma Política, Lifschitz analiza la elección que se viene, los proyectos que buscará llevar al Concejo en caso de asumir una banca, y recuerda la figura de su padre, a dos años de su fallecimiento: “Mi viejo deja una vara más que alta y entiendo que eso es una responsabilidad muy importante porque la expectativa de la gente va a estar a su altura. Creo que va a esperar de un Lifschitz lo que Miguel les pudo dar”.
—¿Cómo se dio la decisión de postularte al Concejo?
—Vengo de un recorrido de hace muchos años, con una militancia político partidaria en los barrios de Rosario. Hoy hemos decidido dar un pasito más y asumir un nuevo desafío que es ser precandidato a concejal en la ciudad, entendiendo que la realidad que estamos viviendo es dura y que necesita dirigentes comprometidos que conduzcan la ciudad; que vengan a ocuparse realmente de los problemas que tenemos.
—¿Cómo fue tu militancia?
—A los 17 años comencé a militar en la zona sur de Rosario y hasta el día de hoy que continúo con esa tarea. En el mientras tanto he recorrido la ciudad mil veces y te diría que no hay barrio que no conozca. Vengo de la actividad privada también, por lo tanto he tenido vínculo con el empresariado, con comerciantes, con sectores gremiales. Es una ciudad que conozco bien: sus barrios, sus actores, y a todos aquellos que están involucrados de una u otra manera en su desarrollo.
—¿En qué parte de zona sur militabas?
—En Rosario estamos organizados territorialmente en 22 centros socialistas y en la zona sur tenemos tres. Yo transité por todas. Comencé en la seccional número 11, donde mi viejo era secretario general. Luego pasé a militar en la 15, con los grupos juveniles del partido. Y después estuve en la 16, que es más sobre barrio Tablada. Hoy estoy nuevamente en la 15 donde soy secretario general de la seccional y además coordino los 22 centros socialistas que tenemos en Rosario.
—¿Cómo tomaste la decisión de que el Partido Socialista se sume a una alianza con el PRO?
—Es una idea que venimos madurando hace tiempo. Desde el fallecimiento de mi viejo se ha reconfigurado el escenario político. Un sector del radicalismo se fue a Juntos por el Cambio y nosotros, aun así, hicimos un esfuerzo por continuar con el Frente Progresista Cívico y Social, yendo a elecciones con los actores políticos que habían quedado dentro de ese espacio. Pero a partir de ese proceso electoral comenzó un debate interno acerca del rol que tenía que jugar el socialismo y qué política de alianzas iba a llevar adelante. Esa discusión ha ido mutando y la realidad que hoy vivimos, particularmente en Rosario pero también en la provincia de Santa Fe, ameritaba que muchos pongamos nuestros intereses partidarios por debajo de lo que hoy el socialismo está necesitando. Por lo tanto, estoy de acuerdo y soy respetuoso de lo que se decidió en un congreso provincial por mayoría, que es integrar esta nueva coalición.
—¿Por qué tomaste la decisión de ir con Maximiliano Pullaro cuando la línea socialista de la coalición está referenciada en Clara García?
—La candidatura de Clara hoy no está oficializada, con lo cual me cuesta opinar sobre el tema. Hoy tenemos dos candidatos que son Maximiliano Pullaro y Carolina Losada. Y yo claramente me siento mucho más representado con Pullaro. No obstante, dentro del socialismo hay distintas miradas. De hecho, hay un grupo que directamente no ha acordado con esta coalición y que va a jugar por afuera de Unidos para Cambiar Santa Fe. Nosotros lo hemos conversado mucho: primero puertas adentro de la organización, con toda su dirigencia y con sus militantes. Nuestra mirada es la de un grupo de socialistas que entendemos que es necesario fortalecer vínculos con aquel sector del radicalismo que compartió gestión con Miguel Lifschitz. Hoy eso está referenciado en la figura de Pullaro, que fue un hombre de confianza en su gobierno. En eso no hemos podido convencer a las autoridades partidarias de que era el camino más acertado. Pero nosotros creemos que hoy necesitamos un perfil de candidato a gobernador que reúne las cualidades que tiene Pullaro. Y nos parece que lo más responsable es acompañarlo.
—¿Pudiste hablarlo con Clara García?
—Sí. Con Clara y con toda la dirigencia. Y sobre todo con los compañeros y compañeras que están al frente de cada centro socialista. Las repercusiones sobre mi decisión siempre han sido favorables, positivas. Pero ha habido una incompatibilidad quizás en la mirada sobre el rol que tenía que ocupar el socialismo dentro de este nuevo tablero político.
—¿Cómo es tu relación con Pullaro?
—Tenemos una relación personal de hace muchos años que trasciende lo político. Fue un funcionario de mucha confianza de Miguel y que estuvo en un área difícil. Me consta el respeto y afecto que existía entre ellos. Maximiliano es un tipo que conoce la provincia y que se ha preparado durante muchos años; que ha tenido el coraje para asumir responsabilidades y desafíos importantes en el Ministerio de Seguridad en un momento en el cual no cualquiera se le animaba. Me parece que son detalles que hablan de una persona que tiene la determinación de avanzar para enfrentar los problemas que tenemos.

—¿Te sorprendió el ruido que hizo tu slogan de campaña “Basta de boludeces”?
—En algún punto. Me sorprendió que lo compararan con la antipolítica cuando por el contrario yo reivindico la política. Era un llamado a la reflexión a parte de la dirigencia que está alejada de la realidad, disociada de los problemas que hoy estamos viendo. Que no está discutiendo los temas más urgentes, como son la seguridad, las obras o servicios que no llegan a los barrios. A mi entender, y el de muchos rosarinos y rosarinas, parte de la dirigencia está en temas menores, que no le cambian la vida a nadie. A eso apuntaba.
—¿Con qué propuestas vas al Concejo?
—Tenemos algunas medidas que vienen a contribuir a la seguridad. Me parece que hay herramientas que pueden ayudar al Ejecutivo local a mejorar los índices de inseguridad, a bajar los niveles de desigualdad y violencia que hoy tenemos en los territorios. Primero, herramientas que nos permitan tener un diagnóstico claro de cuál es la realidad que tenemos nosotros. Un observatorio, por ejemplo, que nos permita tener información concreta de cuál es la realidad de cada uno de los barrios, cuáles son los barrios más conflictivos, para así destinar los recursos municipales a urbanizar y llegar con todo el peso del Estado a los barrios.
Pero me parece importante que los concejales podamos impulsar, más allá de proyectos, el cambio que hoy necesitamos. Que los concejales nos podamos poner frente a los problemas, que podamos convocar e incidir en las medidas y políticas que lleva adelante un intendente o un gobernador. Que podamos convocar a las universidades, a los distintos actores que intervienen y están involucrados en el desarrollo de la ciudad a pensar de qué manera abordamos este tema. Proyectos tenemos, los estamos trabajando, seguramente a lo largo de la campaña los iremos comunicando. Vamos a hacer hincapié en la seguridad, en las obras y servicios que hoy entendemos que se necesitan en los barrios, y en buscar manera de pacificar los territorios promoviendo el empleo.
—¿Tenés los nombres de quienes te van a acompañar en la lista al Concejo?
—Los estamos terminando de definir. No puedo adelantar nombres, pero va a ser una lista amplia, compartida con un sector del radicalismo más referenciado en Pullaro que va a buscar representar la diversidad de Rosario.
—¿Alguien de los que hoy está en el Concejo y se le termina el mandato?
—No, en principio no.
—¿Cómo viviste el aniversario del fallecimiento de tu padre?
—Con intensidad. Es un día difícil donde la carga emocional es alta. Y que además se da en una semana de definiciones políticas y personales que han sido importantes. Pero lo viví bien, acompañado de mi hija Juana. Participamos del homenaje que se hizo en la Biblioteca Argentina rodeados de muchos rosarinos y santafesinos, compañeros de trabajo que lo han conocido y lo recuerdan con mucho cariño y afecto.
—¿Cuál es la política que más destacás de la gestión de tu padre y que te gustaría retomar o replicar?
—Me quedo con la manera que tenía de concebir la política en términos generales. Mi viejo era un tipo de pocas palabras, que escuchaba mucho y más a aquellos que opinaban distinto. Y era alguien que le gustaba hacer y ver las cosas realizadas. Creo que me quedo con eso: con el tipo de acción que llevó adelante una transformación importantísima en Rosario y en Santa Fe.
—¿Creés que portar tu apellido te juega a favor o pensás que puede ser una carga en tu carrera política?
—Como todo en la vida te da y te quita. Mi viejo deja una vara más que alta y entiendo que eso es una responsabilidad muy importante porque la expectativa de la gente va a estar a su altura. Creo que va a esperar de un Lifschitz lo que Miguel les pudo dar. Y yo creo que en ese sentido estoy tranquilo, porque sé que cuento con los valores, con los principios, con las enseñanzas que él me deja.
—¿Qué se viene después de que se oficialicen las candidaturas?
—El sábado comienza una campaña que va a ser intensa, pero que vamos a dejar absolutamente todo para llegar a cada vecino y vecina con nuestra propuesta. Y después esperemos que nos acompañen. Serán los rosarinos y santafesinos, en definitiva, los que tengan la última palabra y definan qué lugar quieren que ocupe cada dirigente de este gran armado.

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Periodista. Licenciado en Periodismo (UNR). Conductor y productor en radio Aire Libre (91.3). En Twitter: @NachoCagliero
