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Informe

Fernando Whpei, el financista amigo del juez Bailaque, hundido en la declaración judicial de un ex jefe de la AFIP-Rosario

Carlos Andrés Vaudagna describió hace un mes ante seis fiscales federales cómo había participado de una componenda extorsiva contra dos empresarios bursátiles rosarinos. El ex director regional de AFIP dio detalles de cómo le armaron una causa por lavado de dinero junto al juez federal Marcelo Bailaque pero se detuvo un buen rato en el rol que en esa maniobra tuvo un potente financista de la ciudad. Lo describió como una persona muy poderosa, con vínculos en la cumbre de la política argentina, y dijo que era vox populi que manejaba la Secretaría de Inteligencia en Rosario.

Este financista es Fernando Whpei y esta declaración lo dejó a un paso de ser imputado como participante de la extorsión. Fue allanado en dos domicilios hace dos semanas. Controla el grupo financiero Unión y la Mutual de Jubilados, Retirados y Pensionados provinciales. En 2019 inauguraron el Museo de la Democracia en el Palacio Fuentes de Santa Fe y Sarmiento, un espacio que cuenta en su acervo valores tales como el diario de marcha de Manuel Belgrano, original de 14 páginas donde el prócer relata su tránsito desde Buenos Aires a Rosario previo a la creación de la Bandera. Los objetos del patrimonio los fueron adquiriendo a coleccionistas privados.

Este lugar fue allanado por la Policía de Seguridad Aeroportuaria el 11 de abril pasado. El mismo día efectivos de esa fuerza entraron a un singular lugar en Santiago entre Córdoba y Rioja a pedido de los fiscales federales Juan Argibay Molina y Matías Scilabra. El frente de esa casa que es de Fernando Whpei no dice nada. Pero quienes en tiempos calmos para el financista entraron allí alguna vez cuentan que tras el portón se accede a un pequeño patio con guardia de seguridad armada con ametralladoras. La vivienda avanza en un terreno que ocupa buena parte de la manzana y progresa en superficie cubierta hacia un vasto jardín de invierno. En el primer piso hay un estar que tiene una muy particular barra de bebidas. En el mismo ámbito hay un sillón contra una pared limpia con un enorme cuadro de un histórico carácter del cine. Los visitantes dicen que es Marlon Brando en El Padrino.



A un mes de convertirse en arrepentido, la declaración del hombre fuerte de ARCA en Rosario hasta 2020 Carlos Andrés Vaudagna se va conociendo y trastorna al mundo político, empresarial y judicial de Santa Fe. Es fuerte la hora y media que dedicó a decir, de una manera huidiza pero confirmando todo lo que tenían de antemano los fiscales, que en un asado en el zoom del edificio del juez federal Marcelo Bailaque se urdió una causa por lavado de activos contra los empresarios de bolsa Claudio Iglesias y Jorge Oneto a quienes implicaron con un escrito anónimo desde la ex AFIP. Allí dijo que en toda la negociación tuvo intervención fundamental el empresario Fernando Whpei.

En las palabras de Vaudagna, Fernando Whpei tuvo un rol muy activo en esta extorsión tramada en 2019. Lo mismo dijo el propio damnificado, el agente bursátil Iglesias, quien reveló como testigo que Whpei fue la persona que le recomendó que pagara para evitar el avance de la causa abierta en el juzgado a cargo de Bailaque. “Esta causa es muy pesada, te va a complicar, hay gente de arriba de Buenos Aires interesada en avanzar. Te podemos dar una mano. Yo tengo llegada al juez y a la AFIP”, aseguró Iglesias que le dijo Whpei.

Un rasgo impregnó toda la declaración de Vaudagna en la que se convirtió en colaborador de una causa que lo tiene imputado de varios delitos: aceptar lo que le atribuían los fiscales pero ser reticente a dar detalles. En eso los acusadores tuvieron que ser muy explícitos. Le preguntaron si en los asados que hacían con el juez Bailaque hacia 2019 y 2020 la presencia del financista era usual.



“Fernando estaba habitualmente. Era amigo de Marcelo Bailaque. Una vez que inauguraron el Museo para la Democracia lo invitaron a Marcelo y Marcelo me invitó a mí”. Luego dijo que en relación a la trama extorsiva “Whpei estaba muy interesado y sabía del tema”.

En noviembre pasado el fiscal Juan Argibay desgranó en una audiencia penal en la Justicia Federal de Rosario que Vaudagna y Bailaque organizaron un chantaje a partir de la formación de una causa penal a partir de un anónimo sin datos precisos que indicaban que Iglesias y Oneto manejaban mesas de dinero donde gestionaban fondos procedentes del delito violento.

A partir de los delitos atribuidos a Vaudagna este aceptó formalizar un convenio de colaboración con los fiscales donde contribuye con información a cambio de recibir una sanción que probablemente le implique una pena de prisión de ejecución condicional.

Fuentes con participación en la causa penal indican que para paralizar la causa penal contra Iglesias y Oneto el grupo extorsivo habría solicitado 200 mil dólares de los que se habrían pagado 40 mil. Con posterioridad a la indagatoria a los dos involucrados el juez Bailaque, en 2021, dictó un rápido falta de mérito. Desde entonces la causa que se inició muy rápido por una denuncia anónima y que extrañamente el magistrado no delegó en fiscales quedó congelada hasta 2023 cuando los abogados de los dos indagados pidieron el sobreseimiento definitivo.



Palabra del jefe de la AFIP


En aquel relato como arrepentido, ofrecido durante los días 18 y 19 de marzo pasado en Ciudad de Buenos Aires, Vaudagna remarcó el peso de Whpei en el grupo. Lo admitió cuando le preguntaron quien tenía la mayor influencia en el armado de la causa. “El que no era funcionario sobre el que era funcionario”, dijo. Era una forma de decir, según deducen sin esfuerzo los que escuchaban, que Whpei tenía un papel preponderante.

 A Vaudagna los fiscales le pidieron precisiones sobre el financista. Respondió que era un hombre muy vinculado y con injerencia en muchos ámbitos. “Fernando Whpei era una persona muy poderosa. Los funcionarios públicos no debemos hacer esto (por participar de una maniobra tendiente a un chantaje), está bien, pero si te llaman y este es un sujeto en Capital Federal que tiene mucho poder, y que te dice tenés que hacer tal cosa, gente que fácilmente podían disponer de mi cargo en Rosario. Claramente el día que mencioné que fueron a la inauguración del Museo de la Democracia, estaba Alberto Fernández. Tenían relaciones con la familia Kirchner, mucha relación con Macri. No eran gente a la cual uno le puede estar pidiendo cosas”.

Dijo también que Whpei tenía “influencia directa en la AFIP”, y en la Secretaría de Inteligencia (SIDE) de Rosario. Reveló que no le constaba a nivel formal pero que “se decía mucho eso”. Y que uno de los agentes destacados relacionados con él es una persona que tuvo funciones jerárquicas en el Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (INAES) que es el órgano que controla la actividad de mutuales. En la declaración los fiscales le indican el nombre y Vaudagna responde afirmativamente. No se lo consigna porque el periodismo tiene impedimento legal de mencionar nombres de personal de la SIDE.

Los fiscales preguntaron a Vaudagna cuál era su rol. Admitió que era generar rápidamente la denuncia como jerárquico de la ex AFIP contra Iglesias y Oneto a partir del anónimo. “Yo tenía que hacer darle celeridad y llevarlo al juzgado y yo comprendí que lo que iban a hacer era un allanamiento o algo para incriminar a esta gente. Ante otra pregunta reconoció: “Claramente acá la idea era involucrar iglesias y a Oneto”.

En ese asado en el zoom del edificio del magistrado en la calle Italia, dice Vaudagna, “Marcelo y Fernando me plantean la necesidad de involucrar a iglesias en una investigación que tenga ribetes tributarios y que me iba a llegar una denuncia anónima”. Los fiscales le preguntaron cuál era el motivo. Replicó que hubo una intención, sin demasiados detalles, de correr a Iglesias de la carrera por la conducción de la aseguradora San Cristóbal, que era lo que en ese 2019 intentaba el damnificado, por entonces directivo de la compañía. “Se comentó que pretendía ser presidente, no me acuerdo, de La Segunda o San Cristóbal”.

En Rosario Fernando Whpei tuvo siempre vocación de influir y determinar en política. Tenía una relación muy estrecha con el concejal del PRO Agapito Blanco, impulsó a Miguel Tessandori y hacía explícito que aspiraba a que su candidata a la intendencia en 2015 era la postulante Ana Martínez que perdió por apenas dos puntos con Mónica Fein, algo que no implica valoración disvaliosa hacia ninguno de los mencionados, ajenos por completo a los actos que ahora se le reprocharán al financista.

Hace dos semanas el abogado Oscar Romera, que representa al agente bursátil Iglesias por la causa que como defensor asegura que le armaron, pidió que se le levantara el secreto profesional para declarar de manera de ofrecer respaldo a la posición de su cliente. En ese testimonio ante la fiscalía contó que hacia 2016 lo llamó Fernando Whpei para dialogar sobre una causa penal donde este abogado intervenía, que era una denuncia tributaria contra un empresario de medios de renombre nacional. En esa ocasión, según dijo Romera, Whpei le manifestó que era amigo “de Marcelo” y si tenía algo para decirle. En ese trámite, dijo Romera, el juez actuante era Bailaque.



Los dos hermanos


Fernando es hermano de Guillermo Whpei que ha tenido un perfil más alto pero que no tiene vinculación ni reproche alguno en esta ni otras causas. En sus oficinas Guillermo tiene fotos con el papa Francisco, con el Rey Carlos III del Reino Unido y con Alberto Fernández de quien en una muy interesante nota en este medio dijo haber sido muy amigo (“cuando venía a Rosario dormía en mi casa”) y estar distanciado.

En esa entrevista en su oficina del Palacio Fuentes Guillermo se ufanaba de sus relaciones personales, se manifestaba cercano a diversos dirigentes políticos como Maximiliano Pullaro, el propio Tessandori y otros periodistas que incursionaron en política.

No solamente esta causa de extorsión por la que lo implica Vaudagna deberá ahora afrontar Fernando. También ya está en la mira por otro expediente de Bailaque. En noviembre último el fiscal Federico Reynares Solari acusó al magistrado de haber autorizado que fondos millonarios de la Cooperativa de Trabajadores Portuarios de Puerto San Martín, bloqueados por una investigación judicial contra su titular Herme Juárez, fueron transferidos a la mutual que manejaba Whpei. Bailaque ordenó que el Grupo Unión a cargo del financista administrase un capital de mil millones de pesos en 2021.

En el trámite la Cámara Federal le terminó pidiendo explicaciones a Bailaque, quien dijo que nunca había negado su amistad con Whpei, y que justificó no haber enviado esos fondos a la cuenta judicial de una entidad oficial, como suele ocurrir en estos casos, porque la mutual de su amigo ofrecía un rendimiento financiero más ventajoso sobre ese capital. Por haber cedido estos fondos a Whpei el fiscal Reynares adjudica delitos de incumplimiento de deberes de funcionario público y prevaricato. En esa audiencia de Oroño al 900 el fiscal federal sostuvo que el lazo entre ambos no era cosa del pasado. “Tanto que pudimos probar que Bailaque viajó a Chile en abril de este año (2024) con Fernando Whpei”, dijo ante el juez Eduardo Rodrigues de Cruz.

Fernando Whpei será mencionado en una audiencia judicial esta misma semana en los Tribunales de Oroño al 900. Donde serpentearán las cualidades que se le atribuyen desde hace mucho y que Vaudagna reseñó en su declaración de hace poco más de un mes. Un hombre interesado por el poder, por el dinero, los contactos privilegiados y la información circulante en estratos subterráneos. Exactamente los mismos atractivos que interesaban al personaje central de la más taquillera de las películas de Francis Ford Coppola, cuyo carácter central, según cuentan personas prominentes que han estado allí, podía verse en una imagen que despuntaba en una pared de su casa.


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