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Política

La mano de Cristina: con Lewandowski a la cabeza, revive la posibilidad de un gran acuerdo en el PJ santafesino

En un mes, desde fines de diciembre, hacia el final del actual enero, el peronismo santafesino pasó de la fragmentación en un Congreso fallido, a la posibilidad de unir todos los pedazos y aspirar a una lista amplia, donde (casi) todos los sectores quedarían “dentro”, en una lista común para las elecciones a constituyentes del próximo 13 de abril.

Es el momento (actual) de fervientes conversaciones telefónicas y también presenciales. Y en 10 días se sabrá si habrá o no acuerdo “grande” en el peronismo o la fragmentación de diciembre continúa. Esa reunificación tiene una premisa: Marcelo Lewandowski encabezaría la lista de unidad. Hasta ahí, todos de acuerdo. El tema es cómo seguir hacia abajo, con qué criterios de armado de la lista y, sobre todo, con qué actores.

Desde ya, el nuevo clima más propenso a la unidad se empezó a gestar con la reunión que Cristina Kirchner tuvo en el inicio de la semana que termina, en el instituto Patria de Buenos Aires, con un puñado de intendentes peronistas (el más destacado, Pablo Corsalini, de Pérez, aunque también lo acompañaron, entre otros, los titulares comunales de Máximo Paz y General Lagos), donde también concurrieron diputados nacionales de Santa Fe como Florencia Carignano —una de las mentoras del encuentro—, y otros dirigentes santafesinos.

La ex presidenta y actual titular del PJ, según indicaron distintas fuentes a Suma Política, preguntó más por la realidad económica provincial, los problemas de la industria, del campo, la situación de la soja, el rendimiento de quintales por hectárea, las retenciones y la amenaza de sequía, que de la rosca política santafesina. De la que, de todas maneras, dijo lo suyo.

Fue contundente con el consejo de ir a buscar a Lewandowski como cabeza de lista para las constituyentes: fue el candidato a gobernador, es el senador, el que más mide, y, además, quiere presentarse para la Constituyente. Cristina también dijo, con el senador a la cabeza pero de ahí para abajo, renovación, refrescar al peronismo, por su perfil y generacionalmente. A estas horas, y por unos días más, el ex periodista deportivo del barrio Tablada e hincha de Central Córdoba de Rosario se encuentra parapetado detrás de su teléfono celular, tratando de cursar unos días de vacaciones que de todos modos no puede llevar a cabo. Le entran llamadas todo el tiempo.

Lewandowski sintió el impacto de los dichos de Cristina Kirchner y repiensa a estas horas la posibilidad de cobijar a todas las tribus del peronismo, una tarea compleja. Aunque nada habría más complejo para el peronismo de la bota que ir partido en tres o cuatro partes, y hasta correr el riesgo (papelón) en algún caso de no llegar al piso del 2,5 % del padrón, unos 70 mil votos, condición básica para colocar algún convencional en el sistema de representación proporcional (ingresan 50 de ese modo, más otros 19, uno por departamento).

La lista cerrada a convencionales constituyentes, sin elecciones Paso, tal cual diseñó la ley de reforma constitucional el gobierno provincial, será un brete difícil de superar para un peronismo disperso y debilitado, pero no imposible. Lewandowski coteja ofertas, sectores y posibilidades, y, si acepta el gran acuerdo, tendrá que maniobrar mucho para acomodar con equilibrio a todos los interesados en integrar esa lista. Desde ya los propios, el Movimiento Evita —que sólo acepta ese acuerdo si Juan Monteverde (Ciudad Futura) y Lucila de Ponti tienen un lugar—, los intendentes, La Cámpora, La Corriente del rossismo y el sector de los senadores departamentales, entre otros.

El perottismo, entre tanto, no tendría vocación de integrarse a esta posible reunificación, cuando su propósito político es justamente un armado por fuera del PJ, de sus actores, y cercano a los adversarios políticos del peronismo, el gobierno provincial en cabeza de Maximiliano Pullaro, con el que ya exhibe acuerdos de cargos y gobernabilidad.

Desde ya, la propia elección de convencionales constituyentes, que tanto complica al PJ de Santa Fe, fue obra, en parte, de los votos del sector del ex gobernador, que ayudó a constituir la mayoría súper agravada para motorizar la reforma.

A finales de enero se sabrá si el peronismo tendrá presencia unificada en la constituyente o si la dispersión continúa. En un año electoral con al menos dos estaciones más (además de constituyente de abril, las provinciales y la o las nacionales del segundo semestre), también tendrá impacto local el desenlace de las sesiones extraordinarias, que debería tramitar el Congreso nacional desde la próxima semana.

En ese punto, son muchas las dudas sobre el devenir de las extraordinarias: la oposición y los dialoguistas quieren incluir el Presupuesto 2025, que no está en el temario. El próximo martes recién habrá un encuentro entre el ministro Guillermo Francos y los titulares de los bloques del PRO, la UCR y Encuentro Federal. El primer paso para la Casa Rosada es la búsqueda del quórum; la reforma política y la eliminación de las PASO nacionales, pretendidas por Javier Milei, están por ahora verdes. Y ese cambio grande se hace en febrero, o ya queda archivado para el próximo turno electoral.


Pablo Corsalini, Juan Monteverde y Lucila de Ponti

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