La reforma de la Corte Suprema de Justicia significó “colgarse una medalla de plata” para el gobierno provincial. Así lo había definido el líder radical Felipe Michlig hace algunas semanas, cuando planteó como tres grandes conquistas oficialistas la aprobación de las leyes de necesidad de la reforma constitucional, de cambios a la ley orgánica del Poder Judicial y de reforma jubilatoria.
Hoy, con la jura del ex fiscal general del Ministerio Público de la Acusación (MPA), Jorge Baclini, y de la abogada especialista en derecho tributario, Margarita Zabalza, como ministros del Superior Tribunal, el oficialismo alcanzó su primera victoria -falta la jura del ex fiscal de Estado, Rubén Weder- tras un partido que incluyó fuertes cruces con las actuales autoridades tribunalicias que generaron momentos de tensión institucional sin precedentes.
Lo cierto es que la asunción de los dos nuevos ministros eleva a siete el número de integrantes de la Corte, tal como lo estableció la reforma de la Ley 10160. El 2 de abril está prevista la renuncia de María Angélica Gastaldi y en su lugar asumirá Weder.
El acto fue presidido por el actual presidente de la Corte, Roberto Falistocco, y los ministros del Superior Tribunal, María Angélica Gastaldi, Rafael Gutiérrez, Eduardo Spuler, Daniel Erbetta, y del Procurador General, Jorge Barraguirre. Participaron también la vicegobernadora Gisela Scaglia; los ministros de Gestión Pública, Fabián Bastía; de Justicia y Seguridad, Pablo Cococcioni; de Cultura, Susana Rueda; de Ambiente, Enrique Estévez; la presidenta de la Cámara de Diputadas y Diputados, Clara García; legisladores provinciales y nacionales; la fiscal general del MPA, María Cecilia Vranicich, y la Defensora del Servicio Público Provincial de Defensa Penal, Estrella Moreno Robinson, entre otras autoridades y público en general.
No asistió el gobernador Maximiliano Pullaro.
Primeras palabras y Corte impar
Tras la jura, ambos nuevos ministros pronunciaron sus primeros discursos en el cargo. En primer lugar y con un tono mayormente técnico jurídico, Baclini hizo un repaso por su carrera en el Poder Judicial y ponderó que se trata de un “gran desafío en la idea de promover cambios que se puedan materializar, y para eso es importante identificar los problemas”.
En tanto, Zabalza reconoció que “no es un día más porque en esta ceremonia hay representantes de los tres poderes del Estado, en un contexto político complejo, donde pareciera que todo da lo mismo”. Tras ello recibió el primer aplauso generalizado de la jornada, cuándo hizo hincapié en que el “Poder Judicial tiene que dar respuesta a los conflictos humanos que hay detrás de cada uno de los expedientes”.

Pelea desde antes del primer día
Desde que juró como gobernador de Santa Fe, Pullaro se puso al frente de una tensa pelea con las históricas autoridades de la Corte Suprema de Justicia de Santa Fe, en particular con el actual ministro del Superior Tribunal y expresidente, Rafael Gutiérrez. Ese 10 de diciembre de 2023, ante la cúpula judicial, y en su primer discurso, el actual titular de la Casa Gris dijo que Santa Fe tiene “una justicia cara que no da respuestas”. Y agregó: “Entendemos que es necesaria la agilización de la justicia extrapenal, por lo que se enviará a la Legislatura un proyecto con reformas a la justicia extrapenal que son de aplicación inmediata, y en general tienden a descomprimir la carga de trabajo y agilizar los procesos judiciales. Asimismo, aspiramos a una renovación de la justicia haciendo cumplir la Constitución”. Semejante declaración rebotó en un cruce de miradas entre los ministros, que reaccionaron sorprendidos ante las acusaciones del ya ungido gobernador.
Al terminar la histórica ceremonia, en la que el radicalismo volvió al Ejecutivo provincial tras más de 60 años, uno de los primeros en salir fue Gutiérrez, que se encontraba próximo a asumir nuevamente como titular de la Corte. Ante la insistencia de algunos cronistas respecto a lo que había dicho Pullaro, Gutiérrez sólo atinó a decir: “Ahora no voy a responder, lo haré en la apertura del año judicial”. Desde allí sobrevinieron más de tres meses de incertidumbre respecto a cuál sería la respuesta. Pero llegó el día y ninguna bomba estalló. Fuentes cercanas al ministro dejaron trascender que decidió alivianar sus declaraciones para evitar mayores tensiones institucionales.
Aquel día, después de un saludo cálido entre ambos, con risas cómplices incluidas, Gutiérrez aludió a la “inamovilidad” de los magistrados mientras conserven su idoneidad, y para contrarrestar las acusaciones de “justicia cara e ineficiente” destacó un extenso listado de obras que hasta ese momento ejecutaba el Poder Judicial en distintos lugares de la provincia. “Hoy más que nunca, el rol de la Justicia ha ocupado un papel fundamental en la escena social, ya sea por desperfectos institucionales achacables al Estado todo, como por una creciente democratización de la Justicia. Es por ello que se nos plantean nuevas responsabilidades de cara al mantenimiento de la gobernabilidad de los Estados y del respeto hacia las Instituciones”, exhortó aquella vez.
Allí las aguas parecieron calmarse, pero no fue así. Durante todo el 2024 las acusaciones entre ambos poderes aumentaron a niveles sin precedentes. El gobernador y sus más cercanos insistían en que los ministros de la Corte que tengan más de 65 años debían acogerse a la jubilación y renunciar a sus cargos. “Se sienten vitalicios y creen que son perennes”, dijo el titular de la cartera de Gobierno e Innovación Pública, Fabián Bastía, en reiteradas ocasiones. Del otro lado, la respuesta de Gutiérrez fue “me voy a ir cuándo yo quiera”.
A mediados de año sobrevinieron graves problemáticas en la justicia respecto a las vacantes existentes en diferentes juzgados e incluso al pago de haberes a los trabajadores del sector. Con esos reclamos en la mesa, la Corte se reunió varias veces con funcionarios del Gobierno, en encuentros que nunca culminaban en una solución concreta. Por ello, el entonces titular del máximo tribunal, pidió directamente una reunión con el gobernador. Fue concedida el domingo 8 de septiembre a las 7.30 de la mañana. El horario y el día fueron sorpresivos, fueron vistos como una suerte de “chicana” en el ámbito tribunalicio. La Corte asistió igual, con cinco de los seis ministros que tenía. Luego, el gobernador defendió el día elegido a partir de una “agenda de gestión” compleja en términos temporales.
Ese encuentro tampoco derivó en una solución inmediata de las problemáticas. Una nueva reunión se emplazó, esta vez con la fiscal general del MPA, María Cecilia Vranicich. Al terminar, el ministro Bastia la calificó como una reunión “muy valiosa” y dijo que se abordaron distintos temas “vinculados a los trabajadores”; puso énfasis en los retroactivos adeudados en el Poder Judicial, “que tiene que ver con lo que hemos dicho en muchas oportunidades sobre un manejo discrecional, desajustado y de una manera ligera del presupuesto de la Corte Suprema de Justicia, lo que hizo que se quedaran sin fondos”. El ministro de Gobierno anunció que el Ejecutivo iba a enviar partidas para que puedan afrontar ese compromiso: “Vamos a pagar los retroactivos, se van a transferir los fondos que correspondan”, aseguró esa vez.
En ese contexto el Sindicato de Trabajadores Judiciales emplazó sendas medidas de fuerza, con la inclusión de un paro en Tribunales después de 30 años. Sobre finales de 2024, con la firma de decretos de ascensos y designaciones, luego de una reunión entre el Ejecutivo y el propio Gutiérrez, reinó una suerte de paz transitoria. Tras ello los focos del oficialismo estuvieron puestos en sancionar la Ley de Necesidad de Reforma Constitucional, algo que sucedió antes del cierre de año.
Con esos objetivos cumplidos, Pullaro volvió a la carga con su deseo de renovación total. Declaró hace algunos días: “Vamos a seguir con el diálogo para que las personas a las que la ley les marca un límite, den un paso al costado por la puerta grande”. La posibilidad de que aparezcan nuevas disputas está latente, pero ahora la “histórica” Corte sólo queda con tres integrantes, y a partir de abril quedará en minoría puesto que Erbetta es el único que no se encuentra en sintonía con Falistocco, Gutiérrez y Spuler, y sobre ese precepto podría estar más cercano, incluso en edad, a los nuevos ingresantes al Tribunal: Baclini, Zabalza y Weder.
Los elegidos
La doctora Margarita Zabalza, especialista en derecho tributario e hija del histórico dirigente socialista Juan Carlos Zabalza, fue la única mujer propuesta para ocupar una vacante en el tribunal superior. Superó sin escollos las entrevistas con el Poder Legislativo, y recibió apenas una impugnación que fue ingresada fuera de término por el diputado nacional Nicolás Mayoraz, en el que aducía que la mujer propuesta carecía de experiencia para el cargo.
En tanto, Baclini fue el que más impugnaciones recibió, algo que lo obligó a dedicarle un considerable tiempo de sus entrevistas a responder las mismas. “Es un orgullo, es una expectativa extraordinaria poder concretar y estar en este lugar y bueno, la idea es trabajar en conjunto con la Corte para concretar cambios”, comentó en rueda de prensa al finalizar el acto de jura.


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