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Política

Los nombres propios del discurso: Lifschitz y Reutemann, pero ningún Fernández

Lo que se nombra y lo que se omite suele ser una buena línea para interpretar algo de lo que no está explícito en el discurso. Por ejemplo en el que dio el gobernador Omar Perotti en la Legislatura hubo menciones llamativas, pero más aún lo fueron los nombres que no formaron parte de su extenso discurso de dos horas.

Suele pasar que se esgrimen como errores involuntarios algunos de esos datos que el periodismo convierte en interpretaciones. Como cuando un presidente omite declarar abiertas las sesiones o inaugurado algún evento.

No parece ser el caso, ya que el gobernador tenía escrito su discurso y además le dedicó varios minutos a las menciones de agradecimiento del comienzo. Con lo que se infiere que los detalles fueron pensados.

Tal vez sea un detalle decir que no nombró más que por su cargo a la vicegobernadora y presidenta del Senado Alejandra Rodenas, aunque con ella se mostró afectuoso en los saludos previos, durante la firma del libro de visitantes y recibió sus felicitaciones al cerrar el discurso.

La vice tuvo su momentáneo protagonismo cuando al inicio de la sesión y ya con el gobernador sentado, atrajo toda la atención al improvisar un breve discurso para justificar la entrega de la memoria y balance del Senado y de Diputados correspondiente a los dos últimos ejercicios. Igual que al final cuando pidió en medio de aplausos que todos volvieran a sus bancas para proceder al cierre formal de la reunión.

Lo concreto es que al menos Perotti fue parejo con todos. Tampoco mencionó por su nombre al presidente pro témpore del Senado, Rubén Pirola, ni al titular de la Cámara de Diputados, Pablo Farías, ni al presidente de la Corte Suprema, Rafael Gutiérrez. Si lo hizo con el ex gobernador Víctor Reviglio.

De ahí para abajo nadie pensó que iba a aparecer en el discurso, ni los senadores nacionales Marcelo Lewandowski y Carolina Losada, la diputada nacional Mónica Fein, o su par Roberto Mirabella, por citar a algunos de los presentes de distintos partidos.

En cambio el gobernador tuvo un guiño con los intendentes de Rosario, Santa Fe y Rafaela, a los que además del cargo les agradeció la presencia mencionándolos como un nuevo trío: “Emilio, Pablo y Luis”, sin sus apellidos (Jatón, Javkin y Castellano).

Después vinieron dos nombres propios pero que fueron un homenaje. Así como el año pasado cuando a Perotti le reclamaban que no se sumaba públicamente a los deseos de recuperación de Miguel Lifschitz y fue en la apertura de sesiones cuando explicitó su deseo de pronta recuperación, este año rindió homenaje a los dos ex gobernadores fallecidos: el socialista y Carlos Reutemann.

Curiosamente la mención no recibió aplausos, que fueron muy medidos a lo largo de todo el discurso -apenas hubo tres o cuatro-, ante menciones puntuales de obras y sólo provenientes de algún sector, salvo un agradecimiento general con aplausos a médicos y personal de salud.

También sorprendió Perotti en el inicio de sus palabras con una mención de política internacional, al condenar la guerra provocada por la invasión de Rusia a Ucrania, o al señalar que se cumplieron 29 meses de su gestión, 26 de los cuales fueron en pandemia.

Lo que tal vez fue más notable fue la ausencia de mención al presidente de la Nación Alberto Fernández, que para bien o para mal, no figuró en el discurso. Una singularidad, aumentada porque pertenece al mismo partido del gobierno provincial y por las apariciones públicas que compartió a lo largo de lo que va de la gestión de Perotti.

Inesperadamente apareció mencionado en el discurso el gobernador de Corrientes, Gustavo Valdés, por su encuentro de los últimos días, al que aludió porque representa a la otra provincia que junto con Santa Fe estaban atrasadas con respecto al sufragio para los jóvenes menores de 18 años. Un derecho en el que la provincia correntina está avanzando.

Tampoco hubo nombres propios con los dos gobernadores de la Región Centro, con quienes también Perotti tuvo amplia agenda en el último mes, aunque el bloque que conforman formó parte de varios pasajes del discurso.

Sobre el final, no la nombró, pero no pudo dejar de sumarse a las miradas sorprendidas que siguieron la salida temprana del recinto de la diputada Amalia Granata, que justo se levantó cuando el gobernador exponía sobre las políticas para la mujer y perspectivas de género. Nadie admitió que tuviera que ver con eso, sólo una casualidad. Parece que la legisladora perdía el avión a Buenos Aires.

Si el registro de nombres propios en el discurso de Perotti sirve para reconocer señales, habrá que esperar al año próximo, cuando tenga que dar su último discurso ante la Legislatura casi al filo de las elecciones provinciales internas. Y tal vez aparezcan más nombres o la misma cantidad de omisiones.

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