Día tras día, el pretencioso anuncio presidencial que dispuso, en los primeros días del año, un mes de sesiones extraordinarias en el Congreso en pleno verano (20 de enero al 21 de febrero) se va desdibujando. De los siete temas pretendidos por la Casa Rosada, los tres principales no arrancan: eliminación de las Paso, tratamiento en el Senado de los pliegos de los candidatos a jueces de la Corte Suprema Ariel Lijo y Manuel García Mansilla y la ley de Ficha Limpia, en su nueva versión remixada por el partido oficialista, luego de caer el impulso anterior que tuvo al PRO en el centro de gravedad.
La primera semana de vigencia del período extraordinario se va sin actividad concreta en el Congreso, y toda la novedad se consumió en las aproximaciones del ministro Guillermo Francos con aliados directos, tanto de Diputados como en el Senado, con presencia de la vice a cargo del Ejecutivo, Victoria Villarruel.

El gobierno confirmó que no cederá con la pretensión de los bloques dialoguistas y opositores en cuanto a incorporar el tratamiento de la ley de Presupuesto: al día de hoy, la ausencia del tema en el debate de verano deja a la Casa Rosada al borde de no tener quórum, ni para empezar.
Hasta acá, según pudo recabar Suma Política, el PRO y la fracción de la UCR con “peluca” que conduce Rodrigo De Loredo, estarán sentados con el oficialismo y buscando consolidar la agenda de los temas que propone el gobierno. También se sumarán a ese núcleo un número aún indeterminado de legisladores de bloques provinciales que, de la mano de sus gobernadores, acumulan políticamente en las cercanías de LLA —ya lo hicieron durante 2024— y todo indica completarán ese giro político, ya sin ocultamientos durante 2025.

Sin embargo, esa sumatoria, para el caso de Diputados, no le alcanza a la Casa Rosada para llegar a 129. No se incluirían el bloque de la UCR rebelde (Democracia para Siempre, con 13 miembros), y el sector mayoritario del bloque de Encuentro Federal, además de los opositores de UxP y el Frente de izquierda, entre otros.
Incluso el PRO, que este verano aceleró un proceso de licuación de dirigentes y referentes que se pasan ya en gran número al partido del presidente Milei, condiciona el apoyo al proyecto que de mínima querría apurar el gobierno: la eliminación de las Paso. Aceptarían una suspensión en 2025, pero no la cancelación lisa y llana. Lo que va quedando del partido de Mauricio Macri teme que la eliminación definitiva del sistema de internas abiertas implantado en 2009 se convierta en el certificado de defunción del partido que nació en la Capital Federal, alcanzó la presidencia y ahora declina a gran velocidad ante la consolidación del liderazgo de Javier Milei.
Para cambiar el sistema electoral, insólitamente durante un año electoral y a pocos meses de poner en marcha la maquinaria administrativa de los comicios, se necesita el aval de una mayoría absoluta en ambas cámaras: 129 en diputados y 37 en el Senado.
En este punto se especula a estas horas con la posición que finalmente tome el bloque mayoritario de UxP, en cuyo interior, en el margen, subsisten algunos impulsores de la eliminación del sistema, aunque la posición mayoritaria es mantenerlas. Por caso, en la provincia de Tucumán, donde el gobernador Osvaldo Jaldo —peronista convertido a libertario— retiró a sus diputados del bloque de UxP y formó uno propio con tres miembros, objetivamente oficia como tapón para las pretensiones de, por caso, un peronista kirchnerista de esa provincia como el médico y diputado nacional Pablo Yedlin, que si bien no acompañaría un proyecto de eliminación de las Paso sería más beneficiado si el PJ nomina los candidatos de su provincia y no el gobernador, exponente de un rutilante caso de transfuguismo político.
Para el caso de Santa Fe, con excepción del ecosistema que está constituyendo el presidente Milei alrededor de la LLA —que incluye el pase de miembros del PRO, y no se descarta de algún radical— el resto, peronistas, socialistas y radicales intentarán sostener las Paso en Diputados.
Respecto del proyecto de Ficha Limpia, el poroteo es diferente al de eliminación de las Paso. Si LLA logra conseguir quórum en alguna de las dos sesiones propuestas para febrero en la Cámara baja, estaría más cerca de obtener lo que no consiguió el PRO en noviembre. El proyecto de ley, muy similar al que finalmente no se trató en 2024, es un traje a medida para bloquear una eventual candidatura de Cristina Kirchner. En una maniobra política de manual, el oficialismo le arrebató al PRO la bandera de la supuesta “pureza” de los candidatos como condición para presentarse, pospuso su tratamiento por unos meses y ahora vuelve con un proyecto propio.
Entretanto, el ex presidente Mauricio Macri pasa un verano político para el olvido. De la pretensión de “negociar” una fusión de igual a igual con Milei, a la realidad de los pases de referentes de todos los distritos que directamente se alinean con el actual presidente, y ya sin siquiera avisar. Todo cambia. “Pueden acompañar, no hay problemas”, dicen desde la Casa Rosada, respecto del PRO, que deberá ir a la cola y además cambiar de jefe político, por supuesto candidato para una eventual acumulación política futura.
Con todo, Ficha Limpia encontrará una barrera por ahora infranqueable en el Senado. Hay gobernadores, como el de Misiones, con directa incidencia en sus senadores, que ya anunciaron que no votarán Ficha Limpia: temen el efecto bumerán en sus propios territorios. Desde UxP dejan trascender que con sus propios votos (que serán 34 a partir de la asunción de la legisladora que reemplazará al expulsado Edgardo Kueider) más un puñado de los provinciales, el oficialismo no está llegando el número de 37 necesario para meter Ficha Limpia en el Senado.
Finalmente, el tratamiento de los pliegos de los candidatos a cortesanos Lijo y García Mansilla sigue muy verde y, por ahora, no madura ni con los calores del verano. Si bien el hermetismo es total, todo indica que no avanzan las negociaciones de la Casa Rosada, especialmente con UxP en el Senado, el bloque mayoritario e imprescindible para avanzar con una votación que necesita el súper número de 48 voluntades.

