En contextos de crisis económica, la demanda de asistencia estatal crece al ritmo del deterioro en la calidad de vida de las personas. En sintonía con los aumentos desmedidos de las prepagas, el sistema público de salud es el primero en acusar recibo de la situación social con un incremento en la demanda de atención que muestra niveles preocupantes en el primer semestre del 2024. Según datos de la Secretaría de Salud de la Municipalidad de Rosario, 8103 nuevos pacientes fueron atendidos en los Centros de Salud y se registraron 7115 historias clínicas familiares nuevas. Del total, solo un 10% tiene obra social.
En comparación con otros años, en el 2019 se observaron números similares y la distribución geográfica muestra a los barrios Triángulo, Vía Honda, Alvear, Ludueña, Empalme Graneros, Fontanarrosa y Olímpico encabezando el listado de los distritos que más consultas recibieron. “En períodos de crisis siempre tenemos un crecimiento en la cantidad de población que se atiende con nosotros. Esto suele ser bastante cíclico, depende mucho de lo que pasa en el país”, explicó Fernando Vignoni, subsecretario de Salud y Territorios.
Sobre la composición social, el funcionario explicó que generalmente se trata de hombres y mujeres de clase media que perdieron el trabajo, o que no tienen capacidad para abonar los pagos de las coberturas médicas. Además, por las migraciones internas algunos vecinos que se atendían en efectores públicos provinciales pasaron a la órbita municipal y una parte son personas nuevas que llegaron a la ciudad. “Tenemos un sistema sólido, fuerte. Hoy lo podemos afrontar, pero habrá que ver como sigue”, admitió Vignoni. En la actualidad, 330 mil personas se atienden en la red de salud pública local.
Con relación a las patologías más frecuentes, las enfermedades respiratorias estacionales están a la orden del día durante el invierno, aunque el dengue se llevó gran parte del trabajo a principios de año. En este sentido, el subsecretario adelantó que desde el Laboratorio de Especialidades Medicinales (LEM) que depende del Estado municipal están trabajando en la producción de repelentes propios que estarán listos para el próximo verano: “Asumimos que el dengue vino para quedarse y tenemos que tener autonomía. No podemos depender del mercado para ver si se importó o no se importó”, disparó.
En esta línea, Vignoni señaló que el aumento en la producción local de fármacos es otra de las estrategias que diseñó el gabinete de Salud para hacer frente al incremento de pacientes: “Gran parte de la medicación ambulatoria que se entrega en los centros de salud la produce el LEM”. Por otra parte, comentó que el aumento de personas en situación de calle es otro de los factores que impactan en el sistema de salud, así como también el crecimiento de la demanda alimentaria: “Aunque no lo podría cuantificar, se nota un incremento de personas que se acercan a buscar nuevos circuitos de asistencia”, remarcó.
A nivel provincial, los hospitales públicos también registraron un aumento del 30% en la cantidad de pacientes según datos suministrados por el gobierno santafesino a principios del 2024. En diálogo con Suma Política, la ministra de salud de Santa Fe, Silvia Ciancio, ratificó esa cifra y expresó que el impacto de la crisis se visualiza fundamentalmente en el acceso a los medicamentos: “Sabemos de usuarios que si bien siguen bajo cobertura de alguna obra social, acceden a la red de atención pública porque no pueden comprar un medicamento o pagar la consulta médica”.
En esta línea, reconoció que a principios de año tuvieron dificultades con la provisión de medicamentos que dependían de programas nacionales: “Ahí tuvimos un impacto muy fuerte pero ahora se fue normalizando”, aseguró.

Un regreso a la década del 90
Para el concejal Leonardo Caruana, ex secretario de Salud municipal, el aumento de la desocupación y la profundización de la desigualdad social impacta de lleno en los servicios de salud porque “la población más vulnerable acumula más riesgo y situaciones de estrés y las posibilidades de enfermar son mayores”. En torno al modelo de salud, entiende que hay un regreso a la década del 90 con delegación de responsabilidades en las provincias: “El impacto lo tienen los gobiernos locales porque la gente se va a atender en su ciudad o su pueblo”.
El médico, de amplia trayectoria en la función pública, advierte también sobre los elevados costos de volver a debilitar la estructura estatal: “No vamos a tener lo que se necesita porque lo que se deteriora en infraestructura, en equipamiento, en precarización de los trabajadores, no se recupera de un día para el otro, entonces estamos ante una ecuación muy compleja”.
Caruana recordó que “Rosario tiene una historia y un piso muy importante porque justamente en los 90 hizo lo contrario a lo que marcaban los vientos privatizadores y se construyó infraestructura pública”. Sin embargo, considera que difícilmente puedan volver a sostenerse políticas universales de salud sin aportes provinciales o nacionales: “Nos podemos adecuar para atender las urgencias, pero si seguimos postergando lo programado para después, entonces algún costo la población termina pagando”.
