El gobernador de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, inauguró este jueves 1° de mayo la última apertura de sesiones ordinarias de la legislatura en el Día de los Trabajadores. Con la reforma constitucional en ciernes se prevé que la actividad parlamentaria comience a principios de marzo como en el resto de los órganos legislativos del país. Minutos antes de las 11 de la mañana, el mandatario hizo su ingreso al recinto de la Cámara de Diputados escoltado por el secretario general de la gobernación, Juan Cruz Cándido, y por su jefe político, el senador Felipe Michlig, titular de la UCR en la provincia.
A través de un extenso balance que desarrolló durante más de 45 minutos, el mandatario habló de “el método santafesino” e hizo hincapié en el “cambio frente al inmovilismo”. En esta tónica pidió “empujar los límites cuando se convierte en la máscara del conformismo” y sentenció que “no hay nada más conservador que no querer correr riesgos”, en lo que pareció ser un tiro por elevación a las críticas de algunos sectores progresistas que cuestionan las reformas impulsadas por el jefe de la Casa Gris. También evocó al padre de la democracia, Raúl Alfonsín, y defendió la transparencia de su administración: “El problema no es hacer, el problema es robar”, dijo.

La seguridad en el centro
El eje central de su alocución fue la seguridad y en esa línea recordó que el 2024 estuvo marcado por “una serie de ataques terroristas que buscaban atemorizar a la sociedad” y “forzar al Estado a retroceder en las medidas para recuperar el control de las cárceles”. Tras evocar a Héctor Figueroa, Diego Celentano, Marcos Daloia y Bruno Busanich, las víctimas de los crímenes cometidos tras la intervención en la cárcel de Piñero con los denominados presos de alto perfil, Pullaro enumeró una serie de indicadores que muestran los resultados favorables de su programa, como el descenso en la tasa de homicidios, “la más baja desde el año 2000”.
En ese capítulo, las ciudades más grandes tuvieron un párrafo especial al destacar el aumento en la cantidad de patrulleros: en Rosario entre 280 y 296 unidades operativas y 132 binomios de caminantes, y en la capital entre 82 y 93 móviles con 37 parejas de uniformados realizando tareas de calle: “Antes el país nos miraba con piedad, ahora siguen con atención lo que pasa en Santa Fe”, disparó.
La cuestión de las cárceles también ocupó un sitio privilegiado en su presentación: dijo que al finalizar su gestión se habrán construido 7.697 celdas, un 50 por ciento más que en los últimos 100 años, y remarcó el férreo control que están teniendo en los penales de la provincia, sobre todo con los criminales más peligrosos. Allí se refirió al desafío de recuperar autoridad desde el Estado “para enfrentar a las bandas narcocriminales, perseguirlas y sacarles sus bienes”. En la cuenta de los temas de seguridad, puso en valor la ley de microtráfico que permitió el derribo de 57 bunkers, anticipó que habrá nuevas estaciones policiales en Rosario y un nuevo edificio para el funcionamiento del 911.
El sentido del ahorro
El único guiño de Pullaro a su antecesor, el ex gobernador Omar Perotti, estuvo relacionado al orden en las cuentas del Estado. La transmisión oficial enfocó al contador rafaelino cuando aseguró que la posibilidad de acceder a créditos internacionales fue gracias a la responsabilidad en el manejo de las finanzas que demostraron los gobiernos anteriores. En esa lógica, también envió un mensaje a la administración de Javier Milei sobre el sentido del ajuste: “El ahorro no es un objetivo; es un medio para liberar recursos y poder invertir en lo que verdaderamente transforma la vida de la gente”, indicó.
Sobre el destino de los fondos, el gobernador destacó que hay 1.740 obras en marcha y defendió especialmente la construcción del nuevo puente entre Santa Fe y Santo Tomé, pese a la intimación enviada por Vialidad Nacional para el cese de los trabajos por falta de autorización del organismo nacional: “No lo vamos a frenar por la decisión de ningún burócrata”, aseguró. También destacó la construcción del tercer carril de la autopista en el tramo Rosario-San Lorenzo y la reactivación de las obras en el Hospital Regional Sur, cuya piedra fundamental se colocó en 2011 durante la gestión de Hermes Binner y se encuentran completamente paralizadas desde el 2019.
En el plano educativo, dijo que proyectan construir mil aulas y se refirió a la restitución del presentismo en el sueldo de los maestros: “Tuvimos que abordar la cuestión del ausentismo, que perjudica la calidad del aprendizaje y aumenta la brecha entre la escuela pública y privada”, sostuvo. En materia de salud, destacó la compra de medicamentos hasta un 80 % más baratos, lo que representó un ahorro de 132 millones, y la incorporación de 174 ambulancias “en la mayor licitación de la historia”.
Con relación al salario de los trabajadores estatales, envió un mensaje con aroma a tregua después de haber declarado que el 70 % de los empleados públicos habían recibido subas por encima de la pauta inflacionaria. “Somos conscientes de la dificultad que en este momento atraviesa el país y la economía de cada familia. Estamos haciendo esfuerzos para cumplir de la mejor manera con sus expectativas”, lanzó. La próxima semana, el gobierno anunció que pondrá sobre la mesa la oferta para docentes, médicos y trabajadores del Estado.
Tres reformas
En distintos momentos de su discurso, el gobernador Maximiliano Pullaro destacó la importancia de las tres reformas que su gobierno logró en el primer año de gestión: la previsional, pese a la resistencia de los sindicatos, a la que definió como una decisión compleja pero necesaria para salvaguardar la Caja de Jubilaciones y evitar que en el futuro sea transferida a la ANSES. En este punto aclaró: “No claudicaremos en el reclamo por la deuda que Nación mantiene con nuestra provincia en materia previsional” y que según los últimos datos actualizados alcanza a 1,3 billones de pesos.
En torno a la renovación de la Corte Suprema de Justicia, el mandatario repitió que no lo mueve ninguna animosidad personal sobre los miembros del Poder Judicial, aunque enfatizó en la necesidad de “agilizar el servicio de justicia para dar respuesta a las necesidades de una sociedad que enfrenta delitos cada vez más complejos”. Entre el público, Margarita Zabalza, Jorge Baclini y Rubén Weder, los flamantes magistrados del máximo tribunal santafesino, seguían con atención las palabras del gobernador junto los antiguos miembros, incluida la ex jueza María Angélica Gastaldi.
Sobre la reforma constitucional, cuya fecha de inicio quedó establecida para el 14 de julio pese a la resistencia de la mayoría de los partidos de la oposición, el titular de la Casa Gris volvió sobre las principales propuestas que Unidos para Cambiar Santa Fe pregonó durante la campaña: ficha limpia, limitación de los mandatos para todas las categorías, eliminación de los fueros parlamentarios, responsabilidad fiscal, autonomía municipal y la seguridad como un derecho contemplado en la carta magna.
Aunque no habló de su propia reelección, quedó en claro que “el método santafesino” también se aplicará durante el debate para modificar el texto constitucional; la presencia de Alejandra “Locomotora” Oliveras en el recinto, junto con el resto de los convencionales constituyentes electos, aparece como una muestra de la mayoría agravada que el oficialismo está dispuesto a utilizar para lograr sus objetivos. Restará saber ahora si la oposición es capaz de interferir en los mecanismos infalibles del gobernador, pese a las vastas diferencias ideológicas que los separan.

