No está claro si, después de varios intentos anteriores, el actual gobierno provincial podrá finalmente concretar la reforma de la Constitución provincial de 1962, la más antigua del país. En cambio sí hay certeza de que Santa Fe podrá terminar en breve con una anomalía institucional que ya lleva más de 40 años: la existencia de una Corte Suprema de Justicia integrada por una cantidad de miembros par —seis—, que dio lugar a numerosos empates.
A falta de uno, son tres los proyectos que tienen preferencia para ser tratados en la sesión del próximo 14 de noviembre de la Cámara de Diputados, para elevar a siete el número de integrantes del Supremo Tribunal.
Dos fueron ingresados hace varios años, el primero por el diputado Ariel Bermúdez (del Partido Creo), en tiempos en que se dio un empate famoso, el del descanso dominical, que terminó definiendo un camarista sorteado.
El otro proyecto data del 2021 y pertenece al diputado Fabián Palo Oliver (del bloque Frente Amplio por la Soberanía), cuando el actual gobernador era derrotado en la elección interna por Carolina Losada. Tras haber perdido estado parlamentario, los dos proyectos fueron vueltos a ingresar este año, cuando la voluntad política se alineó con las posibilidades.
Unificados en un solo texto, cuentan con el voto asegurado de la mayoría de la Legislatura. “En veinte días la Corte de siete será ley”, estimó a Suma Política el ministro de Gobierno de la provincia, Fabián Bastia, dando por descontado que en el Senado se repetirá el mismo día o una semana después el voto positivo de los diputados.
El ministro político de este gobierno suele responder con aforismos cada vez que la ansiedad periodística quiere adelantarse a lo que puede pasar: alguno más campechano, como “Todo llega para el que sabe esperar”, y otros cosechados en su actividad profesional como abogado: “No hay deuda que no se pague ni plazo que no se cumpla”. A ambos los usó mucho estos últimos meses para referirse a la renovación de la Corte.
Aunque fue el último en ser presentado, el proyecto base de ampliación de la Corte —al que se acoplarán los otros dos— será el que propuso el bloque socialista, no sólo porque tiene el voto de sus 14 miembros sino porque es el más abarcativo, ya que contempla la ampliación de la Corte dentro de un plan integral de reforma de la justicia provincial.
Las tres iniciativas hablan también de paridad de género y de la edad límite hasta la que se puede ser ministro de la Corte, un tema que actualmente es motivo de diferentes interpretaciones.
El proyecto final incluirá un dato clave que promete desatar todo lo que parece estar trabado: en primer lugar le habilitará una salida legal al cese de los tres ministros que se exceden por la edad y todavía no anunciaron su retiro. Este paso se daría no por un juicio político sino con un simple decreto basado en la flamante ley, que dejaría claramente establecido un asunto que actualmente daría lugar a apelaciones y controversias. Aunque se dirá que ninguna ley es retroactiva y los contrapuntos podrían continuar.
Más seguro, y como efecto derrame, también la ley favorecerá el envío de los primeros tres pliegos de cortesanos propuestos por este gobierno: serán los nombres elegidos para reemplazar a Mario Netri (se va el 30 de noviembre) y María Angélica Gastaldi (anunció su retiro para el 2 de abril de 2025), y de quien cubrirá el cargo número siete, que se creará con esta ley.
Ese trámite (el envío de pliegos) podría ocurrir en diciembre o en febrero. “Nos da lo mismo la fecha, si total en enero están de vacaciones en Punta del Este”, chicanean desde el Ejecutivo.
Sobre el retiro de los tres cortesanos que faltan (Rafael Gutiérrez, Roberto Falistocco y Eduardo Spuler) aseguran que no esperan la sorpresa de una renuncia, aunque sería bienvenida si se da. Después de los cruces de esta semana, lo más probable es que en el desenlace de esta disputa ya no tenga lugar el diálogo.
Un cese automático a los 75 años
El dato clave que impulsará estas acciones está incluido en el segundo artículo del proyecto de ampliación de miembros a siete. Es el que define que los ministros de la Corte cesan automáticamente en sus funciones, y dejan de percibir su remuneración por ese cargo, al alcanzar los 75 años de edad.
Aclara que dicho cese “no se encuentra sujeto a decisión o condición alguna”, y se produce el mismo día que alcancen esa edad. Una especie de ingrato regalo de cumpleaños.
Al mismo tiempo deja abierta la puerta para que en el futuro (porque nadie imagina que se piense aplicar en los casos actuales), si se decidiese mantener en el cargo a algunos de los cortesanos o magistrados una vez alcanzada esa edad límite, puedan volver a ser nombrados por cinco años, una eventualidad que incluso puede ser repetida. En todos los casos, respetando el procedimiento de designación y con el acuerdo de la asamblea legislativa. Este detalle del proyecto es al que se refirió esta semana Rafael Gutiérrez, cuando dijo que creyó ver que en el proyecto del socialismo se habilitaba a seguir siendo ministro de la Corte después de los 75 años. Omitió los requisitos.
Para cambiar la actual estructura de la Corte, el proyecto del PS también propone la creación de dos secretarías, una de Gobierno y otra Técnica, con asiento en Santa Fe, de las que dependerán dos prosecretarias, una en Santa Fe y otra en Rosario, con personal nombrado por el Poder Ejecutivo a propuesta de la Corte.
También incluye exigencias vinculadas a la transparencia, como la publicación de un informe de gestión con información administrativa, contable, financiera y presupuestaria del Poder Judicial; la presentación por parte de los magistrados de una declaración jurada patrimonial integral (algo que no estaba establecido por ley), y una “plataforma de información judicial” para difundir de forma pública y abierta las decisiones, fallos y doctrina de todas las instancias y fueros. Habilita también a que la Corte pueda convocar a audiencias públicas sobre distintos temas.
Sobre la integración de los nuevos cortesanos, el proyecto del PS habla de “procurar el cumplimiento del principio de paridad de género y reflejar las diversas especialidades del derecho y procedencia regional”.
Más específico con ese tema, el proyecto de Palo Oliver propone que las futuras designaciones recaigan en mujeres hasta alcanzar la igualdad efectiva de género y que esta se mantenga a lo largo del tiempo.
Actualmente, la Constitución de la Provincia de Santa Fe, de 1962, establece que el número de integrantes de la Corte debe ser de cinco como mínimo, más un procurador general. Pero la Ley Orgánica del Poder Judicial determinó el 7 de diciembre de 1983 (tres días antes de que asumiera el gobernador José María Vernet) una composición de seis miembros, que nunca más se alteró. Antes y durante la dictadura, la integración de la Corte fue de cinco miembros. Ahora se establecerá un máximo de siete y la necesidad de que sea siempre un número impar.
El problema de la “Corte par” recibe reparos hasta de los propios integrantes de la Corte. El presidente actual, Rafael Gutiérrez, admitió esta semana que es una práctica jurídicamente cuestionable que un camarista que no está designado para integrar ese Tribunal sea quien termine definiendo el criterio de la justicia santafesina sobre un tema.
En los últimos 40 años hubo decenas de empates en las resoluciones de la corte santafesina, y en algunos fallos hasta se dio lugar a posturas contradictorias en el voto de la propia Corte, como fue el tema de la fertilización asistida. Como las posiciones de los miembros estables se repetían, según quien fuera el camarista sorteado, el desempate cambiaba de resultado. En ese asunto se optó por “elegir” siempre al mismo juez, otra decisión polémica.
(Ver nota de Suma Política del 5 de diciembre de 2020).
En el Gobierno se preparan para celebrar este paso de la sanción de una ley de ampliación de la Corte como una segunda victoria, similar a lo que fue la reforma previsional. En este caso con más público a favor. Un veterano funcionario -que delata su edad con la comparación- grafica su pronóstico sobre la Corte: “Como Maravilla Hagler, el boxeador norteamericano, será una pelea que terminará por demolición”.
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Periodista. Licenciado en Comunicación Social de la UNR. Ex jefe de Redacción de La Capital. Twitter: @DanielAbba_
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