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Política

Trabajo en el barrio, reclamo en la calle y participación política: el mapa de las organizaciones sociales en Rosario

Rosario está marcada por una fuerte presencia de organizaciones sociales que realizan un trabajo fundamental ahí donde el Estado no llega. Su rol está vinculado a la asistencia social y alimentaria en los barrios más vulnerables, pero también están las que participan de la discusión política de la ciudad y aspiran a tener representación en los distintos niveles de gobierno. Su capacidad de convocatoria queda de manifiesto en cada movilización donde buscan hacer oír sus demandas, aunque también se vuelven focos de críticas por sus formas de reclamo. ¿Cuáles son y dónde se mueven las principales agrupaciones de base de la ciudad?

Esta semana los movimientos sociales pasaron a estar en el foco de la tormenta tras las declaraciones de Cristina Fernández de Kirchner. La vicepresidenta consideró que el Estado debe “recuperar el control” de las políticas sociales que quedaron “tercerizadas” en manos de las organizaciones. “El peronismo no es depender de un dirigente barrial para que me dé la alta y la baja”, cuestionó, y agregó: “Si Evita los viera”.



Justamente el Movimiento Evita es una de las organizaciones sociales de mayor peso en Rosario, con alrededor de 5.000 militantes y presencia en unos cien barrios de la ciudad. “El trabajo territorial tiene dos objetivos: uno es la atención sociocomunitaria y el otro es el desarrollo de unidades productivas”, explicó José “Pepe” Berra, uno de los referentes locales de la organización. Se trata por un lado del trabajo de contención en comedores y merenderos, y por otro la capacitación en oficios y la generación de empleo dentro de las diversas ramas de la economía popular.

El espacio pisa fuerte en las zonas de la ciudad en que se encuentran los “polos productivos” del Evita: “La Fábrika” en zona norte, donde se dictan talleres de carpintería y herrería entre otros oficios; y “Casa Pueblo” en la zona sur, un espacio de acompañamiento para la prevención de adicciones. Una serie de experiencias similares se repiten en la zona oeste. 

El peso de la agrupación se refleja no solo en su alcance territorial sino también en la presencia entre sus filas de dirigentes que hoy ocupan cargos en distintos poderes del Estado, como la diputada provincial Lucila De Ponti o su par nacional Eduardo Toniolli. De hecho, el máximo referente del Movimiento Evita a nivel nacional, Emilio Pérsico, se desempeña como secretario de Economía Social del Ministerio de Desarrollo Social. 



El Evita es una de las organizaciones fundadoras de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), mérito que comparte con una agrupación emparentada: el Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE). “Nuestro objetivo es acompañar a los trabajadores a tener posibilidades de organización en las ramas de trabajo que son parte de la economía popular”, definen desde el espacio. 

En Rosario el MTE se referencia en la figura de Victoria Clerici, pero también cobran relevancia otros dirigentes en sus distintas ramas. Uno de los sectores más fuertes del movimiento en la ciudad está conformado por los cartoneros, donde se destaca Mónica Crespo, fundadora de la Cooperativa de Trabajo Cartoneros Unidos, surgida al calor de la crisis del 2001, quien fue incluso recibida por el Papa Francisco durante el III Encuentro de Movimientos Populares en Roma. 

La construcción más sólida del espacio está en la zona norte y oeste de la ciudad, donde además llevan adelante una innovadora experiencia de recolección de residuos reciclables puerta a puerta. Desde la organización estiman que unos 1.300 trabajadores están vinculados al MTE en Rosario. 

A nivel nacional la referencia más fuerte es el dirigente social Juan Grabois, pero también sobresale la figura de Dina Sánchez, quien forma parte del secretariado de la UTEP. En las últimas elecciones, Natalia Zaracho, militante del MTE, juró “por la patria cartonera” como diputada nacional. 



Movimiento piquetero

Entre las organizaciones identificadas con fuerzas políticas de izquierda aparece el Polo Obrero, la agrupación territorial del Partido Obrero. Melisa Molina, una de sus caras visibles, señaló que el espacio cuenta con presencia en unos 30 barrios de la ciudad, donde organizan asambleas semanales para coordinar los planes de lucha que consisten en el pedido de trabajo genuino y la apertura de programas sociales. 

Molina también es representante de Santa Fe en la mesa nacional donde participan dirigentes de todas las provincias y que tiene como principal vocero a Eduardo Beliboni. “En la zona norte y la zona oeste de la ciudad es donde tenemos mayor presencia. En esos lugares nuestras asambleas son más concurridas”, evaluó la joven dirigente que en las últimas elecciones secundó como candidata a concejala a Octavio Crivaro en la lista del Frente de Izquierda Unidad. 



Otra de las agrupaciones piqueteras históricas de la ciudad es la Corriente Clasista y Combativa (CCC), surgida en la década de los noventa. “Con la desocupación masiva que trajo el menemismo nos pusimos a organizar a la masa desamparada de desocupados que pasamos a ser millones”, recuerda Eduardo Delmonte, coordinador del espacio en el gran Rosario. A nivel nacional, la CCC está fuertemente referenciada en la figura de Juan Carlos Alderete. 

Junto al Polo Obrero, son de las organizaciones con mayor poder de movilización en Rosario y con presencia sostenida en marchas, cortes y concentraciones. Según Delmonte cuentan con más de 90 delegados barriales que trabajan por las necesidades de los vecinos de la ciudad y la región. Una particularidad de la CCC es que gran parte de sus integrantes son mujeres: “Participan muchas compañeras que son cabezas de familia, aunque ahora empieza a haber un poco más de varones porque con la pandemia se ha cortado el tema de la changa”.



Los independientes

Durante los noventa se dio un fenómeno importante de vecinos de las barriadas populares de la ciudad que comenzaron a organizarse para combatir la desocupación e intentar garantizar el plato de comida. De esa organización surgiría tiempo después en Rosario, y en distintos puntos del país, el Frente de Organizaciones en Lucha (FOL). Hoy el espacio está conformado por más de 1.000 familias principalmente de los barrios Bella Vista, San Francisquito, Tío Rolo, Cabín 9 y Tablada. 

“Hacemos diversas actividades fomentando todo lo que es el trabajo genuino para que las familias tengan un ingreso extra aparte de lo que muchas veces tienen a partir de los programas sociales”, explica Rubén Benítez, representante del FOL en Rosario. A nivel nacional la principal referencia es la de Marianela “Pini” Navarro, quien ha liderado diversas movilizaciones en Capital Federal.

Desde el espacio se presentan como una organización “independiente” de los poderes de turno en los distintos niveles. “No rendimos cuenta a ningún partido político para poder desarrollar las distintas actividades que hacemos”, apunta Benítez. 



Otra de las organizaciones que ha estado presente en los reclamos sociales de los últimos tiempos en la ciudad es Luchadores Independientes Organizados (LIO). Se trata de una agrupación que lleva unos 10 años de vida y que hoy se referencia en el plano local con las figuras de Claudio Sejas y Jorgelina Segovia. La organización cobró visibilidad a partir del trabajo de militancia de Martín Frutos, un reconocido dirigente barrial de la ciudad que falleció el pasado 22 de mayo. 

LIO tiene anclaje provincial pero con presencia mayoritaria en Rosario, donde cuentan con unos 15 comedores distribuidos en distintos puntos de la ciudad. Si bien la palabra “independiente” aparece en la esencia de LIO, no ocultan su inclinación en favor de aquellas políticas “que benefician al pueblo”. En algún momento el espacio estuvo más vinculado al Frente Progresista, pero en los últimos años se mostraron cercanos al gobierno del Frente de Todos en el plano nacional, sin ocultar críticas cuando entendían que las cosas no se estaban haciendo del modo correcto. 

“En las últimas elecciones nosotros apoyamos fervientemente el Frente de Todos porque creíamos que otra vuelta del macrismo sería fatal para todo el pueblo argentino. Nosotros vamos a apoyar a quien tome medidas a favor del pueblo que nosotros creamos convenientes. En este momento tenemos un apoyo tácito al gobierno nacional y provincial. Por ahí tenemos alguna diferencia con el municipio porque entendemos que van camino a armar un frente opositor con Cambiemos, que ha sido una estafa para nuestro país”, evaluó Sejas. 

Una de las últimas novedades de la agrupación es la creación de LIONAS, un espacio de militancia de mujeres y diversidades, donde se trabaja en problemáticas ligadas a la violencia de género. 



Barrios de Pie

Desde 2019 también está presente en la ciudad Somos una estructura política nueva que nuclea a dos organizaciones sociales de base: un sector de Barrios de Pie y Libertador San Martín. Su aparición es fruto del rompimiento de Libres del Sur en el plano nacional en la previa a las elecciones de 2019, cuando Daniel Menéndez, histórico referente de Barrios de Pie, decidió encolumnarse junto a Victoria Donda detrás de la candidatura de Alberto Fernández. 

Las diferencias rebalsaron hacia abajo y en Santa Fe, donde Libres de Sur formaba parte del Frente Progresista, también se generaron divisiones. “Tuvimos diferencias políticas en las elecciones que se avecinaban. Había un sector del espacio que tenía como fin acercarse a Juan Manuel Urtubey y Roberto Lavagna. Nosotros creíamos que había que apuntar más a lo que después se terminó constituyendo como el Frente de Todos”, explicó Gonzalo Orellana, uno de los coordinadores territoriales del espacio. 

Si bien el rompimiento se da con la intención de acercarse al Frente de Todos, en Santa Fe, Somos no pertenece ni a la estructura del gobernador Omar Perotti ni tampoco se vincula políticamente con las corrientes peronistas de la ciudad sino que articula con el sector de Pablo Javkin y María Eugenia Schumck. “Tenemos buen diálogo, pero a nuestro entender en el plano local el Frente de Todos se construyó como una herramienta electoral y no de discusión política, por eso no pertenecemos”, explicó Orellana. 

Las principales figuras del espacio son Claudia Fleitas, actual directora de Economía Popular de Rosario, que en las últimas elecciones integró la lista de concejales del oficialismo en la ciudad; Juan Carlos Odi, subdirector de Clubes de Barrio de Rosario, y el propio Orellana, que se desempeña como Director de Fortalecimiento Comunitario en la Municipalidad de Rosario. 

Desde el espacio están trabajando para conformarse como partido político para poder presentarse a elecciones con estructura propia. Actualmente cuentan con presencia en gran parte de la ciudad, pero con una territorialidad marcada en la zona oeste y sudoeste. Trabajan en unos 100 comedores y merenderos, pero también desarrollan otras tareas como el trabajo en huertas y cuadrillas de limpieza en distintos puntos de Rosario. “Somos una fuerza que está compuesta por unas 4.500 personas, pero que en movilizaciones hemos llegado a ser unas 6.000”, destaca Orellana. 


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