Los encuestadores se vuelven locos. Vienen de padecer las sorpresas de las últimas dos PASO, más a nivel nacional que local, y en una semana les toca otra brava: por la Intendencia de Rosario entre Pablo Javkin y Juan Monteverde.
O tal vez esta elección les dé una posibilidad justificada para no arriesgar un resultado, debido a la paridad que existe en los pronósticos. De hecho esta vez perderían todos, cualquiera sea el que le saque una clara ventaja al otro, porque eso es algo que por ahora no ven.
Escenario con final abierto o elección cerrada, son las definiciones que más repiten los encargados de medir para poder adelantar las tendencias del voto en Rosario.
A la hora de explicarlo, Roque Cantoia, de DoxaData, aclara que en elecciones como la que se dará en Rosario, por ser entre dos, una especie de balotaje, no debería tomarse tan en cuenta la clásica medición que se conoce como “intención de voto”.
Su último trabajo incluyó 600 casos en Rosario, distribuidos en los seis distritos: “Tenemos un escenario muy competitivo, muy parejo y de final abierto. Casi un empate técnico. En la historia reciente, las últimas dos elecciones a intendente se han definido por un caudal de votos menor a los 15 mil, poco más de dos puntos porcentuales en el mejor de los casos. Creemos que eso se va a replicar el domingo 10”.
Se refiere a cuando Mónica Fein se impuso a Anita Martínez y, más recientemente, cuando el propio Javkin superó a Roberto Sukerman.
Igual, cuando midieron hace una semana, detectaron un punto a favor del candidato de Ciudad Futura, pero técnicamente debería denominarse “empate”, por el famoso margen de error que siempre, y más ahora, hay que tener en cuenta.
A la vez el consultor rosarino suma a la incertidumbre el hecho de que todavía se registra un 13% de indecisos, y agrega otro indicador que diluye las posibilidades de quienes pretenden cálculos exactos con algo tan dinámico como el voto.
Se trata de un ítem que favorece a Javkin y al que llaman “voto potencial”, que es el que mide los pisos, techos y porcentajes de rechazo. En ese punto, el actual intendente tiene un techo más alto, y ambos parten con pisos parecidos.
La síntesis sería, Monteverde levemente arriba en la medición convencional, y Javkin más cómodo con las posibilidades de su techo de crecimiento. Tal vez a este panorama le sume haberse reconciliado y logrado que trabajen a favor de su candidatura sus dos principales competidores internos: Miguel Ángel Tessandori y Enrique Estévez.
Si se impusiera Monteverde, después de haber superado en una interna al candidato del peronismo, podría sumarse una victoria a ese partido en la ciudad que no gobierna desde hace 50 años. Y se daría paradójicamente en un momento donde en el contexto nacional los resultados electorales no acompañan.
Para la resolución de la compulsa rosarina prevén las encuestas que se sumará más gente a votar de la que hubo en las primarias, con lo que el porcentaje quedaría más parecido al que tuvieron las PASO a nivel provincial (63 %) que en Rosario (57 %).
“Son dos candidatos amables, no radicalizados, y el atractivo de ser una elección pareja entre dos podría sumar más cantidad de electores. La competitividad y la utilidad del voto serán un incentivo para que el votante se acerque a elegir”, anticipa Cantoia.
Con el resultado puesto se podrá saber si se impone la movilidad que está registrando el voto en contra de algunos oficialismos, o si en cambio las herramientas con las que cuenta cualquier gobernante que aspira a continuar logran mover el amperímetro cuando se ponen en funcionamiento.
Otras dos incógnitas que quedarán claras en la elección del domingo 10: si el intento de Javkin por “peronizar” a Monteverde surtió efecto o no logró prender en el electorado. Y a quién votarán los electores que en la elección nacional eligieron a Milei.
Según Cantoia, “el voto de Milei fue tan heterogéneo en Santa Fe y en el país que es difícil encontrar relaciones lineales y causales fuertes hacia el electorado rosarino y provincial. Es un líder muy personalista, se vota más a la persona que por una identificación con las ideas”.
Cree que “una parte importante de los indecisos que detectamos por la intendencia de Rosario son público que dice haber votado a Milei en las primarias nacionales. Logramos identificar que están presentes en las distintas fuerzas políticas locales y provinciales. No vemos una relación demasiado intensa por las características del liderazgo de Milei y la dificultad que ha tenido para crear franquicias locales competitivas”.
Opina que “más allá de la intención de algunas figuras locales y provinciales de hacerse eco de la disputa nacional, está probado que el santafesino y el rosarino en general vota por motivaciones distintas a nivel local y no va a ser tan determinante como se podría haber pensado”.
Según otros trabajos de encuesta que miden para el gobierno provincial, la elección en Rosario registraba a Monteverde tres puntos arriba, pero desde hace una semana la última medición lo ubicó dos puntos abajo. Más que como un resultado del debate televisivo que mantuvieron, podría ser la foto que cada día muestra el movimiento constante del voto rosarino.
A nivel provincial, tres y dos
A nivel provincial, Cantoia reveló que se confirma “un tránsito del escenario de tercios a dos grandes coaliciones, que van a captar entre sí el 90 % de los votos válidos, rememorando el triunfo de Binner en 2007” y dejando atrás los escenarios de tercios que había para gobernador, aunque esta vez “con una diferencia más amplia entre el primero y segundo lugar”.
En los estudios de DoxaData, Pullaro logra retener casi el 100 % de los votos que sacó el frente Unidos en la primaria y se estaría imponiendo por entre 20 ó 25 puntos en la elección general.
Pronostica que el candidato del peronismo Marcelo Lewandowski “va a hacer una elección interesante en Rosario”, donde la distancia entre las dos fuerzas políticas, al menos en la categoría a gobernador, es bastante menos significativa que en Santa Fe y en el resto provincial. Va a estar más cerca de los 30 puntos que de los 25, lo que comparando con la elección que hizo en las PASO es una mejoría”.
Diferente es la situación en Diputados, donde plantea que habrá una competencia más estrecha entre tres de los principales candidatos, y advierte una dificultad para los que encabezan listas y tuvieron internas amplias en las primarias.
“Cuando uno repasa la historia de la provincia, desde que tenemos boleta única, siempre el candidato que ganó la primaria se impuso también en las generales (tanto siendo oficialista, como Bonfatti y Lifschitz, como siendo opositor, como en el caso de María Eugenia Bielsa en 2011). Siempre estas alianzas heterogéneas cuando tienen más de tres listas enfrentan dificultades para retener poco más del 80 % de los votos que sacaron las otras listas que no fueron ganadoras”.
Revela que en su último estudio lidera la intención de voto Clara García, con el 27 % y segundo a tres o cuatro puntos está el actual gobernador Omar Perotti, aunque según los pronósticos, en base a antecedentes históricos, debería salir primero. Por su parte,
Amalia Granata, que fue la segunda más votada individualmente en la misma categoría, registra un antecedente: fue la que más creció entre primarias y generales en 2019, cuando casi duplicó su caudal electoral.
“Ahora puede pasar algo parecido, por el perfil ideológico de algunas listas que no pasaron el piso en las primarias y pueden ayudar a que logre un caudal electoral superior a los 300 mil votos. La tenemos en un tercer lugar expectante, pero por ahora no la vemos con la capacidad de triplicar o cuadruplicar su elección de la primaria para poder competir por el primer lugar. Si tercera, despegada del resto de los competidores”.

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Periodista. Licenciado en Comunicación Social de la UNR. Ex jefe de Redacción de La Capital. Twitter: @DanielAbba_
