El diputado Federico Angelini lidera el sector mayoritario en la interna del PRO santafesino. Tiene desarrollo territorial, militancia y dirigentes al frente de gobiernos locales: 25 intendentes y jefes comunales, 55 concejales, legisladores nacionales y provinciales se encolumnan detrás de su figura.
Roy López Molina tiene su bastión en Rosario y sus fronteras marcan, en trazo grueso, los límites de su armado partidario. En 2017 ganó las elecciones a concejal en la ciudad con casi el 37% de los votos y un dato político sorprendente: se impuso en todas las seccionales de la ciudad excepto en Empalme Graneros, que quedó en manos del peronismo.
La pelea interna abrirá un nuevo capítulo esta semana, ya que se habilitará la continuidad del proceso electoral, suspendido en su momento por la pandemia. Angelini y sus dirigentes más cercanos están terminando de definir sus candidatos para conducir al PRO en la provincia. Hay un nombre que es fija: la diputada Gisela Scaglia será candidata a la vicepresidencia. No está cerrado quién será el aspirante a la presidencia, pero uno de los que aparece con más chance es Cristian Cunha (viene del Senasa).
Mientras terminan de ajustar los nombres, en el sector de Angelini están convencidos que Roy López Molina no presentará lista para la interna.
Consciente de esta realidad partidaria, Roy se dio otra estrategia de acumulación política. Desde hace un tiempo viene trabajando en sintonía con la diputada provincial Amalia Granata, la revelación de las últimas elecciones en Santa Fe. Si bien es cierto que el bloque en Diputados se partió y Granata quedó en minoría, también es real que ella es la dueña de los votos que permitieron el ingreso de seis legisladores.
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Periodista. Cofundador y editor de Suma Política. Ex secretario de Redacción del diario La Capital. En Twitter: @rpetunchi
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