No fue casual la frase del rosarino Diego Giuliano que alteró las aguas: “Vamos a continuar en el Frente de Todos en la medida que el oficialismo demuestre voluntad de ganar las elecciones”.
Aunque el ministro de Transporte prometió que este sábado en Parque Norte el congreso nacional del Frente Renovador, que dirige Sergio Massa, va a adoptar “decisiones electorales”, lo más probable es que la definición concreta se postergue unos días y quede en manos de una comisión política facultada.
Lo que quiere Massa está en discusión en el peronismo nacional: si el candidato a presidente del oficialismo será único, con o sin consenso, o ese nombre tendrá que dirimirse entre varios en la elección interna de agosto. Eso es lo que discutieron sin demasiados cambios de postura Alberto Fernández y Sergio Massa durante tres horas, mientras la prensa esperaba por ellos, en actos separados, con la excusa del tradicional brindis por el Día del Periodista.
El presidente cree que lo mejor es ir a una interna, al igual que el embajador en Brasil Daniel Scioli y el jefe de Gabinete Agustín Rossi, que se preparan para intervenir en esa contienda de pares. Para Massa eso es imposible. Y lo mismo piensan los 13 gobernadores del peronismo que se reunieron este miércoles en el Consejo Federal de Inversiones y la Confederación General del Trabajo.
El recuerdo del lápiz rojo
El ministro de Economía esgrime razones que parecen bastante serias. Aseguran en su entorno que apuntan más a la gobernabilidad de la economía del país que a la perspectiva de ser competitivos en las próximas elecciones:
1. Consideran cerca de Massa que un candidato único es la única posibilidad de conducir la marcha del gobierno hasta diciembre, lo que advierten sería dificultoso después de una compulsa entre ministros y un embajador que integran un mismo elenco de funcionarios.
2. En el Frente Renovador —y eso reafirmará Massa como único orador en el congreso de su partido— están a favor de las PASO, pero siempre que se enfrenten dos proyectos distintos. Sostienen que eso hubiera sido posible entre un candidato del gobierno y otro de un sector disidente, como una interna que enfrentara a Alberto Fernández y Cristina Kirchner, por ejemplo. Pero eso no se dio.
3. Creen que con los candidatos que ahora siguen en carrera resulta una “PASO imposible”. Ven en la posibilidad de una interna de tres o cuatro un escenario similar al que tenía el peronismo en Santa Fe antes de la coronación de Marcelo Lewandowski. “Había cuatro candidatos de posicionamiento individual o de sectores, como eran Mirabella, Cleri, Toniolli y Busatto, hasta que apareció el que era de verdad competitivo. A nivel nacional pasa lo mismo, ninguno está para competir seriamente”, afirman con aire despectivo.
4. Para sumar tensiones, el clima de división y amagos de ruptura que campea en Juntos por el Cambio no ayuda mucho. En el peronismo hacen cuentas: como están las cosas, en las PASO como más votado individualmente puede resultar Javier Milei, porque no divide votos con nadie, y en segundo lugar aparecer quien gane la interna de JxC, y recién tercero el que más sume en el peronismo si van divididos. Por eso ponen el acento en tener un único un candidato que concentre todos los votos del sector y pueda quedar bien posicionado para la general.
5. No ven esta lectura de un peronismo competitivo como un aliciente sólo para la victoria de octubre, sino como una necesidad más básica y necesaria: asegurar el manejo del gobierno después de las PASO. “¿Quien va a conducir la economía después de las internas, si Milei sale primero y el mejor candidato del gobierno tercero? Explotan todos los vectores de la economía. Y eso va a pasar dentro de dos meses”, profetizan.
6. Para los más descreídos traen a la memoria un mal recuerdo de los años 80: cuando algo parecido a lo que imaginan puede ocurrir ahora le sucedió al ex ministro Juan Vital Sourrouille, que se tuvo que ir después de que el candidato de su partido en el gobierno, el radical Eduardo Angeloz, hizo campaña con un lápiz rojo.
7. La frase que más repiten estos días en el quinto piso del Ministerio de Economía es que el ministro del área tiene que ser candidato “para tener todo el poder, y no como puede ocurrir ahora que lo manejen desde afuera”.
8. Advierten que hay tres escenarios posibles: que Massa renuncie y no sea candidato a presidente; que renuncie y sea candidato a presidente, o que se quede en el gobierno y sea el único candidato del oficialismo. Apuestan a esta última posibilidad. “Es sobre todo un problema de gobernabilidad a futuro; después ganar será una cuestión del candidato”, repiten.
9. También recurren a la historia para preguntarse: ¿cuándo hubo internas para elegir al candidato a presidente de un gobierno en funciones? Y se responden: “Cuando sos gobierno es difícil hacer una PASO para la presidencia. Es más fácil cuando estás en la oposición”.
10. Massa parece empeñado en tomar otra papa caliente, la de competir en nombre del oficialismo en las próximas elecciones. En el Frente Renovador creen que su candidatura es la única que le dará competitividad al peronismo. Y se envalentonan con un dato, que proviene nada menos que de los registros estadísticos del gobierno porteño: la inflación del último mes podría ceder un punto, lo que marcaría una tendencia distinta en el último tramo hacia las elecciones (fue 6,6 % el aumento de los alimentos según midieron en CABA).
Tanto se animan que repiten que el ministro de Economía a su regreso de China le comunicó al Fondo Monetario Internacional que ahora sí está en condiciones de intervenir el mercado cambiario, porque ya cuenta con yuanes.
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Periodista. Licenciado en Comunicación Social de la UNR. Ex jefe de Redacción de La Capital. Twitter: @DanielAbba_
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