Si bien las designaciones del equipo de Sergio Massa no generaron toda la confianza que se esperaba, el nuevo ministro tuvo su reunión con la Mesa de Enlace. Al encuentro lo acompañó Julián Domínguez, en señal de una continuidad en el trato que la ruralidad reclamaba. Pero, más allá de los buenos augurios, la prueba fundamental está en el ingreso de 3 mil millones de dólares de la mercadería con precio a fijar.
Más que las declaraciones será el cumplimiento o no de este acuerdo lo que verifique la credibilidad que obtenga el plan Massa. De los dólares contantes y sonantes también dependerá la suerte del tratamiento en el Congreso de los beneficios impositivos para la bio y nano tecnología y la anunciada ley de Agroindustria. Las facilidades anunciadas para los hidrocarburos abren un surco de expectativas.
En nueve jornadas, el Banco Central vendió más de 1.130 millones de dólares. Fue la racha negativa más larga desde las corridas entre el 19 de agosto y el 11 de septiembre del 2020. La disminución de oferta local de gas y el incremento de la demanda doméstica se sumaron al impacto de la guerra para explicar el aumento de las compras de energía.
Las internas en el área de Energía parecen ser un asunto resuelto con la designación de Flavia Royón, una salteña ligada al sector del litio, y la salida de Federico Basualdo, el funcionario que se le plantó a Martín Guzmán e inició el ciclo de enfrentamientos intestinos en el que se consumió la cartera.
La llave energética
El desafío no es menor: en el primer semestre, las importaciones de energía supusieron 6.609 millones de dólares, un 190 por ciento más que durante el mismo período de 2021 y la cifra más elevada de los últimos 30 años.
El gasoil, el GNL y el gas natural, representan el 70 por ciento de las compras. El déficit de la balanza comercial energética trepó hasta los 2.648 millones, un 654 por ciento más que un año atrás. En esos primeros seis meses, el consumo de las distribuidoras tuvo un aumento del 12,5 por ciento interanual. Las proyecciones para las importaciones totales del año están en 13.500 millones de dólares. En 2021 fueron de 5.843 millones de dólares. El déficit pasaría de 559 millones a 5.837 millones de dólares.
Las proyecciones para las importaciones totales del año están en 13.500 millones de dólares. En 2021 fueron de 5.843 millones de dólares. El déficit pasaría de 559 millones a 5.837 millones de dólares
Si bien entre los allegados a Massa emergen economistas con trayectoria en el sector, como Miguel Peirano, presidente de la Cámara Argentina de la Energía, o el actual embajador en Arabia Saudita, Guillermo Nielsen, ninguno de los nombres de peso accedió al ministerio. De mantenerse el esquema de subsidios, la presión sobre las cuentas fiscales sería de alrededor de 15.500 millones de dólares.
La suerte agroindustrial
La suerte del asunto energético condiciona la suerte de la agroindustria. En Agricultura, la llegada de Juan José Bahillo se rodeó de versiones que aludían al rechazo de los ministros de Córdoba y Santa Fe. La elección del entrerriano sería la tercera opción de la Región Centro, a la cual se buscó darle protagonismo en la política sectorial.
Bahillo es productor lechero y fue intendente de Gualeguaychú, una región caracterizada por la integración maicera en la actividad avícola. Un 66 por ciento de la demanda provincial se convierte en proteína animal. La avicultura es la economía regional principal, con una producción que equivale el 50 por ciento de los pollos del país y el 51 por ciento de la faena nacional, generando 22 mil puestos de trabajo en 2.600 granjas y 7 mil galpones de producción.
Durante el congreso de Maizar, Bahillo se refirió al objetivo del autoabastecimiento de maíz en Entre Ríos, con una demanda de 2,7 millones de toneladas para proteína animal. Las medidas adoptadas para aumentar el área sembrada y la industrialización en origen son algunas de las guías que movilizan las expectativas en torno a su nombramiento.
Cuestión de fe
Lograr reconquistar al campo no es una tarea sencilla en medio de una crisis. Los primeros anuncios se orientarán a simplificar el acceso a un mejor dólar para vender la producción. La cuestión del tipo de cambio impide avanzar en otros temas. Y la inestabilidad repercute en la sostenibilidad de los planteos productivos.
El movimiento Crea, conformado por 1.900 empresas de todo el país, realizó una encuesta de expectativas en el agro. Los resultados fueron los más pesimistas de la última década. Entre los principales factores estuvieron los problemas con el gasoil, el abastecimiento de insumos críticos, los sobreprecios y las dificultades para realizar labores y transportar los productos.
Los encuestados respondieron que reducirían las áreas dedicadas al maíz y al trigo, y que avanzarían con soja y girasol, afectando a los esquemas de rotación sostenibles. Asimismo, casi un tercio aseguró que planea reducir el uso de fertilizantes en la próxima campaña.
De esta forma, en el plano corto, las previsiones relevadas influyen en una retracción de inversiones, esquemas más conservadores y menores riesgos asumidos. En el plano largo, repercute en menor uso de fertilizante y empeoramiento de prácticas para achicar costos, lo que reduce las perspectivas de productividad. Es la crisis que engendra las futuras crisis.
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Hace periodismo desde los 16 años. Fue redactor del periódico agrario SURsuelo y trabajó en diversos medios regionales y nacionales. En Instagram: @lpaulinovich.
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