La sólida victoria del gobernador Maximiliano Pullaro en los 19 departamentos de la provincia tiene, de todos modos, algunos datos sorprendentes. El más llamativo quizás sea su performance en los dos departamentos con mayor cantidad de electores: Rosario y La Capital. En ambos cosechó el menor porcentaje de votos de toda su elección.
El mayor apoyo lo consiguió en San Martín (51,8 %) y General López (49,7); en San Cristóbal, San Justo, Iriondo, General Obligado y Belgrano estuvo en el 44 por ciento de los votos. También estuvo arriba del 40 % en San Javier y Las Colonias, y quedó apenas centésimas debajo de ese guarismo en 9 de Julio, Caseros, Constitución y San Jerónimo.
En nueve de los 19 departamentos estuvo con holgura arriba del 40 % de los votos y en otros cuatro quedó apenas por debajo. ¿Cómo se explica entonces el 34,61 % que obtuvo su lista en la provincia?
“La gente vota distinto dependiendo de qué es lo que se elige. Estoy convencido de que pondera de manera positiva la gestión de Pullaro, y me atrevería a decir que probablemente lo reelija como gobernador, pero ante una elección diferente, tiene otras opciones y a lo mejor otros intereses para votar”, dijo Roque Cantoia, titular de la consultora Doxa Data, sobre los resultados en los departamentos Rosario y La Capital.
En Rosario —el departamento con más electores— cosechó el 27,57 % de los sufragios, 143.716 votos, su performance más baja en toda la provincia; de hecho, la sumatoria de los votos de los candidatos de origen peronista o que representaron al PJ, es superior. Monteverde (21,40 %), Lewandowski (11,01) y Sukerman (3,92) reunieron 189.397 votos. Habría que ver si en caso de ir en una sola lista, esos votos de los tres candidatos se hubiesen sumado o no, pero por lo pronto es una especulación que se puede realizar.
En La Capital, Pullaro obtuvo 30,24 % (64.673 votos), también por debajo de lo que registró en el resto de la provincia. Así y todo, fue casi el doble de los votos sumados de Amalia Granata (34.101) y de Nicolás Mayoraz (31.027), que le siguieron en la general. Fue floja la elección de los candidatos peronistas —Monteverde logró 21.608 y Lewandowski 13.603—, a tal punto que Locomotora Olivera (24.006) los superó a ambos.
Las razones
Cantoia cree que en los resultados de Pullaro en Rosario y La Capital confluyeron varios elementos. “Las elecciones no son únicamente instancias de evaluación de gestión sino que entran a jugar muchos otros factores, que tienen que ver con las identidades políticas, la cultura política de cada ciudad o departamento, con la categoría que se elige y con la oferta de candidatos”. Agrega un dato a tener en cuenta: “En esta elección se dio que hubo una sofreoferta de candidatos de Rosario, todos con pisos de votos que están muy por encima de lo que iban a sacar en el resto de la provincia; eso pasó con el piso de Monteverde, Lewandowski, Balagué, inclusive de LLA en Rosario. Por lo tanto, hay menos cantidad de votos para repartir”.
En los estudios de opinión de Doxa Data el gobernador se mantiene con el 60 por ciento de imagen positiva en la provincia y con números más modestos en Rosario, aunque siempre con diferencial positivo. Incluso en Rosario y en Villa Gobernador Gálvez, en un trabajo de octubre de 2024, cuando se consultó sobre seguridad, más del 50 % consideró que está mejor o mucho mejor. Y además identificó a Pullaro como el responsable de esa mejoría.
El titular de Doxa Data también piensa que puede haber influido un posible descontento por algunas cuestiones muy puntuales, como las políticas oficiales hacia los empleados públicos.
Puertas adentro
Hacia adentro de Unidos también posaron la lupa sobre los resultados en los departamentos Rosario y La Capital. En una lectura finita, apareció que en las ciudades más grandes los resultados para convencionales estuvieron en un rango similar de votos: Reconquista 30 %; Rafaela 31,5 ; Villa Gobernador Gálvez 26,47; Rosario 26,52 y Santa Fe 28,25. La excepción es Venado Tuerto (47,27 %), una verdadera fortaleza de origen para Pullaro. Como fue Santa Fe para Obeid o Rosario para Binner. “En las ciudades grandes las campañas son más intensas, hay más medios, las redes tienen otro peso, son Paso y no se elige Ejecutivo. Hay mayor dispersión del voto. Todo eso tira para abajo a los oficialismos”, describe uno de los dirigentes que tiene muchas campañas ganadas sobre sus espaldas. De allí surge una comparación directa: “En las ciudades más chicas —Unidos tiene un gran desarrollo territorial— la comunidad es más homogénea, y los intendentes y jefes comunales tienen mayor incidencia”.
Esta lectura en el interior de la coalición gobernante hace hincapié, además, en que como nunca antes hubo una “rosarinización” de la elección y en el voto de los empleados estatales. “En las ciudades más grandes, la estructura de los estatales no acompañó a Unidos”, admiten sin vueltas.
Autor
