El gobernador Maximiliano Pullaro acertó cada vez que se apartó del papel, o mejor dicho, del texto que tenía preparado en soporte digital y leyó de una pantalla en el atril de la presidencia de la Cámara de Diputados.
La lectura del mensaje del titular del Poder Ejecutivo para dar inicio al 143 Período Ordinario de Sesiones de la Legislatura de Santa Fe se extendió por apenas unos 45 minutos, más el “tiempo adicionado”. Es decir, hasta que los aplausos a su intervención cesaran, le siguieran los abrazos, los apretones de manos y las felicitaciones. Finalmente se retiró Pullaro para volver a repetir esas ceremonias con sus partidarios, pleno de sonrisas, en una jornada muy agradable, que había terminado a horario y sin sobresaltos.
La plazoleta de la Legislatura, que es también playa de estacionamiento y tiene un área arbolada con juegos para niños, tuvo algo de público y color, sobre todo aportado por los militantes y dirigentes políticos de Unidos para Cambiar Santa Fe, con no pocos intendentes y presidentes comunales del interior. Hubo gente de los tres socios principales, pero sobre todo fueron radicales los que acudieron este jueves 1º de Mayo. Seguramente, el último acto institucional en esta fecha señalada.
Los que llegaron temprano obtuvieron cuando todavía estaba fresco unas criollas tortas fritas, pastelitos almibarados de membrillo y hasta los hispánicos churros fritos en la versión local preferida: rellenos con dulce de leche. (Un observador muy localista de la capital provincial pensó en la ausencia de alfajores santafesinos que, se dice, comieron los convencionales constituyentes en 1853).
La reforma de la Carta Magna de Santa Fe seguramente llevará el inicio de la actividad plena en la Legislatura al 1º de marzo (o antes según las posturas “anticasta”). En esa fecha, antes que se declare el Día Internacional del Trabajador, se juró la primera Constitución en la Argentina, en Santa Fe.
Buen discurso
El gobernador trajo desde la Casa Gris un texto muy bien dispuesto y estructurado en frases repetidas que sirvieron de apoyo sin por eso ser redundantes. Dijo lo que quería sin extenderse inútilmente. Y cuando consideró necesario se apartó del apunte, con buenos resultados.
Al cerrar sus palabras advirtió a los legisladores y a los convencionales reformadores que lo escucharon, así como a los diputados y senadores nacionales del oficialismo y la oposición presentes: “No es momento para el conformismo y la quietud”, repitió de lo que tenía ya escrito. Y entonces agregó: “y mucho menos para los conservadores”, acaso porque cuando los había nombrado tangencialmente había recibido más aplausos y entusiasmo de quienes lo escucharon.
Notables ausentes
En el recinto hubo presencias importantes, y también marcadas ausencias. Solo uno de los cinco senadores provinciales del peronismo, su jefe de bloque Rubén Pirola (PJ-Las Colonias), estuvo en el acto. Y de lo que queda de la bancada de Amalia Granata lo mismo: ni la mediática diputada ni los suyos fueron al acto.
En cambio, sí aceptaron las invitaciones varios convencionales electos: el opositor Juan Monteverde que, como extrapartidario, con la estructura del PJ y “Más para Santa Fe” quedó en segundo lugar. Faltaron todos los representantes de La Libertad Avanza o que tienen posiciones cercanas al oficialismo nacional, lo mismo que los celestes de Granata.
También asistió el senador nacional Marcelo Lewandowski (que fue por fuera del PJ) y la líder de la sexta lista más votada, Alejandra Oliveras. (Locomotora casi todo el tiempo asintió con su cabeza mientras escuchaba con atención el discurso de Pullaro, mostrando su acuerdo, y se sumó siempre los aplausos).
El gobernador dejó muy cerca del cierre de su discurso la palabra “futuro”. Ya había hablado de cómo poco a poco en Santa Fe vuelve a ser “habitual” ver rondas policiales y patrulleros en las calles, obras públicas sin ningún cuestionamiento por hechos de corrupción, y otros logros de su gobierno.
Había marcado una diferencia con lo que ocurría “exactamente un año atrás” ante la ola de “atentados terroristas” del narcotráfico que sembraron de muertos Rosario. Describió el pasado como de “circunstancias muy diferentes a las de hoy”. Y más adelante comparó: “en Santa Fe hay construcción y obra pública sin corrupción. Avanzamos y el resto del país que antes nos miraba con piedad, ahora nos mira con atención”.
Recuerdos
En 2024, en su primer discurso de inauguración del año legislativo, Pullaro tropezó con un olvido que fue cómico. Aquella vez, debió volver al micrófono para decir que dejaba inaugurado el período ordinario de sesiones (luego de los aplausos). Ahora, en cambio, se ocupó de leer ese tramo para luego cerrar cuando ya eran casi inaudibles sus palabras que rogaron “que Dios proteja a cada ciudadano de esta hermosa tierra”.
Fue un discurso bajo el signo del año de la reforma de la Constitución, con el recuerdo aún fresco de la elección del 13 de abril que ya demostró quién tiene la mayoría. Con los 33 convencionales del frente de frentes y los 3 del Frente de la Esperanza de la pugilista Locomotora, se supera la mitad más uno de los 69 electos.
El año pasado, se veía a un gobernador jaqueado por los muertos en Rosario. Hoy los recordó y los honró al mencionarlos con nombre y apellido, bajo la certeza de que —como mínimo— esa parte de su compromiso electoral comienza a saldarse con el electorado.


Cálculos
Pullaro leyó un texto que se había calculado que duraría una hora, pero fueron casi quince minutos menos. Se sabe que la inteligencia artificial comete errores cuando se le pide que convierta caracteres en minutos. Suele dar “de más”, dijo un alto dirigente de Rosario que hablaba con uno de los coautores del discurso, el secretario general de la Gobernación, Juan Cruz Cándido, que se sorprendió con la brevedad.
Dos lados
Para el gobernador hay dos lados en la política de Santa Fe. De su lado está “el cambio”, la “innovación en el gobierno”, el “método” y el “carácter” de su gestión. Y, por supuesto, “la reforma”, fórmula que vale tanto para la Constitución como para las jubilaciones cuando se trata de “salvar” la Caja. Aseguró que si no se hacía lo hecho “asumiendo sus costos” el próximo gobierno iba a tener que entregarla a la Anses. Repitió que no se dará por vencido con el reclamo de la deuda previsional del gobierno de Javier Milei para con los santafesinos y también advirtió que en los últimos meses cae la coparticipación federal.
Del otro lado, como sus rivales, identificó a “los sectores que históricamente estuvieron más cómodos en el inmovilismo”, el “conformismo” y lo dicho: “los conservadores”. Del mismo modo, dejó en otro lugar a los partidarios de “los privilegios” y quienes se escudan en “los fueros” o no quieren que haya “ficha limpia en la Constitución”.