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Política

Quién es quién en el amplio mapa político evangélico en la provincia

Predicando en las cárceles, en extensos programas de radio y televisión, en movilizaciones callejeras y hasta en la Legislatura provincial, el movimiento evangélico santafesino exhibió en los últimos años un crecimiento exponencial que lo ubica como uno de los actores políticos claves en el mapa del poder. Así lo entendió tempranamente el gobernador Maximiliano Pullaro, quien estrechó fuertes vínculos con el pastor y diputado provincial Walter Ghione, aunque es posible encontrar ramificaciones en casi todo el arco ideológico que va de Milei a Macri, del peronismo tradicional al progresismo. 

Se estima que en Santa Fe hay 3.500 iglesias evangélicas de las cuales 700 están en Rosario y movilizan por lo menos a 200 mil personas cada domingo. Del total, un 85 por ciento corresponde a la Iglesia Pentecostal, la más importante en términos de poder e influencia, seguida por las bautistas, metodistas y de los Hermanos Libres. La información, basada en estimaciones de referentes locales, coincide con la Segunda Encuesta Nacional sobre Creencias y Actitudes Religiosas en Argentina del Conicet en la que se revela que el 15,3 por ciento de la población se reconoce evangélica y que los pentecostales se llevan un 13 por ciento.  

Además, casi un 20 por ciento del total profesa la fe pero no participa en ningún espacio. En el caso de las congregaciones más tradicionales, como la Bautista y la de los Hermanos Libres, los pastores son proclamados en asamblea tras haber transitado distintos seminarios religiosos. También deciden a través del voto los destinos, la administración y actividades de la iglesia local. En el caso de los pentecostales, por su estructura episcopal las decisiones recaen centralmente en el pastor principal, quien nomina a los nuevos pastores de acuerdo a criterios de fidelidad y antigüedad, y junto con los diáconos toman la mayor parte de las resoluciones. 

Con matices y diversidad de miradas, el hilo que conecta a los responsables de los distintos cultos evangélicos está vinculado a temas que fueron un parteaguas en la sociedad como la interrupción voluntaria del embarazo, la legalización del consumo de drogas o la diversidad sexual y de género. Pero no todo está atravesado por los preceptos morales que rigen la doctrina, también hay intensos debates hacia el interior de las iglesias en torno a los límites de la acción social, la vida espiritual, la vinculación con sectores empresarios y la participación política. 

¿Pero quién es quién en la cartografía del poder evangélico provincial y qué piensan del momento actual de la Argentina?


Walter Ghione

La iglesia de la gente rota 


El diputado provincial Walter Ghione sostiene que el culto evangélico “está compuesto de gente rota que vinieron y se empezaron a restaurar”. La referencia más clara está en las cárceles, pero también entre quienes se acercan por problemas de salud, peleas familiares o disconformes con otras religiones. En esa cuenta también aparecen los desencantados con los partidos tradicionales: “La política no estaba dando los resultados que esperábamos y nosotros siendo una parte importante de la sociedad que ayuda a los sectores más vulnerables, teníamos que estar en este debate”, manifestó. 

Su desembarco formal en la política ocurrió en 2019 con el ascenso de los sectores contrarios a la legalización del aborto. La primera experiencia electoral fue capitaneada por la modelo Amalia Granata a través del Frente Unite por la Vida y la Familia, cuyos resultados le valieron una banca en la Cámara de Diputados. En 2021 Ghione fundó el partido Una Nueva Oportunidad (UNO), integrado formalmente a Juntos por el Cambio y desde el 2023 también a Unidos para Cambiar Santa Fe, la alianza que llevó a Maximiliano Pullaro al sillón del Brigadier López y que le permitió renovar la diputación por un nuevo período.  

El pastor, perteneciente al pentecostalismo, asegura que UNO se asienta sobre los valores cristianos en su carta orgánica, pero no es un partido confesional. Dice que tampoco quieren “evangelizarlos a todos” y hasta habla de separar la cuestión religiosa de los temas del Estado, aunque su aceitado vínculo con Pullaro le permitió nombrar al pastor Luciano Sciara, un hombre de su riñón, como nuevo secretario de la Agencia de Prevención del Consumo de Drogas y Tratamiento de las Adicciones (APRECOD), un área de sumo interés para la dirigencia evangélica. 



También logró mejorar notablemente la posición de los pastores en las cárceles santafesinas. De hecho, la Mesa Coordinadora Evangélica Carcelaria aparece con el objetivo de formalizar el trabajo en las distintas unidades penitenciarias a las que asisten al menos 100 ministros evangélicos y 500 colaboradores cercanos. “Tenemos miedo a que se nos infiltren pseudo pastores o personas que están muy relacionadas con el ambiente carcelario. Esto nos da la posibilidad de tener una lista oficial de los evangélicos que están haciendo trabajo carcelario”, comentó. 

Entre sus ambiciones políticas, Ghione adelantó que buscarán incidir en la reforma de la Constitución de Santa Fe eliminando el artículo que reconoce a la religión católica como oficial: “Tenemos que ir hacia una Constitución con igualdad religiosa”, señaló. En este punto, manifestó que el objetivo será trabajar por “una constitución lo más amplia posible que no esté anclada en ninguna ideología en particular”, más allá de reconocer que tratarán de sostener postulados como “la defensa de la vida desde la concepción”

En términos políticos, el pastor y diputado se define como un hombre pro mercado con simpatía por el ex presidente Mauricio Macri, pero muy crítico con el rumbo elegido por el gobierno libertario: “Milei es una gran incógnita todavía, pero lo que nosotros vemos en las iglesias es que se está degradando el nivel, las familias no llegan a fin de mes, estamos volviendo a dar ayudas alimentarias. Obviamente tampoco compartimos las formas, nos parece todo muy violento”, indicó. 


Espiritualidad y conciencia social 


Para el pastor Oscar Espinoza, titular de la Iglesia Cristo Vive – Casa de Restauración, y representante de las iglesias bautistas en el Consejo Económico y Social de Rosario, la comunidad evangélica sufrió una sutil persecución en las últimas décadas por no adherir a los temas de la agenda progresista, algo que asegura no le sucede con el gobierno actual. “Vimos amenazada nuestra libertad religiosa”, expresó. Sin embargo, eso no le impidió mantener encuentros semanales con Mónica Fein, la ex intendenta socialista de Rosario, durante los años en que estuvo al frente del Palacio de los Leones. 

También recuerda que históricamente no se alentaba la participación política en el culto religioso, situación que cambió en los últimos años cuando comprendieron que era necesario “permear en el sistema político con los valores del evangelismo”. No obstante, la disyuntiva entre fundar un partido propio o participar de las estructuras tradicionales, es uno de los temas recurrentes en una iglesia que carece de una jerarquía unificada y se organiza mayoritariamente de forma horizontal. 

Aun así, Espinoza considera que “el Estado debe tener una posición solidaria con los más necesitados” y afirma que “el mercado es más insensible” y no logra resolver por sí solo los problemas sociales más acuciantes. En la misma sintonía, la Pastoral Social Evangélica que conduce David Mendieta entiende que la cuestión religiosa está estrechamente vinculada a la acción social y desde allí privilegian el trabajo con organizaciones comunitarias de base, organismos de derechos humanos y clubes de barrio. “Somos opositores a los gobiernos de derecha”, expresó el pastor sin tapujos.  


José Luis Urso

Desde un rol institucional, el pastor José Luis Urso, titular del Consejo de Pastores de Rosario, aclaró que la iglesia evangélica “no patrocina ni apoya a ningún partido político”, pero sus miembros tienen la libertad de “militar en los espacios que crean más convenientes”. Sin perjuicio de esa posición, reveló que a través de los representantes del movimiento evangélico lograron viabilizar algunas pretensiones como la incorporación a la mesa de educación del Consejo Económico y Social de Santa Fe, y buscan involucrarse en los temas de seguridad y producción. “El evangelio cree en la prosperidad de las personas, entonces nosotros le hacemos entender a la gente que no tienen que ser pobres para siempre”, manifestó. 


Juan Argañaraz

Libertarios, pero no tanto 


Juan Argañaraz cuenta que en el 2022 hicieron una encuesta entre los integrantes de su agrupación y el resultado fue abrumador: el 80 por ciento de los jóvenes anticiparon su voto a Javier Milei, aun cuando la proyección del actual presidente todavía no era tan clara. De ahí que el acercamiento del actual diputado provincial con La Libertad Avanza se justifica por la base de sustentación que comparten ambos espacios. En los hechos, el acuerdo implica el desembarco en la ANSES de Rafaela: “Tenemos gente capacitada por si el día de mañana se llegan a abrir puertas en otros organismos nacionales”, admite. 

Sin embargo, el partido Inspirar que lidera el legislador rafaelino mantiene su independencia y se concibe incluso por encima del movimiento evangelista con la participación de adventistas y católicos. En este sentido, se diferencia de otros partidos con base religiosa como el de Walter Ghione, su ex compañero de lista, al entender que una alianza política debe sustentarse en valores comunes. “Nosotros en esa alianza (Unidos para Cambiar Santa Fe) no nos podríamos meter porque vos fijate que en una punta tenés al socialismo y en la otra punta al PRO que no comparten valores”, disparó. 

Argañaraz también tiene sus inicios en la política partidaria con el ascenso de la ola celeste junto a Amalia Granata, y su alejamiento del bloque coincide con la autonomización de los sectores religiosos en la legislatura santafesina. En las elecciones del 2023, Inspirar fue parte de Viva La Libertad, una alianza de partidos integrado por Unión Celeste y Blanco y Vida y Familia, que buscaron capitalizar la creciente popularidad de Milei aunque sin la bendición oficial del libertario. En la categoría gobernador, el desconocido Edelvino Bodoira se quedó con el tercer lugar detrás del peronista Marcelo Lewandowski con más de 100 mil votos. 

El sector de Argañaraz logró concejales en Villa Constitución y San Vicente, y se adjudican también al presidente comunal de Maggiolo, Juan Fetter, quien ganó las elecciones por Viva la Libertad pero rápidamente se desmarcó de Milei y se alineó con el gobernador Pullaro. Pese a que no todos los militantes de su espacio simpatizan con los libertarios, aún guardan la esperanza de que Milei plebiscite el derecho a la interrupción voluntaria del embarazo y acompañan la posibilidad de una dolarización o competencia de monedas al estilo de El Salvador, país que visitaron en el 2023 para conocer de primera mano el modelo de Bukele. 

En tanto, el movimiento evangélico santafesino identificado con la centro derecha se prepara para un período de crecimiento acompañando el ascenso de las ideas conservadoras. La popularidad de Milei, obsesionado en desprestigiar al Estado y sus atribuciones más básicas junto con los temas de género y diversidad, operan a favor de las distintas corrientes religiosas, incluso de aquellas que se sienten incómodas con las formas del presidente libertario. A eso debe sumarse la participación creciente en el gobierno provincial, en vistas de que son identificados como actores claves para la pacificación territorial. Resta saber si están en el piso o en el techo, y si las discrepancias internas se transformarán en un obstáculo para una agenda que se mantiene en el epicentro de las disputas. 


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