“Ahora Sí”. El lema que identifica la campaña de Roberto Sukerman es, además, la frase que impulsa su convencimiento de que está ante la posibilidad de ser intendente de Rosario. “La gestión de Javkin es la peor de los últimos 40 años y los rosarinos nos transmiten que ahora se tiene que dar”, dice para condensar sus expectativas.
Sukerman le enrostra al intendente falta de liderazgo y que en estos años se la pasó pidiendo que los demás arreglen los problemas de la ciudad. “Los problemas de Rosario se resuelven en Rosario”, sostiene, para hacerle frente al discurso oficial de que hubo discriminación de los gobiernos de Nación y Provincia. “Cavallero, Binner y Lifschitz fueron los mejores intendentes, se manejaron con gobiernos de otro signo político y no ponían excusas, eran líderes”.
Si gana las elecciones, asegura que la centralidad de su gestión estará puesta en la seguridad, reivindica que hace 11 años propuso en el Concejo implementar el sistema de videovigilancia que había instalado Sergio Massa en Tigre, y reprocha que nunca lo quisieron hacer “porque no tienen voluntad política de hacerse cargo de la seguridad”.
Militante peronista y fanático de Central, fue director de Ansés Rosario, concejal, ministro y actualmente es funcionario del Ministerio de Trabajo de la Nación. En las elecciones de 2019, perdió la intendencia por unos siete mil votos. En las PASO del domingo competirá con Juan Monteverde, precandidato de Ciudad Futura.

En esta entrevista con Suma Política, Sukerman habla de sus proyectos para crear un parque industrial convencional y uno biotecnológico, de la necesidad de recuperar el puerto, del transporte público y separa a los cuidacoches que “extorsionan” de aquellos otros que trabajan hace años en el mismo lugar y cuentan con la confianza de los vecinos.
El modelo de gestión que propone contempla “controles en las calles, sacar a los violentos, y paralelamente, obra pública e inclusión social” porque entiende que “no se puede reducir la violencia y el delito sin reducir la desigualdad”.
—En 2019 usted perdió la elección para intendente por siete mil votos. La expectativa se renovó y el lema de su campaña es Ahora Sí, pese a que enfrente están unidos la UCR, el PS, el PRO y Creo. ¿Por qué ahora sí?
—Porque hay toda una energía y una expectativa puesta para que esta vez se pueda producir el cambio que la ciudad necesita y que nosotros ofrecemos desde hace bastante tiempo. Lo que estamos planteando es la ratificación de lo que dijimos durante años y nunca nos escucharon. Además, como la gestión de Javkin es la peor de los últimos 40 años, los rosarinos nos transmiten que ahora sí se tiene que dar.
—¿Por qué la de Javkin es la peor gestión?
—Es una gestión inexistente. La Municipalidad no funciona porque el intendente no es un líder, el gabinete no tiene peso propio y por lo tanto no tiene gestión. Ni en el día a día ni con cuestiones más estructurales. No hay ninguna obra pública importante porque el intendente no las gestionó. Hablás con el Ministerio de Obras Públicas de la Nación y no hay nada proyectado por parte de la Municipalidad.
—¿Cuáles serían los pilares de una eventual gestión suya en el municipio?
—La centralidad puesta en la seguridad, un proyecto integral de ciudad, para que podamos vivir en paz. Controles en las calles, sacar a los violentos de las calles y, paralelamente, obra pública e inclusión social. Y hace falta un nuevo liderazgo, una nueva mayoría y una nueva forma de gestionar la Municipalidad.
—Esta semana en una entrevista con Suma Política, la presidenta del Concejo, María Eugenia Schmuck, una de las principales espadas políticas del intendente, dijo que Nación y Provincia abandonaron a Rosario.
—Miente Schmuck como han mentido otras gestiones para tratar de quitarse una responsabilidad propia. Lo de Schmuck es una vergüenza porque ella dice que el narcotráfico es responsabilidad de Provincia y Nación cuando el narcotráfico no empezó con estas gestiones. Ella fue parte del Frente Progresista y ahora lo es del frente con Cambiemos, gobernaron la provincia 12 años y el país entre 2015 y 2019. Echarle la culpa del narcotráfico a una gestión es faltarle el respeto a una población que sabe que el problema empezó en la provincia hace 16 años, cuando asumió (Hermes) Binner la Gobernación. Yo no le quito responsabilidad a nadie. Ni a los que están ahora ni a los que estuvieron antes. Pero quieren instalar que los problemas de Rosario se resuelven en otros lugares y en realidad se resuelven en Rosario. En otros lugares depende de la gestión que vos hagas desde Rosario.
—¿Qué puede hacer un intendente ante la inseguridad y el narcotráfico?
—Puede hacer muchísimo y hoy no hace nada. Estoy recorriendo municipios de distinto signo político del país y todos los intendentes se hacen cargo de la seguridad, tienen secretario de Seguridad, especialistas, invierten en centros de monitoreo y cámaras, apps para celulares, botones de pánico, alarmas comunitarias, compran móviles y les ponen combustible, tienen personal capacitado. Nada de esto tiene Rosario y nunca lo quisieron tener.
—Javkin pidió en reiteradas ocasiones tener injerencia sobre la Policía. ¿Por qué dice que no se hizo nada?
—Porque no tienen voluntad política de hacerse cargo de la seguridad. No tienen vocación por la seguridad, por el control y la prevención. En el 2012 cuando asumí de concejal lo fui a ver a Sergio Massa, que era intendente de Tigre, y traje el sistema de videovigilancia. Lo presenté, nunca lo quisieron hacer. Pasaron 11 años. Funes tiene un centro de monitoreo y Rosario no lo tiene. No hay excusas. Ni siquiera hay personal de control municipal en las calles, los operativos de tránsito los hace gendarmería o las fuerzas federales. ¿Cuántos móviles de prevención y control tiene la Municipalidad en la calle? Casi ninguno. ¿Cuántos agentes? Yo me voy a hacer cargo de la seguridad y entonces me voy a hacer cargo de todo esto que estoy planteando, que es sólo una parte.
—Las causas y las consecuencias del delito.
—Exacto. No se puede reducir el delito, la violencia, sin reducir la desigualdad. Y para eso se necesita trabajo e inclusión social. Trabajo en una ciudad que viene expulsando industrias desde hace 20 años; se tuvieron que ir a otras localidades, y se siguen yendo. Estamos hablando de cientos de empresas y miles de trabajadores, que entraron en la precarización. Es nocivo para el tejido social y para las arcas municipales. Yo propongo crear dos parques industriales, uno convencional y otro biotecnológico. Otro tema es el puerto, deberíamos tener un puerto multipropósito de contenedores para que los autos que se fabrican en Alvear y en Córdoba se exporten desde Rosario en lugar de salir por Zárate. Pero también tenemos que hablar del abandono de los barrios, en muchos la última obra pública se hizo en la época de Cavallero; en otros la única presencia del Estado es un centro de salud. Y si no trabajamos en inclusión social no vamos a reducir la violencia. Necesitamos igualdad de oportunidades, jardines municipales desde los 45 días hasta que los chicos se puedan escolarizar. Con la concejala Norma López lo venimos planteando en el Concejo y nunca los quisieron hacer; Javkin los prometió y nunca los hizo. La ciudad de Avellaneda en provincia de Buenos Aires tiene 40 jardines de 45 días a 3 años y es un tercio de Rosario, con lo cual acá debería haber 120 jardines maternales. Y tiene cero. El abandono es fenomenal. La única urbanización importante que se está haciendo en Rosario la hace el gobierno nacional en Villa Banana.
—¿Rosario dejó de ser una referencia, un espejo para otras ciudades?
—Nos dijeron que Rosario tenía que ser la Barcelona argentina, tenía que ser una ciudad de servicios. Y no lo somos, pero además dejamos de ser industrial y portuaria. Pensamos sólo en el Puerto de la Música en lugar de pensar en los dos puertos, el de la música y el productivo.
—¿Cómo definiría el perfil que tiene hoy?
—No tiene ningún perfil, nos ven como una ciudad narco y eso no lo podemos permitir.
—Un reclamo recurrente es que si la ciudad es de un signo político distinto al de la Provincia y la Nación, no se la tiene en cuenta a la hora del reparto de fondos.
—El que dice que Rosario es discriminada lo único que tiene que hacer es preguntarle al ministro Walter Agosto cómo fue saneando las arcas de la Municipalidad con fondos provinciales. Los mejores intendentes de Rosario fueron Cavallero, Binner y Lifschitz; los tres tuvieron gobiernos de otro signo político en la provincia y no ponían excusas, eran líderes. Bueno, eso hace mucho tiempo que no pasa. Lifschitz iba todas las semanas a Buenos Aires y se traía una obra pública de (Julio) De Vido, que era de otro signo político. Si vos no gestionaste por la ciudad no te podés quejar. No hay una obra pública para inaugurar. ¿Qué va a inaugurar, un juego en una plaza, una repavimentación de una calle céntrica? Es la inversión en obra pública más baja de la historia. Yo creo que la Municipalidad malgasta los recursos públicos, tiene el contrato más caro en higiene urbana y el servicio es deficiente, la ciudad está sucia. Ya no solamente los barrios están cada vez peor, tampoco los vecinos del centro viven como vivían. Por eso es la peor gestión de los últimos 40 años: no hay nada para rescatar.
—Uno de los temas sin solución desde hace muchos años es el del transporte público de pasajeros.
—En transporte tenemos dos cuestiones: una es el servicio y otra el precio. El que fundió el sistema de transporte de Rosario fue Binner haciendo campaña con el boleto más barato de la Argentina. No es un problema actual ni solamente de subsidios. En el 2018 caducaba la concesión del transporte y yo propuse en el Concejo que las empresas estatales, que eran la Semtur y La Mixta, se hicieran cargo del 100 por ciento del servicio. En ese momento el 60 por ciento era público y el 40 de un monopolio privado. La Municipalidad dijo que no, que quería retraer su presencia y tener solo un tercio, como una empresa testigo, y que los otros dos tercios fueran privados. Hicieron la licitación, yo dije que iba a fracasar. El intendente Javkin, que era concejal, votó a favor de la propuesta de (Mónica) Fein y el sistema fracasó. Vino la empresa El Cacique y se tuvo que ir. Tuvo que absorber la Municipalidad ese abandono.
—De todos modos, el reclamo por mayores subsidios, de numerosos municipios del interior, es justo.
—El subsidio tiene que ver con el precio. Lo que tenemos que hacer es pelear por más subsidios. En todos los gobiernos fui crítico del sistema de subsidios ya que el Amba tiene un beneficio extraordinario. Hay que cambiar ese sistema. El tema del precio es otra cosa distinta a la calidad del servicio. Y participan los tres niveles del Estado. Por ejemplo, hoy tenés el Boleto Educativo Gratuito donde la provincia invierte como nunca y fue una decisión de Perotti que hay que reivindicar.
—¿Cuál es su idea respecto a los cuidacoches?
—El que extorsiona comete un delito y no puede estar en la calle. El que te quiere cobrar una tarifa fija y por adelantado no tiene que estar en la calle. Ni tampoco las mafias que muchas veces están detrás de ellos. Se puede combatir con presencia del Estado y se pueden sacar a los violentos de la calle. Después, poner a todos en la misma bolsa es un grave error. Hay lugares donde el vecino le da la llave al cuidacoche para que le lave el auto. Hay gente que hace años está en el mismo lugar, los vecinos saben el nombre, el pago es a voluntad. Y hoy tenemos un problema social que no se resuelve con un Estado represivo.
—Usted tiene por delante la PASO con Juan Monteverde. Si gana, ¿Ciudad Futura será parte de su gobierno?
—Absolutamente. Va a ser un gobierno no sólo del peronismo y de Ciudad Futura sino de las fuerzas políticas que nos van a acompañar. Va a ser un gobierno de las fuerzas de producción, de las fuerzas sociales, de la UNR. Cuando ponen tantas excusas y echan culpas a los otros poderes del Estado, a la diferencia de signos políticos, la pregunta es: si Javkin y (el rector de la UNR Franco) Bartolacci son amigos y políticamente piensan parecido, ¿por qué la Municipalidad no aprovecha el conocimiento y la investigación de la Universidad pública? Es una buena pregunta para los que ponen excusas todo el tiempo. Debería trabajar codo a codo con la UNR y fomentaría la industria del conocimiento. Pero la Municipalidad no tiene ninguna participación en las incubadoras de biotecnología, no hace ningún aporte, ningún acompañamiento.
—El peronismo tiene un escenario complejo en las elecciones nacionales y en la provincia. ¿Por qué los rosarinos le darían la chance de gobernar a un candidato del PJ?
—Porque el peronismo no gobernó la ciudad en los últimos 40 años. Tenemos una oportunidad porque los rosarinos tienen claro que nosotros no tenemos responsabilidad en lo que pasa. Y estamos convencidos de que los problemas de Rosario se resuelven desde Rosario.

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Periodista. Cofundador y editor de Suma Política. Ex secretario de Redacción del diario La Capital. En Twitter: @rpetunchi
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