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Informe

Una casa de Funes, nudo de una trama sombría de pesados referentes criminales

Jonathan Omill es un mecánico industrial de 33 años que trabaja en la planta de Vicentin en Ricardone. Está sospechado de asesinar a su ex novia, la enfermera Ailén Oggero, ejecutada a balazos hace una semana en barrio Belgrano. Las averiguaciones iniciales sobre este hombre lo revelan inserto en una trama muy sombría. Su domicilio registrado legalmente, que está en Funes, es el mismo lugar donde cumplió prisión domiciliaria hasta el año pasado Brenda Pared. Una mujer condenada por comercio de drogas que está imputada, con prisión preventiva firme, como organizadora de la secuencia de asesinatos de trabajadores públicos que conmocionó a Rosario en marzo de 2024.

El asesinato de la enfermera se analiza como un homicidio como resultado de violencia de género. Pero hay una madeja más oscura vinculada con el autor presunto, en particular con el domicilio de Las Garzas 2253, que según el Renaper es el que figura en el DNI de Omill y donde Pared cumplió domiciliaria. Brenda Pared es la mujer de Alejandro Núñez, conocido como Chuky Monedita, organizador de los atentados mafiosos de hace once meses que paralizaron la ciudad.

La constancia del domicilio de Las Garzas 2253 tiene por estas horas a personal del Ministerio Público de la Acusación (MPA), al Ministerio de Seguridad y de fuerzas de seguridad nacionales cruzando historias recientes ocurridas allí. No son pocas. Además de lo señalado, adentro de esa vivienda hace algo menos de cinco años hubo un asesinato. Fue el 3 de diciembre de 2020. La madrugada de ese día Domingo Marcelo San Miguel apareció en mitad del living tendido boca arriba, en un gran desorden, con dos balazos en la cabeza.

Esa vivienda baja, confortable y espaciosa de Funes, a la altura de la garita 8 pero más cercana a avenida Illia que es la continuación de Fuerza Aérea, emerge como un nudo de referentes criminales de primer orden. Allí también cumplió prisión domiciliaria Jesica González, integrante de la banda de René Brujo Ungaro, una de las figuras del crimen organizado en Rosario de la zona de Tablada. Conocida como “Fea”, de 39 años, es la pareja de Claudio “Morocho” Mansilla, un preso de alto perfil condenado por narcotráfico y homicidio, recordado por ser el cerebro de la trágica fuga de ocho presos en Piñero en 2023. Esa evasión se concretó con intercambio de disparos y uno de los reclusos perdió la vida en el intento. Mansilla fue detenido un año después y está condenado a perpetua.

Brenda Pared y la “Fea” González son medio hermanas, una relación que también podría explicar que estén conectadas a la misma casa.


Claudio “Morocho” Mansilla, condenado a prisión perpetua

El crimen de la enfermera


Ailén Oggero trabajaba como enfermera en el Hospital Centanario y tenía 32 años. La semana pasada, el martes 18 de febrero, su hijo de 12 años la encontró asesinada a balazos en una vivienda de Prusia al 6700 en barrio Belgrano de Rosario. Se escucharon disparos en la casa y el nene la descubrió ensangrentada.

Mónica, la madre de la enfermera, dijo al hablar con distintos medios de prensa que Jonathan Omill estaba obsesionado con Ailén, que se habían separado hacía un año pero él la acechaba, por lo que la mujer había solicitado una medida de exclusión perimetral, que la Justicia había dispuesto asignando a ella un botón de pánico.

Por la tarde del mismo día del femicidio lo detuvieron a Omill en la planta de Vicentin en Ricardone donde trabaja. Dos días después la fiscal Verónica Ballari lo imputó en el Centro de Justicia Penal por haberle dado un cabezazo a Ailén que le rompió el tabique nasal en noviembre de 2024. En el acta de la audiencia se consignó que le atribuían los delitos de violación de domicilio, cinco hechos de amenazas simples reiteradas, privación ilegítima de la libertad agravada, lesiones leves dolosas agravadas por la relación de pareja preexistente y por el contexto de género en dos ocasiones, hurto de vehículo dejado en la vía pública que era de la enfermera y tenencia ilegítima de arma de guerra.

No lo imputaron por el homicidio de Ailén Oggero porque esa es otra pesquisa que aún reúne prueba para determinar quién le quitó la vida. La fiscal María de los Angeles Granato y los organismos estatales que asisten en el trámite tienen una impresión fuerte de que Omill está estrechamente vinculado al asesinato.

En la audiencia de la semana pasada, la fiscal Ballari sostuvo que Omill había irrumpido a buscar a su ex pareja a la casa de un hombre el 27 de noviembre pasado. Que la introdujo a la fuerza en su vehículo, la golpeó en la cara ocasionándole lesiones y la trasladó en el vehículo por distintos lugares de zona sur. Mientras la retenía en el auto le decía: “Te voy a matar. ¿Por qué estabas ahí? ¿Cómo conociste a ese pibe? Voy a ir a buscar la pico y te la voy a poner en la cabeza a ver si sos tan viva. Ahora agarro por donde no hay nadie y te mato, te voy a llevar a un descampado y te voy a matar, te voy a dejar tirada ahí”. A las tres de la mañana de ese día finalmente la dejó ir.



Balazo en la mano y un arma misteriosa


Según una incidencia del 911 que recibió el MPA en 2022, Jonathan Omill fue herido de arma de fuego ese año en barrio Ludueña, por lo que fue atendido en el Hospital Alberdi. El disparo le atravesó la mano pero no fue una lesión grave. Según lo que dijo él mismo, lo balearon al resistir una tentativa de robo en Carriego y Pasaje Rafaela.

La semana pasada a Omill le atribuyeron, entre otros delitos, la tenencia de un arma de fuego. Fuentes judiciales señalaron que la investigación de la procedencia de esa arma demostró que estaba registrada legalmente a nombre de un allegado a Brenda Pared. Esta mujer cumplió domiciliaria hasta abril de 2024 en esa casa de Las Garzas 2253 cuando el Tribunal Oral de Rosario que controlaba su condena se la levantó y resolvió su traslado a una cárcel.

Brenda había accedido a la prisión domiciliaria porque su pareja Chuky Monedita estaba preso y ella era única sostén de sus hijos pequeños. Pero eso se terminó hace diez meses cuando fiscales provinciales señalaron que su marido, Chuky Monedita, había captado a los chicos que en marzo de 2024 mataron al azar a dos choferes de taxi, a un colectivero y a un playero de estación de servicio.

En esa ocasión los fiscales Patricio Saldutti y Adrián Spelta dijeron que desde el pabellón 28 de Piñero Chuky Monedita encomendó a su mujer Brenda Pared que organizara esas acciones y pagara por ellas. Macarena Muñoz, su pareja Gustavo Márquez y el adolescente Matías N, alias Matute, ubicaron a los chicos para matar al taxista Héctor Figueroa y luego al playero Bruno Bussanich, imputaron los fiscales. El autor material presunto de estos dos trabajadores es un chico que tenía 15 años al momento del hecho. Y que quedó registrado en las cámaras de video de la estación de servicio donde mataron a Bussanich.


El arresto de Brenda Pared

En La casa de Funes también se criaban con su abuela los hijos de Jesica “La Fea” González y el Morocho Mansilla mientras ambos estaban presos. En el año 2023 el Tribunal Federal 2 de Rosario le concedió a Jesica, que estaba condenada a siete años, la prisión domiciliaria. El debate sobre los motivos no interesa en esta nota. Sí es relevante que queda claro que los hijos del Morocho y la Fea son criados por la abuela en la casa de Las Garzas 2253 en Funes.

La fiscalía se opuso a la domiciliaria de Jésica González por lo que el caso se trató en la Cámara Nacional de Casación Penal que con los votos de Angela Ledesma y Alejandro Slokar convalidaron la domiciliaria para la Fea. En un tramo del recurso dicen los camaristas sobre los hijos de ella: “Conforme surge de los informes referidos y respecto de la situación actual de los niños de este grupo familiar conviviente en calle Las Garzas 2253 de Funes, éstos se encuentran escolarizados, cuentan con condiciones habitacionales favorables, se encuentra garantizado su acceso a la salud con realización de controles periódicos ya que son atendidos en el Centro de Salud ´Dr. Fausto` de Funes, y los niños se encuentran en buenas condiciones de salud e higiene…”

En definitiva, la casa de Las Garzas 2253 de Funes surge una y otra vez en el centro de una constelación de nombres conectados a la violencia de Rosario. Es el domicilio que figura en el documento de Jonathan Omill, acusado al menos por la violencia de género contra la enfermera asesinada la semana pasada. Es el lugar donde Brenda Pared, imputada por organizar los asesinatos que provocaron intimidación pública en Rosario el año pasado, cumplía prisión domiciliaria hasta abril de 2024. Allí además residieron al menos hasta 2023 familiares directos del Morocho Mansilla que está condenado a perpetua por instigar crímenes desde prisión y de Jésica González. También dentro de esa casa mataron a tiros a un hombre en diciembre de 2020.


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