Connect with us

Hi, what are you looking for?

Sociedad

Consejos para periodistas en tiempos de crisis y noticias falsas

Fact-cheking es en inglés la expresión de moda en los nuevos tiempos de los medios de comunicación. La verificación de hechos siempre existió en el periodismo, pero ahora se ha convertido en un necesario primer paso desde la irrupción de la Inteligencia Artificial, para detectar errores y noticias falsas.

Para el ex editor del Washington Post Martin Baron ese es uno de los desafíos más difíciles de esta época. Sostiene que “la primera misión de un periódico es decir la verdad en la medida en que pueda ser comprobada”, y le agrega una pregunta: “¿Cómo nos aseguramos de que la verdad sobreviva a los ataques que se libran en su contra?”.

El periodista reivindica los valores de la vieja escuela: libertad de prensa, libertad de expresión, tolerancia, trato igualitario y justo para todos, oposición a la violencia, y alienta a trabajar “de manera justa, precisa, honesta y honorable”. Adhiere a las mismas normas y principios básicos que han dado extraordinarias muestras de periodismo a lo largo de la historia.

Pero le agrega una exigencia de la actualidad: “No solo tenemos que decir la verdad, ahora también tenemos que mostrarla. Ya no podemos limitarnos a decirle a la gente cuáles son los hechos. Debemos mostrarle las pruebas”. Mostrar, no sólo relatar, sería la consigna. Más parecido a la tarea de un abogado: no basta con defender el caso con argumentos, hay que mostrar las pruebas.

En su disertación ante un auditorio de unos 50 periodistas de medios de Capital Federal y del interior del país, invitados por Telecom, Baron hizo una interesante reflexión sobre la ética tradicional del periodismo profesional, la puso en debate y lanzó la pregunta acerca de si no resulta anticuada e insuficiente cuando hay que enfrentar el discurso de políticos que atacan a la democracia. También abrió una discusión y ejerció una defensa sobre los alcances del periodismo objetivo, ante la aparición de argumentos en contra de la “objetividad”. (El texto completo de la disertación puede leerse al final de esta nota).



Trump y las mentiras


“Hoy no sería posible un nuevo caso Watergate porque los republicanos no apoyarían un juicio político desde el Congreso”, contesta seguro ante una pregunta el ex editor del Post, en un espacio de reflexión y diálogo que mantuvo con el editor general del diario Clarin, Ricardo Kirshbaum, y la prosecretaria de Redacción del diario La Nación, Gail Scriven, moderados por la periodista Luciana Geuna. 

Fue en una nueva edición del ciclo “Innovación, tecnología y periodismo” que brinda cada año el programa Redacciones5 de Telecom en el que exponen importantes referentes internacionales, en un espacio de intercambio con periodistas de diferentes medios del país.

En ese marco responde también a la pregunta sobre si la profesión periodística fracasó en Estados Unidos a la hora de cumplir con su responsabilidad, al no haber podido esclarecer a la ciudadanía cuando Trump fue elegido presidente a pesar de sus mentiras y el uso de lenguaje racista. Del mismo modo ahora que sigue con chances de ser electo por segunda vez.

Cree que no. “Mediante información certera, reuniendo con sumo cuidado pruebas contundentes, se ha logrado que las personas más poderosas de nuestra sociedad deban rendir cuentas”.

“Lograremos más luchando por la verdad que por nuestras teorías”, cita a otro periodista estadounidense, y se muestra a favor de “una investigación de los hechos tan imparcial como sea posible”.

En una suerte de consejos para el periodismo, Baron apuntó varias indicaciones:

—Ser oyentes generosos y aprendices ávidos, especialmente conscientes de nuestras propias suposiciones, prejuicios y opiniones preexistentes.

—Ejercer la objetividad, que no es un falso equilibrio. No se trata de dar el mismo peso a los argumentos opuestos cuando las pruebas apuntan abrumadoramente en una dirección. “No somos taquígrafos ni activistas”, aclara.

—El objetivo no es evitar las críticas y apaciguar al público o ganarse su afecto. No recurrir a eufemismos cuando deberíamos hablar sin rodeos.

—Evaluar las pruebas de manera justa, honesta, precisa, rigurosa e imparcial.

—Tener la mente abierta cuando se empieza una investigación y hacer nuestro trabajo de la manera más minuciosa y meticulosa posible.

—Tener la voluntad de escuchar, el afán de aprender y la conciencia de que nos queda mucho por saber.

—No empezamos con las respuestas. Vamos a buscarlas, primero con el ya de por sí formidable desafío de formular las preguntas adecuadas, y finalmente con la ardua tarea de la verificación.

—Nuestra profesión se beneficiaría si escucháramos más al público y le habláramos menos como si lo supiéramos todo.

—En el periodismo nos vendría bien más humildad y menos arrogancia.


Facebook comentarios

Autor

Click to comment

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

También te puede interesar